Como un buen año califica Carlos Miquel, Gerente General de Epson, el 2008 para la firma, pues junto con mantener su liderazgo en videoproyectores, experimentó positivos resultados en sus otras líneas de negocios. Sin embargo, la crisis está obligando a todas las compañías a reenfocar sus estrategias para mantener sus buenos resultados, un desafío que Epson enfrentará con productos con menores costos y mayor eficiencia en sus operaciones.
¿Por qué el 2008 fue un año positivo para la marca en Chile?
Fue un muy buen año en muchos aspectos, con bastantes logros. En videoproyectores ganamos varias licitaciones del Ministerio de Educación, con lo que logramos colocar equipos en distintos lugares del país, especialmente en escuelas, lo que es positivo porque nos da una presencia importante. Junto con esto, según las últimas estadísticas, mantenemos el liderazgo en videoproyectores en Chile, con más de un 40% de marketshare. Además, a raíz de controversias provocadas por acusaciones de terceros respecto de la calidad de nuestros productos, demostramos al Estado que no sólo estábamos vendiendo lo que habíamos prometido, sino que éstos excedían nuestra propuesta en cuanto a especificaciones técnicas.
¿Y en otras líneas?
También tuvimos crecimientos interesantes, especialmente en MFPs, que son los más demandados hoy. Otro logro es el haber introducido los productos inkjet más económicos en operación del mercado y nuestros buenos resultados en impresoras fiscales. En el área gráfica lanzamos productos nuevos, como la Stylus Pro GS-6000 de 64”, con una gran recepción de parte del mercado. Por eso, en general tuvimos un buen año.
¿Hay un reenfoque de estrategia con la crisis?
En la práctica, evidentemente, hemos tenido que ir cambiando nuestra estructura de precios y prospectar resultados distintos. Definitivamente, esperamos una menor demanda de productos, sobre todo en los equipos de renovación en el hogar, porque ésta es una inversión que queda en ‘stand by’. No creemos que lo mismo suceda con los negocios con el Estado ni con aquellas empresas que no se ven mayormente afectadas. El país está bastante ‘bien parado’ para la crisis, por lo que mi impresión es que el grado de impacto será menor que en otras partes.
Para el próximo año proyectamos cifras similares a este año, y creo que es razonable y realista estimarlo así, pues aunque es muy probable que el mercado no crezca, como marca tenemos ventajas comparativas que nos permitirán adaptarnos bien. Epson hace años está enfocado en fabricar productos más económicos para el usuario, por lo tanto la nueva línea que estamos lanzando para empresas y hogar ofrece mejores costos de operación. Se trata de equipos de alta productividad en inkjet que tendrán gastos de operación muy inferiores a los láser; ahorros sustanciales que debieran traer un buena oportunidad dentro del mercado. Por lo tanto, el 2009 ofreceremos productos adecuados a la crisis, lo que también nos dará una ventaja comparativa. Y esperamos que se comience a producir un recambio tecnológico en sistemas de impresión, donde la inyección de tinta debiera cobrar mucha importancia en las compañías, tanto por costos como por menor consumo energético y mayor versatilidad.
¿Cómo se prospecta el 2009, en términos de desafíos?
Apostamos a mantener clientes satisfechos con nuestros productos y a costos razonables, porque el alza del dólar trajo un cambio radical al escenario, y el país, junto con el resto del mundo, está sufriendo los efectos, lo que trae una complicación adicional para los hogares y empresas. Entonces, nuestro principal desafío será estar ‘a tono’ con las nuevas realidades del mercado. Y para eso, por un lado, desde hace años trabajamos para fabricar equipos más económicos y, por otro, apuntaremos a ser más eficientes para traspasar esa baja de costos, producto de nuestra eficiencia, a los usuarios. Epson llegó para ser un protagonista en el mercado y lo seguirá siendo.