El entorno social y las TIC

Numerosos estudios y cifras salieron a la luz en Julio. El Indice de la Sociedad de la Información (ISI), el Informe de Desarrollo Humano (IDH) y las cifras oficiales del Gobierno respecto del peso del sector de Tecnologías de Información y Comunicaciones en la economía chilena arrojaron una conclusión común: el sentido de urgencia que tiene aprovechar las TIC en el desarrollo comercial y humano del país.

Publicado el 31 Jul 2006

acti1

Numerosos estudios y cifras salieron a la luz en Julio. El Indice de la Sociedad de la Información (ISI), el Informe de Desarrollo Humano (IDH) y las cifras oficiales del Gobierno respecto del peso del sector de Tecnologías de Información y Comunicaciones en la economía chilena arrojaron una conclusión común: el sentido de urgencia que tiene aprovechar las TIC en el desarrollo comercial y humano del país.

El ISI, generado por el IESE-CELA y DMR Consulting, y que mide la realidad de la Sociedad de la Información en Latinoamérica, mostró el resultado más bajo de Chile en siete trimestres, con 6,11 puntos de un total de 10, pese a remarcar que nuestro país está mejor que el resto de la Región, que promedia 4,81 puntos.

Esa baja se debe a factores del en-torno económico, no a las TIC propiamente tal; es más, las TIC aumentan cada trimestre su ponderación y eso es consistente con las cifras del Ministerio de Economía, que indican que representamos como industria el 1,3% del PIB.

¿Qué factores bajaron nuestro ISI?

El económico y el social. Respecto del primero, coincidimos, pues la productividad en el país ha bajado en los últimos años. Necesitamos un uso más intensivo de tecnología para volver a los niveles de eficiencia de los 90’, y dentro de ese fin es bienvenido el anuncio de Gobierno de subsi-diar a las empresas en un 35% para que inviertan en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Sólo con incentivos directos podremos recorrer el camino de evolución del país, pues hasta ahora el Estado es el principal agente que invierte en innovación.

Respecto de lo social, el IDH, publicado por el PNUD, muestra que no ha sido tan notable el impacto en la gente del uso de las tecnologías, tema que ha motivado varias reuniones nuestras con los investigadores que hicieron el estudio, pues ACTI defiende que las TIC aportan al desarrollo de los negocios y de la gente. Basta con revisar cómo le ha cambiado la vida a tantas personas que se infoalfabetizaron o que tienen acceso a Internet en escuelas o bibliotecas. Sin embargo, las Naciones Unidas señalan que aquello es deficitario y que las brechas se acrecientan a mayor velocidad que la respuesta de las empresas y del Estado en concurrir a capacitar e instalar telecentros.

El ISI asegura que considera el uso de las TIC evaluando la cohesión e inclusión social que éstas permiten. Señala, además, que el ambiente TIC se ve favorecido por las condiciones adecuadas de educación y de salud de la población y, a su vez, que el empleo impacta directamente sobre estas condiciones. Entonces si el ISI presenta una penetración del 71% de celulares en la población y 21% de computadores, la solución debiera apuntar a aprovechar que Chile es el país de la Región con más uso de telefonía móvil para disminuir la brecha digital y mejorar las condiciones sociales hacia el desarrollo, generando una mayor cantidad de trámites disponibles para celulares, medidas para bajar los costos y utilizar las potencialidades de esas herramientas.

Una trilogía primordial

Los indicadores ISI e IDH mejorarán para Chile si el Estado toma acciones coordinadas de incentivo del uso de las tecnologías. Tenemos tareas fundamentales en la administración municipal, la salud, la educación y la justicia. De igual formal, es primordial el rol privado en la trilogía I+D+i, para que las compañías mantengan su competitividad y el avance exportador sea sustentable en el tiempo. Creemos que el Estado está dando algunos pasos para seducir a la em-presa privada con el Plan Chile Compite, que incluye un subsidio a la inversión en I+D+i y la equiparación del impuesto al software en un 15%, pero aún no es suficiente. Reducir este impuesto a cero sería un tremendo impulso hacia el desarrollo.

Estos estudios nos alertan en dos sentidos: debemos complementar la economía chilena con investigación e innovación tecnológica y debemos trabajar más firme para disminuir la brecha entre los ciudadanos que emplean tecnología y los que no lo hacen. Sólo así podremos avanzar con mayor armonía y menores desigualdades hacia un Chile desarrollado..

Agosto de 2006

¿Qué te ha parecido este artículo?

¡Síguenos en nuestras redes sociales!

Redacción

Artículos relacionados

Artículo 1 de 2