Desafíos de la salud y su aliada, la digitalización

Hace pocas décadas atrás gran parte del mundo tenía como desafío el enfrentarse a las enfermedades transmisibles. Luego de diversos aciertos científicos y tecnológicos se ha logrado conocer los mecanismos para controlar este tipo de enfermedades. Ejemplo de esto es la pandemia. Sin embargo, ¿por qué no obtenemos los resultados esperados si sabemos cómo curar una gran cantidad de enfermedades?

Publicado el 31 May 2021

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Luis Camilla, Socio Líder de la Industria Salud; Pablo Arnuncio, Socio Líder de Consultoría en Transformación; ambos de EY

Graficando lo anterior, podemos mencionar que pocas semanas después de reportar el brote de Coronavirus ya se estaba codificando el ARN para empezar a trabajar en un mecanismo de diagnóstico y futura vacuna. Poco a poco y producto de la misma revolución industrial y nuevas formas de vida nos comenzaron a afectar otro tipo de enfermedades, las no transmisibles.

Descubrimientos biomédicos acompañados con una industria innovadora permiten crear herramientas terapéuticas adecuadas para enfrentar distintas demandas. Entonces, ¿por qué no obtenemos los resultados esperados si sabemos cómo curar una gran cantidad de enfermedades? Una respuesta es el acceso.

Los países más desarrollados lograron organizarse e intentar responder a las cambiantes necesidades de salud de sus poblaciones, sin embargo, otros países han quedado rezagados. Un sistema de salud sólido no se construye de un día para otro, son varios intentos, propuestas, discusiones, aciertos y errores.

Acá viene un cambio de paradigma: antiguamente la salud en Chile se sustentaba principalmente de la beneficencia, actualmente son los trabajadores los que la sustentan a través de sus cotizaciones e impuestos.

Cambios en la salud y toda la cadena de valor

Lo anterior permite en parte solventar el sistema, pero nuevamente la pregunta: ¿por qué no da el resultado esperado? Hay que ser cauteloso al tratar de responder. Por un lado, observamos una disminución de la mortalidad materna, la neonatal, y por desnutrición, aumento en la esperanza de vida y una transición demográfica avanzada y un largo etcétera. Esto ha sido porque el sistema de salud chileno ha logrado dar respuesta a gran cantidad de problemáticas de salud. Sin embargo, aún queda mucho por hacer en cuanto a acceso.

Si analizamos retrospectivamente, debemos reconocer que la tecnología ha sido una aliada tremenda para el desarrollo del sector salud, desde equipos de medición, registro de datos, gestión de citas, software, etc. Es casi imposible generar una atención de salud sin usar un recurso tecnológico.

Sin embargo, el problema de acceso es un elemento importante por analizar. Se derivan al menos: el económico, geográfico y cultural. En estos tres la digitalización será un aliado disminuyendo costos, logrando cruzar fronteras geográficas y adaptándose a diversas culturas. Estos beneficios ya se han evidenciado en telemedicina, revisión de exámenes de imagenología, y sistemas de registro de información, por mencionar unos pocos ejemplos, lo que permite reducir costos, tiempos y llegar a todos lados, favoreciendo la satisfacción usuaria.

Para abordar todos estos desafíos y conseguir un sistema de salud sostenible donde se maximice el acceso, las instituciones están implementando modelos de salud basados en valor y salud de poblaciones. Dichos modelos buscan establecer protocolos homogéneos, disminuyendo la variabilidad del riesgo y facilitando la compartición de dicho riesgo entre pagadores y prestadores. Para poner en marcha estos modelos es clave el uso de la tecnología y los datos, de tal manera que las decisiones se basen en un análisis profundo de la abundante información disponible.

La digitalización está trayendo grandes cambios en el mundo de la salud y a lo largo de toda la cadena de valor. Desde conexión con los pacientes a través de diferentes canales remotos, con sistemas de cita previa que, además de facilitar la gestión de los pacientes, reduce los “no show” mediante una gestión proactiva del agendamiento. También tecnologías como Internet de las Cosas (IoT), que están permitiendo un gran avance en el tratamiento de enfermedades crónicas o la atención de pacientes de avanzada edad, con un seguimiento continuado de estos. Otro ámbito es la telemedicina, que abre un mundo de posibilidades en la relación paciente-médico. El uso de los datos genera un mundo de oportunidades, desde modelos predictivos para prevención de patologías, modelos para maximizar la ocupación de los quirófanos, asignación de recursos, dimensionamiento de los servicios de urgencias, etc. Herramientas de geolocalización en ambulancias para reducir el tiempo de llegada a los puntos de interés. Para la mayoría de estos ejemplos u otros, es clave habilitar sistemas que permitan la interoperabilidad y sistemas como ficha clínica y HIS (Hospital Information System), que faciliten la información de los pacientes de forma estructurada y accesible.

Retos y barreras

Sin embargo, la implementación de programas de transformación tiene diversos desafíos a considerar y barreras que superar para capturar todo el valor que la digitalización puede traer. Hay algunas que están en manos de las compañías de salud y que pasan por realizar las inversiones necesarias en la incorporación de las tecnologías, de una manera sustentable y buscando la maximización del valor. Para ello es necesario conectarse con los diferentes actores del ecosistema tecnológico y de innovación y desarrollar una hoja de ruta de transformación. Por otro lado, es clave fomentar la adopción de nuevas tecnologías por parte de los diferentes usuarios (personal administrativo, sanitario, pacientes, etc). Otro protagonista debe ser el Estado favoreciendo la extensión del soporte tecnológico necesario como 5G, en conjunto con el mundo privado de las compañías de comunicaciones.

Ubicar a los usuarios en el centro y ofrecerles productos, servicios y mecanismos de pago que se adapten a sus necesidades es de gran importancia, junto con brindar mecanismos de ciberseguridad para resguardar la información privada.

Hoy, gracias a la digitalización una persona puede transferir dinero, incluso con otra moneda, de un lugar a otro en el mundo. Sin necesidad de hacer una fila y presentarse en una caja. ¿Cuántas barreras se rompieron con este sencillo ejemplo? Muchas. La banca es un fiel reflejo del éxito en la alianza con la digitalización. ¿Y salud por qué no? Son áreas distintas, sin duda, pero eso no impide que se explore y potencien proyectos innovadores que le faciliten la vida a las personas y sigan rompiendo barreras y mejorando el acceso a salud. Hasta ahora Chile ha dado buenos pasos en redes y conectividad, aún falta bastante por desarrollar, pero si generamos alianzas fuertes, el sistema de salud público y privado se verán beneficiados.

Chile está próximo a vivir grandes cambios, la invitación es a considerar esta arista y dejar las puertas abiertas para incorporar y potenciar nuevas herramientas innovadoras en el sector salud y a integrar la digitalización como una aliada; es el momento de ampliar la mirada.

Los tomadores de decisiones del sector salud deben buscar distintas alianzas con los generadores de tecnología y perseguir constante y persistentemente la innovación internamente y en conexión con el ecosistema. Es una apuesta segura que ya ha traído resultados en salud y en otros sectores.

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Redacción

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