Para nadie es un misterio que las telecomunicaciones están experimentando un proceso de cambio y evolución continua, y lo más probable es que éste se prolongue en el tiempo y además incremente su ritmo.
Los servicios de telefonía no han escapado de este proceso y es así como hoy día existen en el mercado distintas alternativas tecnológicas que se podrían clasificar bajo el paraguas de servicios de voz: telefonía fija, móvil, IP, fija inalámbrica, por Internet u otras.
Si se observa a lo largo del tiempo, una de las tendencias de cambio que puede distinguirse es la adopción por parte de las personas y las empresas de aquellas opciones que permiten una comunicación simple, con gran ubicuidad, portable, flexible y más oportuna. Estas consideraciones posicionan a la telefonía móvil como más valorada que la fija y son las que, en gran medida, justifican su alto grado de penetración.
Sin embargo, la telefonía fija tiene características importantes: alta disponibilidad, calidad uniforme y, en muchos casos, un menor costo comparativo que el de la alternativa móvil. No es extraño entonces escuchar y leer acerca de esfuerzos de la industria tecnológica orientados a desarrollar e instalar recursos para que los servicios de telefonía fija y móvil puedan integrarse y lograr una sinergia en beneficio del usuario, tendencia que se conoce como Convergencia Fija-Móvil (Fixed Mobile Convergence-FMC).
Otra de las tendencias de cambio es la aparición de diferentes alternativas de comunicación, tanto para las personas como para las compañías, que a veces compiten y otras se complementan con los servicios de voz y en particular con la telefonía, como por ejemplo el correo electrónico, chat, videollamadas, portales web, blogs, fotologs y más. Podemos decir que hoy las empresas disponen de diversas alternativas que permiten satisfacer las necesidades de telecomunicaciones tanto internas como externas.
Los sistemas de Comunicaciones Unificadas basados en redes inteligentes permiten que la Convergencia Fija-Móvil pase a ser una materia prácticamente oculta para el usuario. En éstos se encuentran presentes al menos tres elementos claves: la infraestructura de red inteligente, las aplicaciones y los terminales de usuario (IP phone, PC, PDA,
smartphone u otros).
La infraestructura de red
Esta va más allá de los equipos tradicionales, puesto que además aparecen componentes que proporcionan la inteligencia para detectar las características del terminal de usuario y los requerimientos de la comunicación, y coordina perfectamente la asignación de recursos para establecer, mantener y finalizar ésta.
Además, se hace cargo de la ‘movilidad’ del usuario pero en un sentido más amplio que sólo espacial, referente a la movilidad de capacidades del terminal y del empleo de las aplicaciones, entre otros. En la inteligencia de la red aparece el concepto de ‘presencia’, que mantiene la caracterización o atributos del usuario, y del terminal y los permisos para utilizar algún tipo de recurso en la red.
En este sistema de Comunicaciones Unificadas el usuario determina cómo recibir o establecer la comunicación, de manera que se acomode mejor a su condición en ese minuto. Así, por ejemplo, puede optar por recibir algunas solicitudes vía llamada video o sólo voz. Si se encuentra en su puesto de trabajo, entonces podrá optar por atender esta comunicación en su teléfono IP o computador usando su software de colaboración. Si está fuera, entonces podrá recibirla en su PDA o smartphone a través de la red móvil disponible en cualquiera de sus sabores (Wi-Fi, WiMax o GSM). El sistema también permite extender las opciones disponibles de comunicaciones más allá de los servicios de voz o video. Proporciona a la empresa la capacidad seleccionar qué tipo de comunicación se utilizará para satisfacer sus requerimientos, posibilita definir y aplicar perfiles de usuarios, administrar los criterios de asignación de recursos de acuerdo con éstos y priorizar su asignación, ayudando a optimizar el uso de los más escasos. Permite definir el tipo de canal (web, video, voz, e-mail, chat u otro) con el cual se dará la interacción con sus clientes y, por sobre todo, facilita la coordinación y cooperación de los diferentes grupos dentro de una compañía.
Toda esta evolución de las comunicaciones plantea desafíos adicionales y, en particular, presenta una tendencia de cambio en los criterios de decisión usados hasta el momento para seleccionar un tipo de red para las empresas: optar por un sistema tradicional y mantener las comunicaciones como centro de costos o adoptar un sistema unificado para dotar a la empresa de una ventaja competitiva.