Nicolás Deino, Accenture.
¿Qué penetración tiene el mercado de medios de pago electrónicos en Chile?
De acuerdo con un estudio reciente de Accenture, en la próxima década 2,7 billones de transacciones, por un valor de US$48 billones, dejarán de realizarse en efectivo y pasarán a llevarse a cabo con tarjetas, pagos interbancarios e instrumentos de pago alternativos. Esto representa una oportunidad de US$300.000 millones.
Chile está avanzando de forma importante en este sentido. De esa forma, de acuerdo con un estudio reciente del Depósito Central de Valores (DCV) y Cadem, el uso de efectivo ha caído fuertemente en Chile en los últimos años y, actualmente, el método más utilizado en el país para realizar pagos es la tarjeta de débito, con un 87%.
Así también, de acuerdo con Transbank, si bien Chile es líder en América Latina en pagos electrónicos, con más del 40% del consumo doméstico realizado a través de estas plataformas, todavía hay una brecha por reducir respecto de los países más desarrollados, en los que este tipo de pagos alcanza entre un 60% y 70% de penetración.
¿Qué barreras e impulsores existen en este mercado?
La principal barrera e impulsor es la misma: la innovación. Aún existe temor en el sector a abrirse a estos nuevos sistemas de pago que están surgiendo. Y la oportunidad es importante. Los pioneros en carteras digitales siguen innovando, añadiendo nuevos productos y servicios de valor a sus carteras en un esfuerzo por aumentar su cuota de mercado. Apple, por ejemplo, ha añadido una tarjeta digital a Apple Pay y desplegado funciones “tap-to-pay” para competir con otros proveedores de pagos sin contacto.
¿Cómo ha afectado la pandemia los hábitos de uso de medios de pago electrónicos?
Sin duda, la pandemia aceleró en décadas la innovación en el sistema de pagos. Sin embargo, los métodos de pago tradicionales siguen dominando y la mayoría continúa usando la tarjeta de débito y las tarjetas de crédito.
Pese a lo anterior, las ofertas de nueva generación, como las billeteras digitales, cuenta a cuenta (A2A), compra ahora, paga después (BNPL) y los pagos metaversos están ganando terreno a nivel mundial y en Chile también. Por ejemplo, en el estudio de Accenture, Technology Vision 2022, un 54% de los chilenos dijo que ya usa o planea usar criptomonedas. A nivel mundial, 56% de las personas afirma que ya utiliza monederos digitales, 10% aplicaciones de pago A2A y 6% BNPL.
¿Qué relevancia y rol está teniendo la seguridad?
Aquí entra nuevamente la innovación. La seguridad es otra razón de por qué los proveedores de servicios de pago nunca pueden dejar de innovar. Hoy en día, los bots automatizados pueden completar unos 100 ataques cada segundo. Para adelantarse a los ciberatacantes, las entidades financieras deben ser tan innovadoras como ellos. Los análisis avanzados y el Aprendizaje Automático son la próxima oleada y capa de protección.
Pueden identificar patrones y anomalías que permitirían indicar fraude con una rapidez y especificidad que los humanos no pueden. Esto aportará un enfoque totalmente nuevo a la seguridad de las transacciones, las aplicaciones y los productos interbancarios.
¿Cómo se maneja la regulación de los medios de pago electrónicos en Chile? ¿Falta avanzar?
Es muy importante avanzar en la regulación de los nuevos sistemas de pago que están surgiendo, no solo en Chile, sino que en todo el mundo. Por ejemplo, los sistemas de pago de cuenta a cuenta y los sistemas BNPL no están regulados y están desarrollándose a gran velocidad.
¿Qué rol tienen en la inclusión financiera?
La innovación en el sistema de pagos es una herramienta fundamental para avanzar en la inclusión financiera. Es clave continuar desarrollando, en colaboración con instituciones financieras y bancos públicos y privados, productos financieros digitales innovadores, de fácil acceso, para aumentar el uso de las de los servicios financieros entre los grupos que han sido históricamente excluidos, como las mujeres, personas de tercera edad e inmigrantes.
Por ejemplo, en el caso de las mujeres, la inclusión financiera desempeña un papel fundamental en el empoderamiento económico de ellas. Proporcionar a las mujeres los instrumentos financieros adecuados se ha relacionado con una serie de resultados positivos, como la reducción de la pobreza, una mejor gestión de riesgos, un mayor control sobre los recursos del hogar, la capacidad de iniciar o invertir en empresas, y una mejor educación y nutrición de los niños.
¿Cuáles son las tendencias más importantes en este mercado en el país?
Cloud, Inteligencia Artificial, criptomonedas y el nuevo consumidor que surgió por la pandemia, son los principales factores que identifican las instituciones financieras como los elementos clave que están transformando -y seguirán cambiando- el sistema de pagos a nivel mundial y el caso de Chile no es diferente.
En este contexto, hay tres tendencias clave. La primera es la tecnología. Una base tecnológica ágil permite una mayor velocidad de comercialización y mejores márgenes, gracias a una menor base de costos. Las eficiencias pueden reinvertirse para impulsar un rendimiento e innovación continuos. En ese sentido, la nube permite a los proveedores de pagos llegar al mercado con nuevas propuestas de valor. Pueden, por ejemplo, desarrollar rápidamente microservicios dirigidos a oportunidades de mercado y clientes específicos. Además, una arquitectura en la nube desbloquea los datos, e impulsados por la Inteligencia Artificial, potencian el rendimiento.
Otro elemento fundamental en el ámbito de la tecnología son las plataformas de API, que permiten impulsar conexiones fluidas con los clientes.
Asimismo, la monetización de datos representa nuevas fuentes de ingresos a partir de los activos existentes. Los datos de los consumidores solo adquieren valor cuando una empresa de pagos puede utilizarlos para personalizar las experiencias de los clientes en la decisión de compra y consumo.
A medida que los datos de pago son cada vez más grandes y requieren más almacenamiento y ancho de banda, las empresas necesitan desarrollar una estrategia de datos coherente que especifique cómo y en qué formato se almacenan la data, y cómo se abordará la confianza y la privacidad de los clientes.
¿Cuáles son las otras dos tendencias claves?
La segunda tendencia es la evolución de los modelos operativos. Las empresas de pagos que están liderando están renovando sus modelos operativos con el objetivo de agilizar los procesos. Un estudio reciente de Accenture concluyó que, si se replantean sus modelos de negocio y adoptan las estrategias innovadoras de los nuevos operadores de banca y servicios financieros exclusivamente digitales, los bancos tradicionales, por ejemplo, podrían aumentar sus ingresos en casi un 4% anual, lo que supondría más de medio billón de dólares de ingresos adicionales para 2025. Para esto es fundamental avanzar hoy hacia una transformación en la cultura de negocio, que tenga como foco la banca abierta.
La tercera tendencia es el trabajo conjunto con el ecosistema. Las ofertas de banca como servicio, por ejemplo, permiten hoy a las organizaciones de diferentes sectores integrar los pagos en sus ofertas. El trabajo continuo con los diferentes socios posibilita a las empresas de pagos salir al mercado más rápidamente con productos innovadores y propuestas de valor más amplias. De esa forma, pueden desarrollar más fácilmente servicios de valor añadido o complementarios.
Quienes liderarán en el mercado de pagos en los próximos años no se centrarán simplemente en emular a los disruptores Fintech y Bigtech. Las instituciones financieras deben avanzar hoy hacia una estrategia que mezcle lo mejor de lo tradicional y de la digitalización, siempre con foco en adelantarse a las demandas de los consumidores.