Marcel Valverde.
A diferencia de lo que muchos imaginan, el Lenguaje Común Orientado Hacia los Negocios (Common Business Oriented Language), más conocido como Cobol, es utilizado a gran escala principalmente en la operación de sistemas de naturaleza crítica, aquellos que nunca pueden fallar.
Creado en 1959, este tipo de programación es considerado un recurso necesario y de alto desempeño en computación por empresas públicas y privadas pertenecientes a diversos sectores económicos. Cuando se trata de funciones de procesamiento numérico, en las que cualquier error de redondeo representa una gran diferencia, los códigos se basan en este lenguaje para garantizar la exactitud necesaria.
Bancos, compañías de seguros y sistemas de gestión de fondos de pensiones, entre otros, son grandes usuarios de esta tecnología, ya que puede ser utilizada e integrada en cualquier plataforma. Aproximadamente el 85% de las transacciones de negocios procesadas diariamente por instituciones financieras se ejecutan en Cobol.
Una restricción común que surge cuando se trata de programación Cobol tiene que ver con el complejo tratamiento de pantalla y la baja usabilidad de la misma para los estándares actuales. Esta restricción no existe en los modernos sistemas, donde los entornos especializados permiten recibir los datos en bruto desde la aplicación y presentarlos en el dispositivo y los formatos más convenientes para cada usuario. La capa de presentación tiene soporte de forma aislada de la aplicación, lo que permite una increíble agilidad en la publicación de la información y además refuerza la seguridad de la misma.
Una oportunidad en el corazón de TI
Se estima que existen 2 millones de profesionales que trabajan en Cobol en el mundo, muchos de ellos cercanos a la edad de jubilación. Este ciclo genera una demanda que brinda buenas oportunidades para los especialistas de este lenguaje.
Una de las estrategias para atraer el interés de las instituciones educativas y de los estudiantes de TI hacia Cobol (además de la clara oportunidad financiera proveniente de la demanda de profesionales) es integrarlos a entornos de desarrollo ampliamente utilizados y cubiertos por el currículo académico de las instituciones. Un ejemplo de ello es Cobol editado a partir de un entorno Eclipse y otro son los diccionarios de datos personalizados que facilitan el almacenamiento y la recuperación de datos.
Actualmente, se entregan más de 5.000 millones de líneas escritas en Cobol por año y la inversión en esa plataforma (incluyendo personas y hardware) se estima en US$5 trillones.
La sustitución de la plataforma Cobol no está en los planes de la gran mayoría de las organizaciones. Estas tienen como prioridad atender un negocio cada vez más demandante, es tiempo de avanzar y poner a disposición de sus clientes y colaboradores información segura en el momento y en el dispositivo preferido por cada uno. Esta misión puede ser muy bien atendida por sistemas Cobol, actualizados, modernizados y ágiles, proporcionando soporte a las empresas y gobiernos para sus operaciones más críticas, como ha sido hasta hoy.
Para las instituciones educativas, una posibilidad es la creación de currículos opcionales y cursos personalizados “in company” destinados a este mercado. Para los futuros desarrolladores cabe ver esta oportunidad, ubicada en el corazón de TI de las mayores instituciones públicas y privadas.