En Chile, la Ley de Inclusión Laboral fue un puntapié inicial para avanzar en aspectos concretos que permitieran a las personas con discapacidad desenvolverse mejor al interior de las empresas. Y es que no solo es necesario abrirles plazas laborales, sino también garantizar que cuenten con las mejores condiciones para desenvolverse.
Por eso, desde el 1 de noviembre está vigente la normativa que exige a las empresas con más de 100 trabajadores contar con un especialista certificado en inclusión, quien deberá implementar políticas inclusivas. En este contexto, una de las empresas de courier más importantes del país se acercó a Clean Copper, que asumió el desafío de hacer señaléticas en lenguaje braille, para su instalación en las oficinas centrales de la compañía.
Este reto, junto a las ganas de aportar con soluciones concretas a las empresas motivó a los fundadores de la startup apoyada por Corfo a desarrollar un primer prototipo. “Nuestras máquinas nos permiten hacer algo muy pulcro en diseño de señaléticas y, además, es muy rápido y bastante más económico en comparación con lo que ofrece el mercado. Adicionalmente, nuestra tecnología de cobre antimicrobiano asegura la desinfección continua de las superficies, para evitar problemas con cualquier patógeno, entre ellos, el coronavirus”, explicó Nicolás Méndez, CEO de Clean Copper.
Las ventajas comparativas de este desarrollo dejaron gratamente sorprendidos a los líderes de la firma de courier, pues el trabajo conjunto con una fundación especializada en visibilidad reducida permitió certificar que las señaléticas estaban bien escritas en braille y que su tamaño y la altura de su instalación eran adecuados.
Para las organizaciones que buscan implementar señaléticas inclusivas, Clean Copper pasó a ser la opción más conveniente, no sólo por los precios sino también por la flexibilidad y los tiempos de respuesta, ya que no son elementos importados.
“Las empresas en general y sobre todo hoy, lo que están haciendo es reducir gastos. Si googleas señaléticas en braille, se perciben de inmediato dos problemas: el primero es que es súper acotado. Tú no le puedes decir a alguien que escriba ‘Salida de emergencia’ u ‘Oficina Rauquén’, porque se restringen a los típicos ‘Entrada’, ‘Salida’ y ‘Baño’. Si quieres poner ‘Baño de Mujeres’ ya se complican”, señaló Nicolás Méndez.
El segundo problema para muchas organizaciones resultó ser el costo, porque una señalética muy pequeña puede llegar a costar $15.000 o $20.000 sin instalación. “Nosotros podemos escribir de forma muy rápida lo que se requiera y siempre con la certificación correspondiente”, añadió Méndez.
La instalación de las piezas que se auto desinfectan también corre por cuenta de Clean Copper. “Para la persona con visibilidad reducida es tremendamente importante esta herramienta que, además de guiarla, cuida su salud”, concluyó el CEO de Clean Copper.