Christian Nicolai: “A nivel público no hay trabas para el desarrollo de las telecomunicaciones”

Apurar el paso en materia de desarrollo de las telecomunicaciones es uno de los principales objetivos del Gobierno. A través de políticas de promoción, subsidio y regulación, Chile espera seguir a la cabeza de Latinoamérica y ?pisarles los talones? a los países que lideran la industria telco en el mundo. ?No se trata de alcanzarlos, ni de convertirnos en productores de equipos? -aclara Christian Nicolai, Subsecretario de Telecomunicaciones-, pero sí de aplicar la tecnología disponible para ser más productivos y competitivos a nivel país?. Acerca de las metas del sector y de nuevas tecnologías como Wi-Max, conversamos con el Subsecretario en el marco del Día Internacional de las Telecomunicaciones conmemorado recientemente en Chile

Publicado el 30 Jun 2005

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Apurar el paso en materia de desarrollo de las telecomunicaciones es uno de los principales objetivos del Gobierno. A través de políticas de promoción, subsidio y regulación, Chile espera seguir a la cabeza de Latinoamérica y ‘pisarles los talones’ a los países que lideran la industria telco en el mundo. “No se trata de alcanzarlos, ni de convertirnos en productores de equipos” -aclara Christian Nicolai, Subsecretario de Telecomunicaciones-, pero sí de aplicar la tecnología disponible para ser más productivos y competitivos a nivel país”. Acerca de las metas del sector y de nuevas tecnologías como Wi-Max, conversamos con el Subsecretario en el marco del Día Internacional de las Telecomunicaciones conmemorado recientemente en Chile

¿Cómo adhiere Chile al lema del Día de las telecomunicaciones “ha llegado el momento de actuar”?
En Chile estamos actuando, hace algún tiempo, en materia de telecomunicaciones, concentrados en desarrollar nuevas alternativas de conectividad. Trabajamos en impulsar fuertemente la banda ancha, en la introducción de nuevas tecnologías como Wi-Fi y la entrada de Wi-Max. En conjunto con el Gobierno hemos apostado a una Agenda Di-gital que involucra temas como acceso, contenido y educación, junto con industria telco y regulación. Por lo tanto, desde nuestro punto de vista, este lema significa que debemos apurarnos aún más. Ya lo hemos he-cho relativamente bien, pero nos falta mucho y en eso trabajamos.

¿Cuál es el compromiso gubernamental y las metas concretas del sector para este año?
El compromiso gubernamental se enmarca dentro del ámbito de acción del Gobierno, que en este sector es básicamente de promoción, subsidio y regulación. Por lo tanto, nuestra ta-rea es crear normas que posibiliten la competencia y las inversiones de privados.

Desde el punto de vista de promoción, empujamos y mostramos nuevas tecnologías como aplicaciones de telefonía móvil, especialmente so-luciones inalámbricas de acceso. Además, hemos trabajado para regular que Wi-Fi sea posible en espacios públicos, convirtiéndonos en el país con el mayor número de hot spots en Latinoamérica, con cerca de 400 puntos.

Invertimos $315 millones en subsidios para conectar las tres cabeceras comunales que no tenían conec-tividad terrestre -Hualaihué, Futa-leufú y Palena,- en un proyecto que mezcla enlaces microondas digitales con fibra óptica y que nos permite garantizar igualdad de acceso. Este es un tema de vital importancia para el Gobierno, porque la falta de acceso es lo mismo que tener un puente cortado. Por eso estamos construyendo puentes, que es acceso para nosotros. Asimismo, este año estamos trabajando fuertemente en desagregación de redes y VoIP, evaluando qué debemos regular y de qué manera.

¿Cuáles son las acciones en cuanto a la regulación de VoIP?
En este tema definimos que no regularemos la comunicación entre computadores y tampoco desde un computador a la red pública. De lo que sí estamos preocupados es de regular que la comunicación que se hace so-bre Internet desde un número telefónico a otro -comparable a la telefonía pública de hoy- tenga las mismas reglas y que el consumidor esté protegido. La competencia debe tener iguales reglas para todos, por lo tanto no es posible permitir que no se re-muneren las redes, que no se paguen los cargos de acceso correspondientes, y que un modelo tenga ciertas normas en cuanto a calidad, disponibilidad de servicio y atención a cliente, y otro no.

¿Qué barreras existen a nivel empresarial y público para que estas tecnologías se masifiquen?
A nivel público no hay trabas, ya que la regulación es mínima. Respecto a las barreras del sector empresarial, es obvio deducir que aquél que ha realizado una inversión quiere rentabilizarla el mayor tiempo posible. Lo importante es que no hayan ineficiencias o traspaso de costos al consumidor y que éste tenga asegurado que va a disponer de servicio a través del tiempo. Este no es un sector en que se puedan correr aventuras de un minuto; aquí la conectividad tiene que ser sustentable a largo plazo.

¿Cómo proyecta el Gobierno el desarrollo de tecnologías como Wi-Max?
Lo vemos como una alternativa extremadamente interesante. La experiencia con Wi-Fi ha sido muy buena, pero Wi-Max tiene mayores ventajas en términos de velocidad de conexión y extensión de la zona de cobertura, por lo tanto, puede ser una alternativa muy interesante para localidades en las cuales no hay acceso. Si Wi-Max tiene realmente capacidad de conexión en alta velocidad, ofrece la alternativa de entregar en una sola boca servicios de voz, video, imágenes fijas, televisión por cable y datos, y eso de todas ma-neras es más eficiente.

¿Cuál es el nivel de Chile respecto al desarrollo de las telecomunicaciones a nivel regional?
Comparándonos respecto de nosotros mismos lo importante es que es-tamos avanzando en la oferta de igualdad de oportunidades y disminución de la brecha digital interna. Asimismo, sabemos que nuestra experiencia en esta materia de telecomunicaciones es evaluada como un modelo positivo por otros países de la Región.

En términos de cifras, vamos a la cabeza de Latinoamérica en muchos ámbitos. Por ejemplo, en telefonía fija -en cuanto a penetración y cobertura- estamos en los primeros lu-gares. Sin embargo, la comparación debería apuntar a aquellos países que han logrado desarrollarse a partir de las TIC, por lo que estamos mirando hacia Corea, Israel, Irlanda y países nórdicos como Finlandia y Suecia.

¿Es factible alcanzarlos?
No se trata de alcanzarlos. Nuestro objetivo no es ser productores de equipos de telecomunicaciones, sino desarrollarnos en nichos específicos gracias a la implementación de tecnologías. Las telecomunicaciones son herramientas que nos pueden ayudar y, aunque constituyen una industria en sí mismas, lo fundamental es su aplicación en educación para hacer crecer al país como un todo. Tenemos que usarlas como lo están haciendo aquellos mercados verticales como vitivinícola, sal-monero, minería y maderero, para mejorar su productividad. Si como país aplicamos tecnología nuestra competitividad aumenta y se empieza a generar este círculo virtuoso que nos va exigiendo más y, por tanto, esta industria también crece. Gracias a ella podemos proyectar al país como una plataforma de negocios, que a través de un adecuado nivel de desarrollo de las telecomunicaciones permite estar conectados con todo el mundo.

Julio de 2005

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Redacción

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