Preocupantes cifras entregó el último Informe Global sobre Tecnología del World Economic Forum respecto a la situación tecnológica en que se encuentra nuestro país, ubicándolo en la posición número 34 frente al lugar 31 del año pasado y a la 29 de 2006. Este nuevo descenso se explicaría, principalmente, porque no estamos desarrollando de forma óptima las distintas componentes necesarias para sustentar la capacidad de absorber tecnología.
Además de que la inversión en Tecnologías de Información y Comunicación, y en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) no se está dando a las tasas requeridas por nuestro país, tampoco estamos avanzando como deberíamos en la preparación de los recursos humanos para el futuro. Por ello, es necesario crear un modelo ágil de educación, que incorpore nuevas tecnologías y considere el entrenamiento de todos los involucrados en el proceso educativo para incorporarse al nuevo sistema pedagógico.
Potenciar: RRHH capacitados y cluster exportadores
Asimismo, es importante generar un marco adecuado para que la inversión en tecnología e I+D dé un salto cuantitativo en el sector privado, que actualmente representa sólo el 30% del total de recursos destinados en esta materia en Chile, mientras que el sector público abarca el 70%. Para lograrlo es fundamental un incremento en la cantidad de doctores en ciencias y técnicos calificados, además de potenciar el dominio del inglés en nuestro capital humano.
En materia de comercio exterior, debemos generar valor agregado en los clusters exportadores, lo cual se basa en el desarrollo de una fuerte industria tecnológica en Chile, al estilo de India, que entregue servicios offshoring y que aporte valor a toda la economía. Con ello, la industria podría generar unos 100 mil empleos y más de US$5.000.000.000 anuales en ingresos.
La necesidad de un esfuerzo público-privado real
Estos objetivos sólo se lograrán con un esfuerzo público-privado real que incorpore todas las partes: gobierno, academia, empresa y sociedad civil. Desarrollar hoy las políticas adecuadas en estas materias, además de posicionar de mejor manera a Chile en los índices internacionales, impactaría directamente en el crecimiento económico y social del país, uno de los temas prioritarios para el Gobierno.
Es necesario que tomemos conciencia de que cuando el país baja en estos índices, no es simplemente estadística, sino que significa que disminuyen las posibilidades de alcanzar el desarrollo.