La exportación de servicios globales en nuestro país ha crecido de manera sorprendente en los últimos años. En el 2006 totalizamos envíos por US$200 millones y esperamos que este año la cifra alcance los US$1.000 millones. Es decir, en apenas cuatro años hemos quintuplicado las exportaciones.
Como industria nos hemos propuesto mantener este factor de crecimiento y alcanzar en el 2015 envíos por nada menos que US$5.000 millones. Es una tarea titánica, pero que es posible alcanzar. Así lo avaló Avinash Vashistha, CEO de la consultora india Tholons y experta en offshoring, quien vino a nuestro país para presentar, durante un seminario organizado por Sofofa y el Banco Interamericano de Desarrollo, los resultados de un estudio sobre la industria de servicios globales en Chile.
De acuerdo a este mismo informe para alcanzar el objetivo de los US$5.000 millones debemos hacer cambios radicales. No el próximo año ni el próximo mes, sino que a partir de hoy día mismo. No tenemos tiempo que perder.
Esto es coherente con el desafío planteado por el Gobierno de impulsar la creación de 100 mil nuevos emprendedores.
La realidad indica que Chile necesita una nueva generación de emprendedores TI, capaz de impulsar a la industria tecnológica hacia la innovación y a convertirse en un sector de clase mundial. Esto ayudará tanto al crecimiento de la industria como de la economía y los sistemas de comunicación del país, generando una evolución del área tecnológica que permita entender los beneficios de conceptos como el teletrabajo y participar de nuevos nichos de negocio, como los servicios globales.
Un entorno favorable
El análisis de nuestro sector indica que esa nueva generación de emprendedores debe venir de estudiantes y egresados de MBA. Los profesionales jóvenes con estudios de postgrado cuentan con experiencia y conocimiento del entorno empresarial, lo que les entrega una mayor visión a la hora de crear nuevos negocios. Por otra parte, poseen ideas vanguardistas, una base teórica sólida y, por lo general, no tienen grandes compromisos familiares y económicos, lo que los hace menos vulnerables a implementar un proyecto y más dispuestos a asumir los riesgos naturales que involucra emprender.
Sin embargo, hay dos puntos que llaman la atención a la hora de revisar el mundo del emprendedor en Chile. Uno se relaciona con el temor al fracaso y al riesgo que el desarrollo de un proyecto innovador involucra “per se”; y otro con la soledad que debe enfrentar a la hora de buscar apoyo. Es claro que la probabilidad de éxito siempre es escasa y el objetivo es aumentarla generando un entorno favorable y capaz de orientar al innovador para dar a su proyecto un buen futuro.
Todo esto nos lleva a pensar que, si queremos lograr una nueva generación de emprendedores tecnológicos, debemos no sólo generar instancias de soporte, sino también apoyar las ideas innovadoras a través de procesos de asistencia, desde que se generan los proyectos hasta la búsqueda de inversionistas interesados en concretarlo y, por qué no, incluso luego en la internacionalización del negocio.
Es en este camino donde ACTI busca acompañar a los emprendedores digitales, a través de un programa centrado en el concurso de planes de negocios MBA Contest (www.mbacontest.cl). Nuestro objetivo es tener al menos cinco proyectos incubados, funcionando y en contacto con las redes de capital de riesgo en marzo del próximo año, cimentando el futuro de miles de jóvenes chilenos que deben atreverse a emprender en el área tecnológica.