Por Pablo Reyes, Director Regional de Ventas en WCS South America (WCSSA).
La posibilidad de que algunas personas puedan trabajar a distancia sin afectar la producción ha sido un factor determinante para la automatización, ya que tareas que se hacían de forma rutinaria en la oficina, ahora se hacen desde la casa.
Y es que la automatización permite agilizar la administración de las empresas y mejorar los costos de operación, lo cual se traduce directamente en mayor rentabilidad. Asimismo, incrementa la productividad, lo que implica reducir costos de los procesos productivos y de gestión, logrando mejorar la calidad de los productos y de entrega.
También influye en las tareas realizadas por trabajadores, ofreciendo más herramientas tecnológicas, lo que contribuye a eliminar tiempos muertos o repetición de tareas que por error humano deben ser hechas nuevamente.
La automatización, además, optimiza los procesos de producción, así como la disponibilidad de productos, rigiéndose a los objetivos de la empresa; y permite mayor trazabilidad a lo largo de la operación, ya que la digitalización de los procesos hace disponible la información de cada proceso ejecutado.
Lo anterior conlleva una mejor definición de KPI. Al contar con información y datos reales y en tiempo real, se abre la posibilidad de analizarlos de forma periódica, obteniendo informes en cualquier momento, con los indicadores de rendimiento previamente definidos. Al hacer esto, es posible analizar y remediar los puntos débiles, donde exista una mala aplicación o gestión de los recursos.
Por otro lado, al automatizar los sistemas de información es posible la integración entre estos, ahorrándole al trabajador el tener que memorizar las diferentes plantillas a utilizar, las que ahora se encuentran disponibles de manera automática. También permite la vinculación entre diferentes bases de datos de todas las áreas de una empresa, como recursos humanos, inventario, ventas y contabilidad, reduciendo errores internos de comunicación.
Según un informe del McKinsey Global Institute, Chile tiene un potencial de automatización que alcanza el 48,9%. Las industrias que son protagonistas en el proceso futuro de automatización en Chile y el mundo son la minería y el sector financiero, donde se espera que tengan que realizar una importante inversión a nivel tecnológico para poder digitalizarse y no ver mermados sus ingresos.
No obstante, el nivel actual de automatización en las Pymes es muy bajo, por lo cual la brecha es muy alta considerando que hay 800 mil Pymes en el país. El temor que existe a la digitalización y automatización de procesos laborales es grande, pero a medida que el tiempo pase y estos desarrollos se implementen, se generarán múltiples nuevos empleos que serán una necesidad para poder enfrentar estas tecnologías.
Lo cierto es que, en todos los países, la automatización está transformando el trabajo, los negocios y la economía. El ritmo y el alcance de la adopción de estas tecnologías variarán de país en país y en función de factores como los niveles salariales, pero ningún país ni sector permanecerá ajeno.
Para trabajar en la implantación de este proceso es fundamental buscar un partner tecnológico que tenga la experiencia y las herramientas necesarias para poder automatizar los negocios.
