Análisis de una industria tecnológica que sigue potenciando a sus talentos

La revolución digital no solo desafía a las empresas tradicionales que deben transformarse digitalmente, sino que también tiene un impacto significativo en las propias empresas de tecnología que nacieron en dicha revolución: por una parte, deben ser muy veloces y ágiles; y, por otra, actualmente la demanda por talento especializado supera con creces la oferta.

Publicado el 30 Abr 2022

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Amediados de 2021, mientras el desempleo bordeaba el 10% en Chile, los profesionales vinculados a las TI tenían una ocupación del 97%, según el informe de la multinacional IT-Talent. Este sector posee una virtud: la posibilidad de crecer exponencialmente con una inversión relativamente baja, y esto cambia los paradigmas en varios ámbitos, inclusive al interior de las propias empresas tecnológicas. Así se aprecia en la 5a Versión del Estudio de Satisfacción Laboral realizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Los Andes, en conjunto con la asociación gremial Mejor Industria TI (MITI), en el cual participaron 8 empresas de tecnología en Chile y más de 350 talentos.

Algunas cifras reveladoras:

El 53% de los encuestados lleva cinco años o menos trabajando en la industria, el 77% es menor de 35 años y el 81% posee título profesional.

Un talento que por lo demás es ávido de nuevos desafíos y sumamente inquieto, donde el 48% declara querer nuevos desafíos en su rol actual y un 64% se proyecta menos de tres años más en su empresa.

La respuesta por parte de las empresas

Definitivamente no solo se trata de poner una mesa de ping pong en las oficinas (como muchos creen), sino que de mucho más. Así lo entienden las empresas asociadas a MITI, que se caracterizan por tener prácticas laborales donde el 89% se declara motivado y alineado con el propósito y objetivos de la empresa; el 82 % se siente parte de la organización; y el 84% satisfecho con la cultura de su empresa.

Entre estas prácticas laborales, destacan las instancias de comunicación y transparencia, donde el feedback constante cada vez toma mayor importancia, la flexibilidad y trabajo remoto, las oportunidades de aprendizaje continuo y beneficios ad hoc.

Sin embargo, estas prácticas van más allá del área personas, abarcan a la empresa completa, y los líderes de las distintas áreas velan para que las personas se desarrollen en sus diferentes intereses. La generación de startups y nuevos productos es una gran motivante para los que tienen un espíritu más emprendedor; la autogestión y la toma de decisiones, obligan a que las personas crezcan, se desarrollen y no teman a equivocarse.

“En general estas empresas nacieron pequeñas, de dos a tres personas, donde los mismos socios ejecutábamos los trabajos. En la medida en que cada una de ellas fue creciendo, fuimos incorporando a profesionales en la gestión de personas, pero siempre conectados a culturas que han sido formadas desde una visión muy emprendedora”, comenta Mario Zúñiga, Presidente de MITI y Fundador de Zenta Group.

Definitivamente, las empresas, independientemente del sector del que vengan, debieran ahondar en estas prácticas.

Ahora bien, como en todo, el dinero también pesa y la remuneración es un factor decisivo al momento de evaluar nuevos horizontes, lo que motiva a las empresas a crecer para poder tomar más oportunidades y así generar mayores oportunidades de crecimiento a sus colaboradores.

En la actualidad y debido a que la pandemia ha derribado fronteras, normalizando las relaciones laborales en remoto, en MITI las empresas también se están internacionalizando y expandiendo a otros países, lo que sin lugar a dudas también brindará una posibilidad de cambio a los mismos talentos, entre quienes un 12% declara que es el principal motivador para dejar su trabajo actual.

“Llama la atención el aumento de esta cifra, que contrasta con el año anterior, en donde solo 6% de las respuestas expresaron esta tendencia. Es de suponer que esta tendencia a estar dispuesto a trabajar en el extranjero, está relacionada con la pandemia y la posibilidad cada vez más extendida a trabajar de modo remoto en esta industria”, comenta Claudio Álvarez, Académico de la Universidad de Los Andes.

La brecha de género

La industria tecnológica en Chile paulatinamente muestra una tendencia al cambio, ya que el ingreso de la fuerza laboral femenina en esta área ha aumentado notoriamente durante los últimos años. Hoy el promedio en MITI asciende al 29%. Sin embargo, si hacemos un zoom a esta brecha, podemos apreciar que en las áreas técnicas esta brecha aún es mayor, puesto que solo el 18% es mujer.

La buena noticia es que, si miramos la brecha de género por años de tiempo en la industria, el porcentaje de mujeres aumenta significativamente: entre quienes llevan menos de un año, el 44% es mujer y el 42% de ellas están en áreas técnicas. “Sin duda, esto demuestra que esta brecha aún tiene camino por recorrer y, aunque parte de este recorrido se irá cerrando en la medida que más mujeres estudien carreras tecnológicas, para motivar a ello, esta industria debe demostrar y visibilizar que las mujeres tienen igualdad de oportunidades, condiciones laborales y una cultura ad-hoc”, menciona Fabiola Saenz, Gerente de MITI.

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Redacción

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