Recientemente, Alejandro Ferreiro, Ministro de Economía, declaró a un diario de circulación nacional que “Chile sigue siendo considerado un destino muy atractivo para la inversión extranjera. Es evaluado -por lejos- como el mejor país para hacer negocios en América Latina. Una nación que ofrece estabilidad social, política y jurídica”. Si bien compartimos esta afirmación, consideramos esencial para aprovechar estas ventajosas condiciones y acelerar nuestro crecimiento el fortalecer diversas iniciativas para consolidar a la industria tecnológica nacional y llevar a Chile a ser un país del primer mundo.
Una de las principales líneas que nuestra asociación gremial ha impulsado estos últimos años es la comunión entre el trabajo privado y público, enfatizando que las empresas del sector tecnológico deben invertir cada vez más tiempo, recursos y experiencia en llevar adelante iniciativas que favorezcan el sano desarrollo digital del país y beneficien a toda la población, ya sea facilitando sus trámites, agilizando las respuestas de los organismos públicos y su acceso a éstos o introduciendo a más gente al mundo de la tecnología.
Todas las cifras que nos han entregado estudios como el Readiness Index del World Economic Forum, el Indice de la Sociedad de la Información (ISI) y el último análisis sobre desarrollo y crecimiento del sector TI elaborado por la revista The Economist (EUI), indican que la tecnología es fundamental para el crecimiento de los países. Sin embargo, aún cuando estamos a la cabeza de la incorporación de TI en Latinoamérica, Chile se mantiene bajo los niveles óptimos de los países que acaban de alcanzar el desarrollo, que son aquéllos con los que nos debemos comparar.
Por ello, es fundamental fortalecer iniciativas conjuntas entre el Gobierno y las empresas del sector que generen el doble beneficio de impulsar el desarrollo del país y potenciar la inversión privada en TIC.
A la luz de esta doble ganancia para el país, la responsabilidad social de las empresas tecnológicas chilenas y el aporte que éstas puedan hacer para el desarrollo de proyectos que contribuyan a la identificación y solución de problemáticas que afectan a la sociedad en su conjunto, son vitales para el crecimiento de Chile. Romper la brecha digital e impulsar el crecimiento del país a través de la tecnología debe ser el compromiso de todas las compañías de nuestro sector.
La colaboración público-privada es clave para avanzar en los puntos definidos por la última Agenda Digital, principalmente en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), conectividad y gobierno digital.
La Agenda Digital 2004-2006 fue el mejor ejemplo de una iniciativa público-privada exitosa y sus avances son fruto de este encuentro, que no sólo se ha limitado en el marco de las TIC, sino que ha abarcado diversas iniciativas en pos del crecimiento del país.
Los organismos públicos tienen que aprovechar la experiencia que les puede entregar el sector privado para mejorar el funcionamiento de sus instituciones, así como generar más instancias de colaboración que permitan un beneficio hacia todos los chilenos y alcanzar finalmente el desarrollo el año 2020.
En tanto, las empresas tecnológicas deben buscar la mejor manera de contribuir en pos del bien del país, con el objeto de aportar siempre sus mayores esfuerzos hacia el fin común del desarrollo de Chile.
