72 mujeres forman parte del grupo que está siendo capacitado en programación computacional por la fundación Kodea y que se encuentran en pleno proceso de reconversión laboral para reinsertarse mediante el manejo del código Java y .Net.
Como parte de esta capacitación, las participantes deben experimentar una aproximación real a las empresas que tengan un alto nivel de desarrollo tecnológico que operen en Chile. Para ello, se organizó una pasantía en las oficinas de Tata Consultancy Services (TCS) en Santiago, donde pudieron conocer en profundidad algunos de los conocimientos entregados durante su periodo de estudio.
Así, por ejemplo, pudieron conocer el funcionamiento de algunas aplicaciones creadas por TCS que utilizan el lenguaje de programación .Net y Java, etapa que les permitió hacer preguntas concretas sobre el funcionamiento de ellas.
“Queremos ser un facilitador para que en Chile existan más y mejores programadoras”, afirma Henry Manzano, CEO de TCS LATAM. Agrega que “necesitamos desarrollar personal capacitado para un mundo laboral que cambió, que está hambriento de personas que conozcan sobre códigos y programación. Por ello, apoyamos firmemente a Kodea”.
Las participantes de este programa impulsado por la fundación Kodea son mujeres de entre 27 a 39 años, la gran mayoría tituladas de alguna carrera de educación superior (hay antropólogas, prevencionistas de riesgos, diseñadoras, nutricionistas, entre otras) y que buscan nuevas oportunidades para reinventarse en el mundo del trabajo mediante el estudio de programación computacional. Para ello, asisten a cinco horas de capacitación intensiva todos los viernes, donde aprenden y aplican conocimientos en esta materia.
“Para nosotros como Kodea es muy importante que las estudiantes visiten la industria tecnológica para que tengan un panorama claro de cómo funciona y cuáles son las oportunidades de desarrollo que existen para ellas”, afirma Mónica Retamal, directora ejecutiva de la fundación. “Elegimos a TCS porque ellos tiene mucha experiencia en temas de inclusión de capital humano a la industria tecnológica incluso han ido más allá con su mirada hacia minorías que no están representadas… incluido un capítulo de discapacidad que nos llena de alegría”, agrega.
En una segunda etapa dentro de la pasantía, las estudiantes estuvieron con el equipo de Recursos Humanos de TCS, instancia en la que pudieron conocer detalles del mercado laboral de los programadores, tales como ingresos, horarios, proyecciones, entre otros temas de su interés.
Constanza Saavedra, una de las participantes de esta visita, señala que “en esta visita tuvimos la oportunidad de conocer a gente del rubro, las cuales con esfuerzo y perseverancia lograron llegar a donde están, hay que considerar que esto lo lograron con el apoyo de la empresa. Nos demostraron que se puede lograr lo que uno se propone, fue una muy buena visita”.
Similar opinión tiene Carla Jeria, quien indica que “hay muchas inquietudes porque nosotras no sabemos cómo programan los hombres y con eso nos comparan. Ver cómo funciona la empresa desde adentro resuelve y reafirma muchas cosas”, finaliza.