Marco Zúñiga, Director Ejecutivo de Chiletec: “La posibilidad de internacionalizar nuestra industria de software es una oportunidad tremenda”

Fortalezas indudables, como la configuración y soporte locales, hacen del software “made in Chile” una industria reconocida por su calidad, aún cuando es incipiente. Hoy vive una transición, desde un foco en el desarrollo a medida, a aplicaciones más estándares y modelos de servicio con más capacidad de ampliar mercado; y proyecta grandes oportunidades en la internacionalización.

Publicado el 31 Mar 2020

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Marco Zúñiga.

¿Cuál es el nivel de desarrollo de la industria de software en Chile?
Tenemos un buen nivel de desarrollo de la industria local, aun cuando esta es pequeña e incipiente. La calidad de los productos de software chilenos es reconocida tanto en el mercado interno como el mercado externo.

Hoy nos encontramos en un punto de transición desde una industria basada en el desarrollo a la medida y proyectos particulares, hacia una basada en aplicaciones, como por ejemplo Software as a Service (SaaS).

¿Qué aplicaciones son las más fuertes y en qué sectores?
Tenemos un buen nivel de desarrollo en aplicaciones especialmente de las industrias de servicio, conocimiento que va emparejado con el desarrollo de estos sectores en Chile. Por ejemplo, los segmentos de retail, financiero, logística, gobierno y atención ciudadana.

Existen algunas soluciones de nicho exitosas en sectores como minería, forestal y acuicultura, pero son casos más específicos. En el caso de minería y salud, por ejemplo, que son industrias importantes en Chile, ahora se están comenzando a generar condiciones que facilita el desarrollo y, principalmente, la prueba de estas aplicaciones en entornos productivos.

¿Hay algún sector al cual debieran apuntar los desarrolladores hoy en día?
Hay múltiples aplicaciones en diversas industrias, que pueden incorporar, además, nuevas megatendencias tecnológicas, y que pueden dar solución a problemas reales de negocios para dichos sectores. Por ejemplo, aplicaciones de Internet de las Cosas o Inteligencia Artificial.

Pueden colaborar en la migración de modelos tradicionales hacia aplicaciones que incorporen movilidad como concepto de modelo productivo y de servicio, que va mucho más allá de disponer de la aplicación en una plataforma móvil. Es repensar modelos de atención, incorporando modelos multiplataforma y asincrónicos de atención de clientes.

Y en lo que viene, identificar las tendencias futuras, por ejemplo, profundizar en modelos de Edge Computing.

¿Cuál es la fortaleza del software local para las empresas que optan por este?
Indudablemente, configuración local desde el origen y soporte local. Tenemos características propias de nuestro mercado (por ejemplo, el RUT) que facilitan la interoperabilidad y la conexión con múltiples fuentes de datos y servicios. Es distinto que esas capacidades vengan incorporadas en un producto o servicio desde su origen, a tener que ser adaptadas mediante extensiones a estos. Y por cierto, el soporte local, indudablemente, es una fortaleza. Eso en cuanto a las aplicaciones en las capas de negocios. En Chile lamentablemente no poseemos productos de las infraestructuras básicas (aplicaciones de bases de datos, sistemas operativos o motores transaccionales). Ese es un espacio en el cual la recomendación sigue siendo adoptar los mejores productos de clase mundial que se adapten a las necesidades propias.

¿Hay falencias?
Hay falencias en la oferta y en la demanda. En la oferta, que más empresas decidan hacer la inversión de moverse hacia productos empaquetados, ya sea por necesidad o por industria vertical; moverse desde el espacio de las aplicaciones a la medida hacia soluciones masivas, por cierto, más complejas de desarrollar, pero con muchas mayores capacidades de ampliar mercado y clientes. Por el lado de la demanda, la realidad es que en Chile las empresas de las industrias tradicionales no han identificado la tremenda oportunidad de negocios de participar, como un “spin-off” de sus negocios tradicionales, en la creación de “conocimiento empaquetado” mediante el desarrollo de soluciones tecnológicas, tomando como ejemplo los casos de “El Corte Inglés” en España o “Magazine Luiza” en Brasil.

¿Qué modelo concentra más mercado hoy?
Si bien el modelo de software a la medida por volumen es mayor, hoy encontramos dos realidades. Las empresas más tradicionales de la industria de software en Chile siguen teniendo sus principales ingresos en los proyectos y el desarrollo a la medida, pero gradualmente se han ido moviendo hacia modelos tipo SaaS, aún en forma incipiente. Un caso notable de compañías que han hecho una profunda migración es, por ejemplo, nuestro socio DBNet que, desde el mundo del desarrollo tradicional, hoy es líder en Perú en los modelos de servicio de factura electrónica.

Las nuevas empresas o emprendimientos tecnológicos, en cambio, se basan en un modelo centrado en un producto o servicio empaquetado, y los servicios o desarrollos a la medida tienen relación principalmente con la integración de esas plataformas a las aplicaciones propias del cliente, siendo una necesidad para complementar el negocio basado en producto.

¿Qué barreras enfrentan los desarrolladores nacionales?
Al ser Chile un mercado pequeño y teniendo un sector empresarial reconocidamente tradicional, hay tres desafíos importantes para los desarrolladores nacionales. Lo primero es lograr entrar en nichos específicos, los cuales se encuentran altamente concentrados en clientes y generalmente con uno o dos empresas tecnológicas incumbentes. Lo segundo, en ciertas industrias, como la minería y la salud, es lograr realizar pruebas piloto que permitan validar hipótesis y soluciones en un entorno real de aplicación. Y lo tercero es conseguir el financiamiento adecuado que se requiere para la inversión en desarrollar un producto empaquetado, lo cual indudablemente se facilitaría si los demandantes estuvieran dispuestos a participar en modelos de riesgo compartido, pero también de ganancia compartida.

¿Qué retos tiene la industria local de software para satisfacer mejor la demanda?
Un desafío importante es el acceso a capital humano. Hoy los proyectos de transformación digital y el déficit de profesionales TI, han hecho que muchas empresas de la industria resientan la capacidad de atraer y retener buen talento. Esperamos que proyectos como talento digital ayuden en parte a suplir parte de esa demanda.

Un segundo reto es lograr que la industria de software chilena sea reconocida en forma internacional, al menos de manera incipiente en algunos mercados verticales. Para ello, necesitamos más empresas dispuestas a invertir y colaborar en los proyectos de internacionalización que estamos impulsando. De una u otra forma, al ser Chile un mercado pequeño, rápidamente podemos encontrar dos o tres incumbentes en cada sector capaces de suplir la demanda interna. Por ello, la posibilidad de internacionalizar nuestra industria es una oportunidad tremenda. Es, por ejemplo, lo que hemos aprendido de otras industrias basadas en conocimiento experto, como la de composición digital y edición de video cinematográfico, donde si bien la demanda local es muy poca, existen importantes empresas que dan trabajo y crean riqueza desde Chile, para un mercado mundial que mueve cifras importantes.

En concreto, ¿cómo se ha posicionado el software local en el mundo?
Tenemos casos de éxito en todo el planeta, varios de los cuales apuntan a industrias y nichos muy específicos. Por ejemplo, toda la experiencia que Chile adquirió en modelos del Servicio de Impuestos Internos y el Registro Civil a principios de siglo, ha sido la base para sistemas gubernamentales en África. Eso muestra que podemos. Sin embargo, en forma más concreta, en los países de la Alianza del Pacífico y Brasil las aplicaciones de software de Chile son reconocidas. Tenemos productos o empresas bien posicionados en los mercados de Perú, Colombia, México y Brasil. Pero necesitamos más, muchos más. Ese es un desafío país.

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Redacción

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