En el marco de la “Cumbre de Tecnología Linux”, organizada por DuocUC, 20 personas rindieron por primera vez en forma presencial, en Chile, el Examen 102, una de las dos pruebas que validan un nivel básico de especialización en la Administración de Sistemas Linux, entregada por la ONG canadiense Linux Professional Institute. Sobre la importancia de este tipo de estándares para la comunidad OpenSource, conversamos con Lady Murrugarra y Benjamín Gálvez, Presidenta y Director de la afiliación internacional LPI Andino, recientemente creada; y Stacy Gildenston, Directora de Certificación de LPI.
¿Cuáles son las directrices que orientan la labor de LPI?
S. Gildeston: Hace cinco años LPI fue constituido en Canadá como una organización sin fines de lucro, que debe sus orígenes al contacto por e-mail entre la comunidad Open-Source, donde nació la idea de crear estándares profesionales que impulsaran la adopción de este SO. Actualmente, son más de 2.000 voluntarios los que colaboran en este grupo comprometido con el código abierto, que procura fortalecer la adopción y uso profesional de este sistema y, entre otras iniciativas, entrega certificaciones en conocimientos sobre Linux.
¿Qué acreditan estas certificaciones y cuál es su relevancia?
B. Gálvez: Los exámenes que toma LPI son el resultado de un estudio que se hizo entre más de 2.000 personas relacionadas con el software libre y Administración de Sistemas a quienes se les consultó cuáles son las tareas específicas de un Administrador de Sistema. Además, siempre se están incorporando adecuaciones de acuerdo al rumbo que va tomando la administración Linux. Aunque no existen requisitos académicos, se aconseja tener al menos un año de experiencia en Administración de Sistemas Linux, pues los exámenes son de gran rigurosidad.
Existen dos niveles de Certificación: básico (LPIC-1) e intermedio (LPIC-2), considerando ambos la rendición de dos exámenes. También hay un tercer nivel avanzado (LPIC-3), que está en desarrollo, enfocado a la Seguridad e Interconexión de otros sistemas con Linux.
Estas certificaciones son fundamentales para la profesionalización del uso de este SO y, sobre todo, para generar seguridad en el soporte, pues una de las principales barreras en la adopción de éste es la desconfianza de que existan profesionales especializados en este sistema.
¿A qué necesidad local obedece la creación de la afiliación LPI Andina?
L: Murrugarra: La idea era involucrar a la Región, poniendo al alcance de la comunidad abierta local esta certificación a un precio bajo que les permitiera validar oficialmente sus conocimientos, ya que usualmente los costos de acreditaciones internacionales sobrepasan los US$100.
B. Gálvez: Esta certificación es fruto del trabajo comunitario entre expertos y voluntarios de todo el mundo en Linux y una de sus principales características es ser independiente al tipo de distribución Linux. LPI Andino busca que empresas, gobierno y universidades trabajen conjuntamente en el uso de estándares profesionales de Linux, para que a partir de allí se generen múltiples posibilidades, sobre todo a nivel académico, donde se puede fortalecer el desarrollo de aplicaciones OpenSource.
¿Qué falencias existen en la comunidad local de OpenSource?
B. Gálvez: Aunque existen proyectos y aplicaciones de software libre, es un tema que en Chile está recién empezando y falta mucho por hacer, sobre todo en el sector de la educación que es un buen foco de entrada para esta plataforma. Hay que cambiar la creencia de que Linux es una plataforma poco amigable o que no hay soporte para ésta, pues son sólo mitos.
Noviembre de 2004