Los dados ya están arrojados para la industria local de TI. Los recientes TLCs firmados por Chile marcaron el inicio de una larga maratón por demostrar que podemos competir con corredores de la talla de China, la Unión Europea y de Estados Unidos. ¿Cómo lograrlo?, a través de la certificación. Conversamos con Pablo Hernández, Socio Director de DISC, para profundizar en esta tendencia y conocer a fondo su proceso para certificarse de acuerdo al estándar ISO y al modelo CMM.
¿Qué importancia le asigna DISC a la certificación ISO y a la evaluación CMM?
Estas desempeñan un papel esencial, y si hoy observamos a la industria local, ya hay varias empresas certificadas según el estándar internacional ISO, que garantiza que la gestión está respaldada por un sistema de calidad. En tanto, el modelo CMM se enfoca únicamente en los desarrolladores de software, y de acuerdo a nuestra información sólo dos o tres actores nacionales cuentan con CMM Nivel 2.
Nosotros estamos trabajando para obtener la ISO 9000 y CMM Nivel 2 en Marzo y Julio del 2005, respectivamente. Hay que destacar que esta experiencia de abordar un proceso de calidad para acreditarnos en ambos estándares y en forma simultánea, reviste a nuestra iniciativa de una gestión bastante más integral y completa, respecto de la competencia. El sistema CMM Nivel 2 permite administrar eficientemente la gestión de producción de software, pero ISO abarca otras áreas de la firma que CMM no cubre, por lo que éstas se complementan a la perfección.
¿Qué los motivó a emprender este doble proyecto de certificación?
Además de enviar una señal positiva al mercado, entendimos que ISO posibilita el acceso a un sistema administrable de mejoría continua de los procesos, y por este motivo postulamos a ella, en un marco integrado junto al modelo CMM.
La nuestra es una compañía especializada en la asesoría y aplicación de proyectos relacionados con las tecnologías de información, que busca brindar la máxima satisfacción del cliente, a través de servicios tales como desarrollo de sistemas a la medida, outsourcing de profesionales y venta de soluciones tecnológicas. Gracias a este proceso de certificación que iniciamos a mediados del 2003, estaremos en condiciones de aumentar la eficacia de nuestros procesos, entregar productos con mayor valor agregado y ser más competitivos, tanto a escala nacional como internacional.
¿La certificación es su carta de presentación para incursionar en otros países?
Absolutamente. Si analizamos en detalle lo ocurrido en Chile en los últimos dos años, vemos a numerosas compañías extranjeras que tienen certificaciones de todo tipo, lo que automáticamente las sitúa en un nivel superior al nuestro. De hecho, algunos clientes ya nos han advertido que, por una cuestión de estándar internacional, no pueden hacer negocios con firmas de software que no tengan como mínimo CMM Nivel 2. Y es aquí donde tú empiezas a quedar fuera del escenario si no tomas las medidas de rigor, y entiendes que todo se va confabulando para que la certificación se torne en una obligación y en un elemento diferenciador por excelencia.
Un ejemplo a seguir en la industria TI es India, que se ha empeñado en la incorporación de estándares de calidad, y donde empresas ya cuentan con CMM Nivel 5.
¿Qué nuevos desafíos han trazado para el próximo año?
Visualizamos el 2005 como un año bastante positivo, y vamos a abordar ciertos mercados latinoamericanos, que son nuestro principal eje, además de cerrar acuerdos comerciales con actores de la Región. Asimismo y con la certificación en mano, apostamos por materializar una mejoría continua de nuestros procesos internos, elevar nuestra competitividad para satisfacer mercados aún más exigentes, fortalecer nuestra marca y ofrecer al cliente soluciones a la medida y de primer nivel..
Enero de 2005
