Pablo Díaz, Channel Manager Digital Power – Huawei Chile.
¿Cómo se logran data centers con baja huella de carbono?
Hay varios aspectos y conceptos que se consideran para bajar la huella de carbono de los data centers y uno de ellos corresponde a la eficiencia energética (PUE: Power Usage Effectiveness), cuyo nivel se calcula tomando el valor total de la energía que se inyecta al centro de datos y se divide por la energía que consumen los equipos de TI. Es decir, mientras el valor más se acerque al número 1, significa que el centro de datos es más eficiente. Para lograr un PUE cercano a 1, se requiere un sinnúmero de acciones a tomar, tales como medir y solucionar fugas térmicas, además de mitigar problemas operativos, entre otros.
Actualmente, Huawei cuenta con varias herramientas que tienen componentes de Machine Learning e Inteligencia Artificial, con el objetivo de ejecutar acciones en tiempo real para ser más eficientes y, por lo tanto, bajar la huella de carbono.
¿Qué nos puede comentar del proceso?
Huawei Digital Power cuenta con fábricas en China, ubicadas en varios “hubs” tecnológicos como Shenzhen (donde se localiza nuestra casa matriz), Beijing y Hangzhou, entre otras ciudades.
Las fábricas de Huawei son altamente tecnológicas y la mayoría son robotizadas, ejecutando procesos de acuerdo a la calidad del producto, profilaxis y velocidad, por lo que aseguramos al cliente que siempre llegará un producto en condiciones óptimas, de la más alta calidad y sin variaciones entre el primer producto manufacturado y el número mil.
¿Qué es lo más sorprendente e innovador del proceso?
Lo interesante es la cantidad y calidad de la tecnología utilizada en los procesos, al mismo tiempo creada y desarrollada.
Por otro lado, para personas ajenas a la empresa puede ser sorprendente la multiculturalidad de Huawei, que es un gigante con presencia en 170 países que cuenta con trabajadores de distintos lugares del mundo. Esa característica hace atractivo y desafiante el trabajo en equipo, pues compartimos diversas formaciones, costumbres y formas de enfrentar una tarea, lo que a largo plazo enriquece el proceso productivo y la resolución de labores cotidianas.