En los últimos años, Chile ha emergido como un atractivo polo para la instalación de data centers gracias a la estabilidad económica, políticas favorables a la inversión y una creciente demanda de servicios digitales. Nuestra ubicación geográfica ofrece una conectividad tanto a nivel regional como global, convirtiéndonos en un hub crucial para la infraestructura digital en Latinoamérica. Sin embargo, este avance no está exento de desafíos, especialmente en sostenibilidad ambiental.
Los data centers son esenciales para la transformación digital de Chile porque facilitan el almacenamiento y procesamiento de datos críticos para sectores clave como la minería, el comercio, la educación y la salud. Además, son el pilar sobre el que se sustentan servicios emergentes como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el big data, tecnologías que están revolucionando la manera en que las empresas operan y compiten en el mercado global. Convertir a Chile en un Hub Digital no sólo promueve la inversión, sino que también genera el desarrollo de talento digital para un mercado global, lo que sin duda ayuda al desarrollo del país y la disminución de las brechas sociales.
La necesidad de data centers “sostenibles”
Uno de los mayores atractivos de nuestro país para la instalación de data centers es la disponibilidad de energía renovable, principalmente de fuentes hidroeléctricas, eólicas y solares, ofreciendo una oportunidad única para que se desarrollen data centers más sostenibles.
La construcción y operación de data centers conlleva un consumo significativo de energía y agua, y la gestión adecuada de estos recursos es fundamental para minimizar el impacto ambiental. En este contexto, la sostenibilidad de los data centers se ha convertido en un tema crítico porque según datos internacionales, estos centros consumieron el 1% de la electricidad mundial hace algunos años. Aunque puede parecer pequeño, el impacto ambiental es considerable si no se adoptan prácticas sostenibles.
Para adoptar data centers más sostenibles en el país se requiere la adopción de estrategias innovadoras.
En primer lugar, es crucial maximizar el uso de energía renovable. Empresas tecnológicas líderes ya han comenzado a invertir en proyectos de energía solar y eólica en Chile, lo que no solo reduce la huella de carbono, sino que también promueve el desarrollo de infraestructura energética limpia en el país.
La eficiencia energética debe ser una prioridad. Los data centers modernos pueden emplear tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, para optimizar el trabajo y la energía. Los sistemas de gestión de infraestructura de data centers permiten monitorear y gestionar el consumo de energía de manera más eficiente, reduciendo su desperdicio y mejorando la sostenibilidad operativa.
Prácticas “sostenibles”
En este sentido, un tema no menor tiene que ver con la promoción, a nivel nacional, de prácticas sostenibles en la industria. Establecer normas claras y fomentar incentivos para la adopción de energías renovables ayuda a acelerar la transición hacia una infraestructura digital más verde.
Los data centers son un componente vital para el desarrollo digital de Chile, ofreciendo beneficios económicos y tecnológicos significativos. Sin embargo, el desafío de lograr una operación ambiental sostenible no puede ser subestimado. La adopción de energías renovables, tecnologías de eficiencia energética y prácticas sostenibles es crucial para asegurar que el crecimiento de la infraestructura digital no comprometa el medio ambiente. Con el compromiso y la innovación adecuados, Chile tiene la oportunidad de liderar en la construcción de un futuro digital sostenible, demostrando que es posible equilibrar el progreso tecnológico con la responsabilidad ambiental.
