Algunos creen que éste es el más aburrido de los temas de tecnología. Todo el mundo siempre necesita más almacenamiento y una vez que lo adquiere, termina de pensar en él. Pero ya nadie duda de que el almacenamiento se ha convertido en una aplicación crítica para cualquier tipo de negocio ¿Cómo evitar pensar en los primeros años de los 90’ y recordar esos discos cuyo peso y tamaño eran enormes y con capacidades que no superaban los 1,37 Gb? Hoy, además de nostalgia, esto provoca sonrisas dado los grandes volúmenes de información que es necesario almacenar.
Hace unos pocos años, la tendencia era contar con tecnología que garantizara el camino a la consolidación y gestión de toda la información y para ello el uso de arquitecturas SAN (Storage Area Network) o NAS (Network Attached Storage) era fundamental. Hoy en día, las exigencias de los usuarios y la gran competitividad entre las empresas, han hecho que las soluciones de almacenamiento no solamente contemplen parámetros de performance altísimos, sino que además consideren todas las protecciones necesarias para impedir la pérdida de información. No es suficiente tener una solución de almacenamiento local. Aparte de los requerimientos legales que obligan a mantener los datos de forma segura y de la dependencia de la información digital en las transacciones de negocio diarias, está claro que las empresas no se pueden arriesgar a perder el acceso a ésta por un período de tiempo prolongado y menos a perder su pro-pia información. Así entonces, es común contar con diseños que incluyan sites de contingencia de tal manera de asegurar la continuidad operacional.
Virtualización
Las empresas están pidiendo simplicidad, están solicitando gestionar el almacenamiento de forma sencilla y clara, y al menor costo posible, demandas completamente lógicas y razonables. Y es en este ámbito en donde encontramos uno de los elementos más destacables del almacenamiento: la aparición del concepto de virtualización aplicado al storage, esto es, manejar muchos dispositivos de almacenamiento conectados a una red, de manera dispersa, como si fueran uno solo. Aunque la idea no es nueva como tal, su aplicación y sobre todo sus frutos, empiezan a verse en los últimos años, constituyéndose en una clara tendencia en los próximos.
La principal cualidad de los dispositivos de almacenamiento virtuales es el poder asimilar, gracias a su na-turaleza lógica, muchas de las carac-terísticas físicas propias del dispo-sitivo en el cual reside, como puede ser una mayor confiabilidad, desem-peño o tiempos mínimos de acceso a los datos y, por otra parte, permitirse el lujo de garantizar una fácil actua-lización o reemplazo de los disposi-tivos físicos debido a la separación lógica y física que posee, sin sufrir alteraciones en las aplicaciones o en los sistemas operativos.
Gestión del ciclo de vida
Otro concepto que suena últimamente es el de ILM (Information Lifecycle Management), una poderosa estrategia de TI que se basa en que la información tiene un valor distinto a medida que transcurre el tiempo. El concepto de ILM tomó bastante fuerza hace un par de años y aunque quizá no ha crecido tanto, va a ser fundamental en los entornos de almacenamiento en el futuro, implantado de una u otra forma. Y eso es así porque es evidente que no todos los datos son iguales ni todos requieren la misma atención ni la misma inversión para su cuidado.
Septiembre de 2006