eficiencia y sostenibilidad

El desafío energético de los centros de datos



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Con el crecimiento de la inteligencia artificial, la computación en la nube y el Internet de las Cosas, los centros de datos utilizan entre el 1% y el 2% de la energía eléctrica global y su consumo podría incrementarse hasta el doble para el año 2030.

Publicado el 29 abr 2025



Eficiencia energética
Server farm in warehouse with flashing green light, pullback shot

La transformación digital ha significado un cambio en la forma en que se almacena y procesa la información. Desde plataformas de redes sociales hasta soluciones en la nube, la cantidad de datos que circulan por la web aumenta constantemente. En el centro de esta modificación, los centros de datos han emergido como la pieza fundamental de la estructura digital. No obstante, su rápida expansión presenta un reto significativo en materia de eficiencia energética: el uso de electricidad y su efecto sobre el medio ambiente.

Estas instalaciones demandan elevadas cantidades de energía para funcionar, y el calor producido necesita ser eliminado utilizando sistemas de enfriamiento. En la actualidad, representa entre el uno y el dos por ciento del consumo global de electricidad, un número que podría aumentar al doble para el año 2030, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía. En un entorno donde la sostenibilidad es crucial, las organizaciones están explorando alternativas para hacer que sus instalaciones sean más eficientes sin afectar su desempeño.

Los centros de datos gestionan y guardan información de miles de millones de dispositivos conectados a nivel global. No obstante, esta función trae consigo desafíos significativos. Para el año 2027, se prevé que el consumo de energía de los centros de datos represente el 2,5% de la demanda energética a nivel mundial. En los últimos años, el aumento en la adopción de inteligencia artificial está impulsando un aumento del 48% en las emisiones de carbono de grandes empresas tecnológicas como Google.

Además, la densidad de los racks de servidores ha pasado en los últimos cinco años de 2-3 kW a 20-60 kW, generando un aumento proporcional en el calor producido. “Un rack de 20 kW puede emitir hasta 67 veces más calor que uno de 3 kW, aumentando los costos y el riesgo de fallos operativos”, señala Gabriel Estay, director de la unidad de Secure Power y Data Center para el Clúster Andino de Schneider Electric.

El 40% de la energía consumida por un centro de datos se utiliza para su sistema de climatización. Estrategias convencionales, como el enfriamiento por aire, requieren grandes cantidades de agua y electricidad, afectando los recursos naturales y aumentando los gastos operativos. Del mismo modo, en un entorno de cambio climático, disminuir las emisiones se vuelve esencial. Un centro de datos que opera a 10 MW puede liberar hasta 50.000 toneladas de CO₂ anualmente, lo que se asemeja a las emisiones producidas por 10.000 vehículos.

Estos datos son especialmente sensible considerando el contexto actual, con la demanda de centros de datos en Chile en franco ascenso. Según un informe de Aritzon (2025), el valor de este mercado en el país fue de US$ 773 millones en 2024, y se proyecta que generará ingresos por US$ 1.230 millones para 2030, con un crecimiento a un ritmo anual compuesto del 8,27% a lo largo del periodo de proyección.

En este sentido, Estay sugiere que las organizaciones adopten tácticas para minimizar el uso de energía y promover la eficiencia energética en sus centros de datos. El especialista menciona cinco medidas fundamentales y algunos ejemplos en este camino:

Refrigeración líquida: Disminuye el uso de energía hasta un 40% en relación con el enfriamiento convencional por aire. Un caso representativo es el Proyecto Natick de Microsoft, que probó centros de datos sumergidos para optimizar la eliminación del calor.

Free cooling: Emplea el aire del exterior en entornos fríos para mantener los servidores a una temperatura baja sin requerir sistemas de aire acondicionado. Facebook aplica este método en sus data centers en Suecia.

Reutilización de calor residual: En Finlandia, el calor producido por los servidores se canaliza hacia las redes de calefacción urbana, lo que disminuye la necesidad de utilizar combustibles fósiles.

Energías renovables: Google y Amazon han realizado inversiones en energía solar y eólica para suministrar energía a sus centros de datos, disminuyendo así su huella ecológica y gastos de operación.

Optimización con IA: Soluciones como EcoStruxure Resource Advisor de Schneider Electric facilitan la supervisión y administración en tiempo real del uso de energía de los centros de datos, optimizando su eficacia operativa.

Por último, el ejecutivo menciona que la implementación de sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS) efectivos también desempeña un papel crucial en la eficiencia energética. Dispositivos como la UPS Galaxy VXL de Schneider Electric logran una eficiencia del 99%, reduciendo al mínimo las pérdidas energéticas y disminuyendo la huella de carbono.

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