Hace 20 años, los usuarios de las Tecnologías de Información impulsaron un gran cambio en el diseño de los data centers: la compatibilidad de tecnologías de distintas marcas, que permitió el desarrollo de los sistemas como producto integral, mejorando la calidad de las prestaciones y dejando atrás las plataformas propietarias. Hoy, el cambio apunta a la instalación de nuevos paradigmas, en búsqueda de la eficiencia energética. Carlos Leiva, Gerente General de CLK, explica cómo esta empresa supo adaptarse y acompañar a los proveedores de TI en este escenario. Su propuesta considera el desarrollo de centros de datos que pueden usar un décimo del espacio y seis veces menos energía que uno tradicional.
¿Cómo definiría un data center eficiente?
Como un sistema capaz de incorporar nuevas tecnologías apuntando a un menor consumo del recurso energético en sus procesos de TI; esto acompañado de un diseño de la infraestructura apto para la operación de éstas. Este diseño, además de satisfacer los requerimientos de los equipos instalados en su interior y dar continuidad de servicio, debe relacionarse con la visión política y ética de la empresa a la que pertenece. Hoy, la eficiencia energética es una necesidad que va siendo considerada como una obligación, una responsabilidad.
¿Por qué surge esta necesidad y cuáles son sus beneficios?
Todo indica que el crecimiento de la demanda por potencia eléctrica es mayor que la capacidad para producirla. Por ello, un data center eficiente apunta a estar preparado para la disminución de la oferta energética y su consecuente encarecimiento. No sólo optimiza los espacios, utilizando diez veces menos metraje que uno tradicional, sino que también requiere un uso de energía 6,5 veces menor.
Para lograr una visión integral y eficiente del centro de datos, son fundamentales: la arquitectura del recinto, su emplazamiento en el terreno, los sistemas de refrigeración en base a agua (más eficientes y menos contaminantes), y los equipos de generación eléctrica de emergencia, que deben ser seleccionados por su mayor eficiencia y menor contaminación (acústica y de emisión de gases).
¿Qué desafío supone construir un data center eficiente?
Depende de la realidad de la empresa y sus objetivos. Acabamos de terminar las obras del data center de Solint, uno de los pocos en Latinoamérica con una enorme capacidad de procesamiento en un espacio muy reducido. En este caso, el desafío de CLK fue diseñar la infraestructura necesaria en un edificio pequeño -no pensado con ese propósito-, y en muy poco tiempo. Hicimos cambios estructurales y una ingeniería de detalles de alta calidad y complejidad, para que todo calzara al milímetro.
¿Cómo visualiza CLK el futuro de los centros de datos?
Las compañías deben tener visiones de corto, mediano y largo plazo. Aquéllas que en el diseño de sus data centers pongan especial énfasis en el tema energético estarán anticipándose a futuras regulaciones y tendrán una enorme ventaja competitiva, por el ahorro que implica la adopción de estas tecnologías.
Hoy se está produciendo un fenómeno de consolidación de grandes centros de datos, con un servicio integral. El antiguo negocio de arriendo de espacios está dando paso a nuevos enfoques basados principalmente en la virtualización. En este escenario, la eficiencia energética será fundamental como herramienta de control de costos.
CLK cumple un rol importante en esta realidad. Su experiencia, su orientación al cliente y, sobre todo, su visión corporativa de ser el gran referente en el diseño, ejecución y soporte postventa de áreas técnicas, nos obliga a estar a la vanguardia en la investigación de nuevas tecnologías, y en perfecta armonía con nuestros clientes, y con el medioambiente.