La Transformación Digital ha cambiado la forma en que las compañías operan y se relacionan con sus clientes. Sin embargo, otro de sus impactos ha sido el aumento de las amenazas informáticas, lo que lleva a las empresas a buscar formas de modernizar su infraestructura digital y aumentar la seguridad de sus datos. En este sentido, dos tecnologías que se verán ampliamente beneficiadas gracias al auge de los datos digitales son la Inteligencia Artificial (IA), y las Arquitecturas Híbridas.
Ante la importancia de garantizar la seguridad y protección de los datos en los procesos de modernización digital, una de las discusiones más frecuentes actualmente apunta a la seguridad en los Data Centers Híbridos. Según Gartner, el 80% de las empresas cerrará sus Data Centers tradicionales para 2025, solo para enfrentarse a los desafíos que implica proteger los datos en entornos híbridos.
A mi juicio, los Data Centers tradicionales se están cerrando porque están quedando en el pasado, y los clientes deben tomar la decisión de si mudarse a un Data Center Híbrido o migrar completamente a la Nube. Algunos clientes se cambian a la Nube por motivos de seguridad, aunque el cumplimiento es uno de los mayores desafíos en estos casos. Mantener la cadena de custodia y la seguridad de los datos en estos espacios híbridos es una preocupación constante de los especialistas en Tecnologías de la Información (TI).
Ante las exigencias actuales de las compañías, nuestra estrategia es brindar soluciones híbridas que permitan a los clientes ejecutar aplicaciones y mover datos entre la Nube y sus Centros de Datos. De esta manera, las empresas pueden maximizar la protección, el rendimiento y la disponibilidad de sus datos y aplicaciones, manteniendo un equilibrio adecuado entre la Nube y sus propios entornos locales.
Datos digitales, el principal insumo de la Inteligencia Artificial
La Transformación Digital ha impulsado también un crecimiento significativo en las compañías que han privilegiado la inversión tecnológica con enfoque en la experiencia de sus clientes. La Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías que está impulsando este cambio, ya que tiene el potencial de ayudar a las empresas a automatizar procesos, mejorar la toma de decisiones y personalizar la experiencia del cliente. Sin embargo, también hay implicaciones sociales que deben abordarse, como el impacto en el empleo y la privacidad de los datos.
Por ello, es importante verificar que los datos estén depurados y que es seguro operar con ellos para obtener resultados previsibles al momento de utilizar sistemas de Inteligencia Artificial. La creación de datos es un hecho y esto generará más negocios para las compañías, pero el mayor desafío es evaluar la importancia de los datos para el negocio y seleccionar las áreas clave a priorizar para su protección.
A modo de ejemplo, la utilización de Inteligencia Artificial puede tener un impacto significativo en el campo de la salud. Los sistemas de IA pueden analizar grandes cantidades de datos médicos y ayudar a los profesionales de la salud a identificar patrones y tendencias que podrían pasar desapercibidos para un médico humano. Esto puede mejorar la precisión de los diagnósticos y ayudar a los médicos a desarrollar planes de tratamiento más efectivos y personalizados.
Otro campo en el que la IA está teniendo un impacto cada vez mayor es en el sector financiero. Gracias a las soluciones basadas en Inteligencia Artificial, es posible analizar en tiempo real millones de datos de transacciones financieras, para así poder detectar patrones anómalos que podrían indicar fraudes o actividades ilegales. Este proceso puede significar millones de dólares en ahorro para las instituciones financieras, ya sea evitando ciberataques y tiempos de inactividad, como descubriendo y desbaratando operaciones de lavado de dinero.
Efectos no deseados
Finalmente, y a pesar de los muchos beneficios potenciales de la IA, también reconoce la existencia de algunos potenciales efectos no deseados de su implementación en algunos mercados e industrias. Por ejemplo, algunas personas temen que la IA pueda reemplazar a los trabajadores humanos en muchos puestos de trabajo, lo que podría tener un impacto negativo en la economía y en el mercado laboral. Asimismo, existe preocupación sobre la privacidad y la seguridad de los datos que se utilizan para entrenar a los sistemas de Inteligencia Artificial.
De todas formas, a medida que la tecnología continúa avanzando, es necesario seguir explorando los muchos beneficios potenciales de la IA, mientras abordamos cuidadosamente las preocupaciones y los desafíos que plantea. Al hacerlo, podemos maximizar los beneficios de esta tecnología y mejorar nuestras vidas de formas nuevas e innovadoras.