Efraín Morales, Director Territorial para Sector Público en Red Hat Chile.
¿Qué retos enfrentan los equipos de TI en las entidades públicas, más aún en pandemia?
Ha cambiado el escenario. Hace años venimos escuchando el concepto de Gobierno Digital y este va evolucionando en el tiempo y con la contingencia, enfrentando ahora mayores retos a partir de situaciones como el estallido social y la pandemia. Hoy los grandes desafíos son encontrar la agilidad dentro de los equipos internos, entendiendo que estos muchas veces son grupos reducidos; la rapidez, para enfrentar las demandas de la ciudadanía respecto a trámites sociales, acceso a bonos, y todo lo que los ciudadanos esperan que el Gobierno les provea a través de plataformas TI, evitando los trámites presenciales; y seguridad, un aspecto que nunca se debe olvidar. Finalmente, el uptime, es decir, la capacidad de las plataformas de estar funcionando para cubrir la demanda.
¿Cómo podemos diferenciar un entorno de nube híbrida de uno multicloud?
Antes, si una entidad quería montar un servicio nuevo tenía que instalar más servidores o hardware en su data center local; hoy, en cambio, la nube pública tiene la capacidad para soportar cualquier servicio que se quiera montar sobre ella, y las organizaciones incluso pueden auto atenderse en un portal e ir decidiendo cuánta memoria, espacio de disco, etc., necesitarán, sin intervención de nadie.
La nube híbrida les permite tener ese mundo nuevo de nubes públicas, con esta agilidad y simplicidad, conviviendo con su entorno tradicional de centros de datos locales, de manera que ante una contingencia (desastre natural, inundación, terremoto, o un camión que cortó la fibra, etc.) o si requieren sacar un nuevo servicio en tiempo récord, pueden hacer que la aplicación que está corriendo sobre su data center local se vaya a cloud público. Un paso más adelante, el concepto de multinube apunta a tener más de una nube pública disponible, pudiendo llevar, por ejemplo, mi servicio de la nube A a la B, o tenerlo en más de una nube, según me convenga, por temas regulatorios, económicos, etc., dotándome de aún mayor flexibilidad.
La pandemia marcó una importante migración a cloud…
Sin duda. Hoy si bien hay muchas entidades gubernamentales con cargas sobre nubes públicas, y probablemente también sobre data centers locales, no están teniendo la capacidad de manejar estos mundos de forma híbrida y flexible, y mover cargas, según la necesidad. Ese es el reto; invitamos a los clientes a este concepto híbrido abierto, donde la nube convive con el on demand.
¿El desafío es un tema de integración?
Sí, de integración e interoperabilidad. Si yo tengo mi data center local y la nube pública, y no soy capaz, a través de protocolos y procesos automatizados, de hacer que sea flexible, transparente y dinámico, el concepto de híbrido será difícil de alcanzar. Para eso existen partners como Red Hat, en la capa de infraestructura TI, que permiten manejar estos dos mundos en una misma “consola”.
¿Cómo se proyecta el desarrollo de la nube en este sector?
Definitivamente la nube pública en Gobierno es un hecho. Lo que viene es la nube híbrida y abierta, que permita todos los estándares y no amarre tecnológicamente a los clientes, apuntando a que el desarrollo de las aplicaciones comience a ser cloud nativo. En Red Hat podemos ayudar a la modernización de aplicaciones, a manejar flexiblemente este traspaso de información entre nubes, y on premise y cloud. La nube pública es el corazón de esta nueva ola de servicios, pero se necesita también un ecosistema como el que Red Hat puede aportar.