Actualmente, el modelo de cloud computing continúa ganando terreno. A continuación, le presentamos las principales ventajas de este modelo, junto a las aplicaciones claves para trasladar a la nube, generando múltiples beneficios a las organizaciones.
Utilizado comercialmente desde 1990, el término cloud es la “buzzword” del momento, adoptando variadas definiciones. Sin embargo, se puede concluir que las principales propiedades, que brindan múltiples beneficios, de la computación en la nube son:
• Flexibilidad: capacidad de aumentar la potencia de procesamiento y manejo del workload (incluso entre los proveedores de servicios).
• Facturación por uso.
• Mejor distribución de los recursos, generando ahorros de costos e inversiones.
Prácticamente, todas las herramientas que permiten la materialización del concepto de cloud computing están disponibles y pueden aplicarse. Algunas de las que ya se pueden implementar son aquéllas que posibilitan el manejo del “workload” de forma sencilla entre los proveedores de servicio o entre centros de datos, o los que permiten que las aplicaciones puedan indicar automáticamente la necesidad de nuevos servidores.
Considerando el escenario de cloud híbrido, en el que se mantiene un cloud interno, se debe analizar inicialmente las aplicaciones que están limitadas por los marcos regulatorios o restringidas por políticas de seguridad.
Además, estas aplicaciones se pueden beneficiar de los conceptos de la computación en la nube, sin embargo aún deben limitarse al ambiente interno.
Otro filtro inicial en el análisis es definir las aplicaciones que tienen una buena documentación, la presentación a nivel de capa de red (web), las reglas de negocio aplicables a otros sistemas e interfaces bien definidas, se encuentran aptas para trasladarse a cloud. Por otro lado, las aplicaciones que están conectadas a sistemas legados y las que no tienen bien definidas sus interfaces con otros sistemas, pueden requerir ajustes antes de la mudanza.
En general, entre las aplicaciones y ambientes ofrecidos por el mercado, que pueden generar mayores ganancias con el traslado, se destacan:
• Las aplicaciones que no tienen contingencia, alta disponibilidad y backup: Así, con la posibilidad de un mayor intercambio de recursos, el costo de la implementación de estos ambientes se reduce. En consecuencia, no hay necesidad de comprar un servidor
de respaldo para cada máquina en la producción.
• Los ambientes de pruebas y certificación: Muchos proveedores de servicios brindan ofertas específicas para estos ambientes, incluyendo la posibilidad de alquiler temporario de servidores y sistemas para la mayoría de las aplicaciones. Estos ofrecen grandes beneficios ya que crean un ambiente de aprobación, que genera más costos y complejidad.
• Las aplicaciones de uso temporal o estacional: Algunas aplicaciones requieren el procesamiento sólo en ciertos días del mes, otras sólo tienen acceso durante el horario comercial, mientras que otras, como el comercio electrónico, tienen picos de acceso en algunos días del año o en ocasiones específicas, como las promociones. En el caso de utilizar cloud para estas aplicaciones, se puede reducir el procesamiento.
• El correo electrónico y sistemas de colaboración: Las arquitecturas del e-mail son cada vez más estandarizadas y, por otro lado, los servicios han evolucionado, alcanzando los más variados tipos de integración con los sistemas de colaboración. En este sentido, a menos que exista la necesidad de mantener alguna política de seguridad, no tiene sentido mantener el servicio de correo electrónico detrás del firewall.
• Sistemas de conferencia (video y voz): Estos requieren apoyo de expertos en el momento de la instalación. Sin embargo, cuando se encuentran en producción, los servicios de soporte no tienen valor agregado. El mercado ya ofrece un buen SLA, posibilitando que el personal se pueda dedicar a las tareas propias, sin la necesidad de configurar una conferencia.
• Desktop (workplace): En América Latina, la oferta de hosted virtual desktops en la nube aún tiene que evolucionar. Sin embargo, es una posibilidad que ahora se puede considerar. El mantenimiento del parque de desktops ocupa una considerable parte del presupuesto de TI. Algunas organizaciones cambian sus desktops cada tres o cinco años, lo que genera la necesidad de mantener personal operativo cerca de los usuarios para dar apoyo. Con la virtualización de éste, el apoyo se puede brindar en un solo centro y la vida útil de un thin client puede alcanzar los 10 años.
• Aplicaciones con procesamiento por lotes: El usuario puede utilizar algunos servidores para procesar un determinado trabajo, lo cual se hará por lotes que sólo llevarían algunas horas por semana. En un ambiente cloud, se podría ubicar una mayor cantidad de servidores para ejecutar el mismo proceso en menor tiempo, pagando solamente por la utilización del procesamiento. De esta manera, al garantizarse la correcta transmisión de los datos que precisan ser procesados, no tiene sentido mantener este tipo de ambiente, que consumen recursos internos.
Ciclo Hype para Cloud Computing
La idea de que existen varios tipos de aplicaciones que pueden ser trasladadas a la nube es corroborada por el Hype Cycle de Gartner, el cual crea varias modalidades de cloud computing, con las respectivas ventajas para cada aplicación o carga de trabajo. Así, para pequeñas y medianas empresas, por ejemplo, el modelo de multitalency puede resultar ventajoso, ya que el código de aplicación, base de datos, así como toda la infraestructura puede ser compartida entre varias empresas diferentes. Aplicaciones con picos estacionales de acceso, por ejemplo, como las de venta al por menor también pueden beneficiarse del modelo de cloud computing, en tanto la carga de trabajo en momentos pico puede ser procesada en varios puntos de la nube. Obviamente, además de analizar qué aplicaciones deben ser movidas a cloud, es importante analizar los proveedores de servicios disponibles y definir una arquitectura de nube que se adapte a la condición de su negocio. Aunque existan aplicaciones que no puedan ser movidas, ya sea por cuestiones técnicas o regulatorias, gran parte de las herramientas que forman parte de la infraestructura de cloud computing también pueden ser implementadas para estas aplicaciones en un objetivo limitado. De esta manera, si bien la ganancia será menor, se obtienen ventajas operacionales.