Cloud computing se constituye, cada vez más, como tierra de oportunidades para empresas de diversas industrias. Es claro que estamos migrando de la era del PC (toda la información almacenada y disponible en un solo lugar) a la era de la nube (datos que se mueven y a los que se accede desde cualquier lugar y dispositivo); y en el proceso que este cambio requiere, a medida que se van disipando las dudas y temores, muchos proveedores de TI comienzan a ver las ventajas del cloud no sólo para los negocios sino para los consumidores.
De una manera u otra, todos vamos entrando en contacto con la nube aunque muchas veces no nos damos cuenta o lo hacemos de forma indirecta (por ejemplo: si eres usuario de Facebook, Hotmail o Gmail, entonces eres usuario del cloud). Pero lo cierto es que no es un modelo sólo destinado a que las empresas almacenen información, la nube tiene mucho más para ofrecer.
Hacia el siguiente nivel
En este contexto de evolución, la gran interrogante es ¿quién llevará a la nube hacia un próximo nivel? Y para dar respuesta a esta pregunta, algunas miradas comienzan a posarse en las compañías de telecomunicaciones, porque quizás ellas, por la diversidad de su oferta, su orientación hacia la conectividad y su relación con clientes tanto corporativos como usuarios finales, sean las que den el puntapié inicial para que cloud computing avance de forma masiva.
Hoy vemos cómo avanza la portabilidad numérica y cómo las ofertas de las distintas compañías son similares. Por eso las empresas de telecomunicaciones están comenzando a analizar su relación con el cliente y la posibilidad de ofrecer servicios de valor agregado complementarios a la telefonía y la conectividad. Cloud computing se presenta como una excelente opción para las empresas y por qué no, en un futuro cercano, para los consumidores en América Latina.
Las Pymes, por ejemplo, encontrarán en este modelo la posibilidad de almacenar su información on demand sin tener que invertir en infraestructura propia o en recursos de TI dedicados a administrarla. De hecho, en la Región ya existen empresas de telecomunicaciones que ofrecen este servicio junto con la posibilidad de entregarle a los usuarios de esas Pymes escritorios virtuales, simplificando aún más su estructura de TI. La virtualización de escritorios permite obtener beneficios relacionados al control de los costos, a una mejor experiencia del usuario, mejor performance, movilidad y calidad de vida para los empleados. Y la nube posibilita tener un retorno de inversión más que favorable. Hace posible a las empresas aprovechar la amplia oferta de nuevos dispositivos móviles como smartphones y tablets y escalar rápidamente, en función de sus necesidades, sin tener que añadir equipamiento, software ni personal.
Más valor agregado
En algún momento también se espera que los operadores de telecomunicaciones puedan aportar más valor en la relación del consumidor final con la nube, extendiendo así los beneficios de ésta. El usuario está constantemente en la búsqueda de formas más efectivas de almacenar su información y ahí es donde las telcos pueden brindar valor agregado ofreciendo nubes personales, que permitirán guardar música, fotos, películas, documentos, entre otros, y acceder a ellos desde cualquier lugar y dispositivo.
Estamos migrando a la era del cloud, dejando atrás el modelo rígido de la era del PC y es una evolución que trae mucho para ofrecer. En este contexto el rol de las telcos será importante para lograr una adopción mucho más masiva del cloud y para encontrarle nuevas aplicaciones de la mano de las necesidades de los usuarios. Para las telcos, significa también una nueva forma de llegar a sus clientes, diversificar su oferta y adoptar nuevos modelos de negocio.