El futuro multi-cloud

Mientras el mundo se enfrentaba a la pandemia, la nube se convirtió rápidamente en un elemento fundamental para ayudar a las empresas a navegar en una época de retos y cambios. Cloud facilitó un cambio masivo y acelerado hacia el trabajo a distancia, permitió responder a las nuevas demandas de los clientes y mantener las operaciones en medio de graves disrupciones. Ahora las organizaciones están avanzando hacia la siguiente evolución en su viaje: adaptarse a una realidad multi-cloud.

Publicado el 30 Nov 2021

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De acuerdo con investigaciones recientes, 92% de las organizaciones ha adoptado el enfoque de multi-nube, que abarca una serie de proveedores de servicios de nube pública y privada. Sin embargo, la mayoría estima que no está alcanzando el valor esperado de sus inversiones. Una de las principales razones de esto es que, como se presta tanta atención a la migración en sí, se deja de lado la orquestación real del nuevo entorno cloud, es decir, la gestión y el funcionamiento de todos los diferentes componentes de forma sincronizada después de la migración. La orquestación eficaz es una de las principales áreas en las que se puede aumentar el ROI de la nube.

El uso de múltiples cloud puede aportar una serie de beneficios. En primer lugar, permite mejorar el rendimiento de las cargas de trabajo. No todas estas rinden igual en todas las nubes. La elección de un enfoque multi-cloud posibilita a las empresas desplegar las cargas de trabajo donde se ejecutan de forma más eficiente, tanto desde el punto de vista del precio como del rendimiento.

En segundo lugar, una estrategia multinube posibilita una diversificación de proveedores y evita la dependencia. Esto da a las organizaciones más flexibilidad, permitiéndoles aprovechar las mejores soluciones, que estén alineadas con los objetivos de la empresa. Tercero, con las cargas de trabajo orquestadas en múltiples nubes, las compañías pueden reducir el riesgo de interrupción del servicio si una de estas se cae. Un enfoque multi-cloud bien diseñado también ayuda a aumentar la seguridad, ya que cada proveedor de la nube ofrece seguridad para manejar la carga de los servidores interrumpidos. Así también, permite a las empresas acceder a mejores precios en los servicios, lo que reduce su inversión en TI.

Los desafíos

Si no se planifica adecuadamente, una estrategia multi-nube puede hacer que los costos y la complejidad se disparen. En ese sentido, hay una serie de desafíos.Primero, las arquitecturas multi-cloud son más complejas y, por lo tanto, pueden ser más difíciles de gestionar. Cuantas más plataformas de nube tiene una organización, más personas y herramientas necesita para gestionarlas, lo que conlleva mayores costos. El segundo desafío son los silos. Si se adoptan diferentes ofertas de cloud de forma poco sistemática, las empresas pueden acabar con cargas de trabajo en silos. Los datos y las aplicaciones no se pueden migrar fácilmente fuera de sus plataformas, lo que dificulta la capacidad de la organización para ampliar la adopción de la nube y obtener todos sus beneficios.

El tercer desafío es la integración tecnológica. Es necesario integrar muchas tecnologías para hacer posible una capacidad multi-cloud completa. Por ejemplo, según nuestra experiencia, en la mayoría de las implementaciones de nube hay que integrar más de 70 sistemas diferentes. Para comunicarse con todo el espectro de sistemas, las empresas tienen que incorporar múltiples subredes, configuraciones de firewall, políticas de gestión de acceso y otras configuraciones.

Otro desafío importante es la gestión del cambio organizativo, ya que, si no se realiza, las personas volverán de forma natural a lo que mejor conocen, es decir, a seguir trabajando en el modelo operativo legado. La implementación de la orquestación requiere un amplio conocimiento de la infraestructura, además de fuertes habilidades de programación y el uso de tecnologías de apoyo. Aquí es donde los enfoques Agile/DevOps y las técnicas de aprendizaje adquieren una gran importancia.

Así también, para que las iniciativas multi-cloud tengan éxito, la interoperabilidad es clave y esto exige una colaboración más estrecha entre los proveedores de nube: cuando los recursos cloud de varios proveedores se conectan, orquestan y aseguran de forma armónica que las cargas de trabajo se ejecutan para fomentar la agilidad empresarial, reducir los costos y armonizar los procesos, impulsando el valor real que puede tener un entorno multi-cloud para las empresas.

Moviendo los datos

La dificultad de migrar los datos entre las nubes supone quizá el mayor obstáculo para el éxito de una estrategia multi-cloud. Según estudios recientes, la imposibilidad de mover las cargas de trabajo entre las nubes está ralentizando la adopción de cloud en el 52% de las empresas a nivel mundial. Este reto surge debido a un fenómeno conocido como el centro de gravedad de los datos. La idea es que los datos y las aplicaciones se atraen de forma natural, principalmente porque cuanto más cerca están las aplicaciones de los datos, más pueden evitar la latencia y aumentar el rendimiento. Es similar a la atracción entre objetos que explica la Ley de la Gravedad. A medida que los conjuntos de datos crecen (y ganan más “gravedad”) atraen a su órbita más aplicaciones, servicios y potencia de procesamiento.

En consecuencia, a medida que se acumulan más datos en una nube, y más de sus aplicaciones y servicios dependen de estos, se hace cada vez más difícil, por no decir costoso, mover esa data a otra nube. Se trata de un círculo vicioso que puede impedir a las empresas operar eficazmente una arquitectura distribuida en varios cloud. Sin embargo, la gravedad de los datos no tiene por qué ser un “callejón sin salida” para la adopción de múltiples nubes. Con la estrategia adecuada -y los socios que la apoyen-, las organizaciones pueden obtener los beneficios clave de multicloud.

Para superar estos retos, las empresas deben crear un plano de orquestación común para varias nubes y establecer las mejores prácticas en las operaciones en cloud. Para esto, primero es importante determinar los objetivos principales que se quieren alcanzar, luego alinear el programa con sus prioridades y después realizar un balance de las operaciones actuales. En cuarto lugar, evaluar el nivel de talento. Realizar un inventario de las habilidades del personal actual, determinar qué carencias de habilidades existen y desarrollar opciones para abordarlas a través de la formación, contratación y la subcontratación. Finalmente, medir el valor: cuantificar el aumento de la productividad.

El camino hacia el éxito multi-nube no siempre es sencillo, pero las empresas no tienen que recorrerlo solas. Las organizaciones que hacen uso de soluciones de múltiples proveedores y aprovechan la experiencia de sus socios estarán mejor situadas para crear, migrar y gestionar aplicaciones que abarcan las nubes con facilidad. Tanto si la empresa ya está inmersa en un entorno multi-cloud o si está empezando a probar esta tecnología, acertar con la estrategia adecuada es esencial para liberar la verdadera promesa de las operaciones multi-nube: mayor resiliencia, más agilidad y nuevas oportunidades de innovación.

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Redacción

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