Por Fernando Sinagra, Director Ejecutivo líder de Cloud para Accenture Hispanoamérica.
En la mayoría de los casos, la nube pública por sí sola no es suficiente. Las empresas seguirán confiando en la nube privada y la TI tradicional para satisfacer ciertas necesidades empresariales. Las arquitecturas híbridas y multi-nube son a menudo la única opción, pero son complejas de configurar y operar. Para gestionar las arquitecturas híbridas, las empresas necesitan la estrategia, el modelo operativo y el talento adecuado, así como las herramientas y la hoja de ruta de la transformación para conseguirlo.
Cada vez está más claro que la nube pública no es adecuada para todas las cargas de trabajo, ya que está limitada por retos comerciales (por ejemplo, modelos de licencia que hacen que no sea rentable migrar completamente a un hiperescalador); retos técnicos, como la latencia y el rendimiento para cargas de trabajo muy específicas.
En ese contexto, los modelos de nube híbrida suelen ser la mejor opción para responder a todos los requisitos empresariales.
¿Cómo avanzar? Hay una variedad de consideraciones a tener en cuenta para hacerlo bien. Primero, contar con una visión que establezca claramente los objetivos empresariales, las innovaciones deseadas y aspiraciones futuras. Segundo, impulsar una estrategia de nube que tenga un marco sistemático para entregar y medir el valor empresarial ahora y en el futuro. Tercero, contar con una clasificación clara de las capacidades y una flexibilidad suficiente para adaptarse a lo largo del tiempo. Finalmente, debe haber una hoja de ruta bien pensada para el viaje a cloud que equilibre la velocidad y el valor, y que apoye la estrategia de la empresa.
Definir la estrategia de infraestructura adecuada para satisfacer las necesidades de la empresa y gestionar la complejidad del viaje de cloud puede lograrse centrándose en cinco pasos clave. El primero es definir los entornos de destino correctos y seleccionar el objetivo adecuado para cada una de sus aplicaciones denominadas “landing zones”.
¿Qué significa esto en la práctica? La arquitectura a tres años de una empresa puede ser diferente al mirar a seis años. Por tanto, las aplicaciones pueden estar en la arquitectura objetivo de tres años, pero no en la de seis años.
El segundo paso clave es forjar una arquitectura híbrida. Para esto, se debe impulsar una integración en tres niveles. Primero, la tecnología. Esto significa desarrollar una capa de integración en todas las landing zone. Segundo, integrar procesos, por ejemplo, la armonización del aprovisionamiento y la supervisión. En tercer lugar, las personas. Los conocimientos necesarios para diseñar, operar y optimizar deben estar disponibles, y reunidas en toda la empresa. La integración de estas tres áreas permite a las organizaciones optimizar dinámicamente el precio, rendimiento y los requisitos para objetivos empresariales estratégicos.
Una vez que las empresas han identificado las landing zones adecuadas y hayan planificado la arquitectura integrada para cumplir esos requisitos, deben crear un plano de control para gestionar la arquitectura híbrida multi-nube. Las compañías deberían buscar un plano de control que les ayude a gestionar todas las landing zones. Para esto es necesario un enfoque holístico, es decir, herramientas y procesos, para gestionar el continuo de la nube, orquestar el cambio e impulsar la innovación.
El cuarto paso clave es definir una hoja de ruta. Las empresas deben decidir cómo organizar la migración a las landing zones optimizadas. En algunos casos, tiene sentido considerar familias de aplicaciones juntas, por ejemplo, si un proceso de negocio abarca tres aplicaciones. En ocasiones, una nueva oferta de software como servicio puede sustituir a varias aplicaciones más pequeñas. En otras, puede ser más rentable replantear un proceso empresarial en lugar de personalizar una solución para que se adapte a un proceso existente. También es importante considerar el modelo operativo.
El quinto paso es avanzar hacia el Cloud Continuum. Una vez que las empresas han alcanzado su estado objetivo, pueden aprovechar continuamente las nuevas innovaciones de múltiples proveedores de nubes privadas y públicas. Esto significa rediseñar constantemente la infraestructura para mantener la alineación con el negocio a medida que los objetivos estratégicos evolucionan y se introduzcan nuevas tecnologías.
Cada vez más organizaciones reconocen que las arquitecturas híbridas son la opción adecuada para sus diversas necesidades empresariales de hoy y de mañana. Con una estrategia adecuada, las empresas se mantendrán seguras y ágiles.