Una de las principales razones de la importancia que tiene la nube para las empresas en la actualidad es la agilidad que le entrega a los negocios de aquellas.
Así lo sostiene Mauricio Rodríguez, subgerente de Preventas de Interside Holding, quien agrega que lo anterior es relevante cuando, por ejemplo, una compañía quiere ser la primera en lanzar un producto o servicio en el mercado.
“Para ello es clave contar con la tecnología Cloud, la cual permite a una organización movilizar rápidamente sus recursos y esfuerzos para lograr lo anterior en el menor tiempo posible”, manifiesta el ejecutivo.
Asimismo, señala que otro tema relacionado con esto es la transformación digital que no sólo tiene que ver con tecnología, sino que además se vincula con los procesos y, finalmente, con la cultura al interior de una compañía.
“En Chile, por ejemplo, venimos de una cierta rigidez en la forma en que se hacen las cosas y de una burocracia que hace más lentos los procesos y, por ende, menos competitivas a las compañías. Entonces lo que la transformación digital cambia es la cultura de una empresa. Es decir, adoptar un nuevo enfoque y que todo sea más rápido”, comenta.
Mauricio Rodríguez afirma que la Nube puede beneficiar a cualquier área de una organización, de cualquier sector de la economía. Lo que habitualmente se da, explica, es que los procesos de este tipo parten primero en las áreas más técnicas o tecnológicas para, posteriormente, expandirse al resto de la empresa.
“La Nube puede apoyar a todas las organizaciones independientemente de su tamaño, pues sus barreras de entradas son bajas. Por ejemplo, por 50 dólares una compañía puede tener un servidor disponible en la Nube, lo que ofrece más flexibilidad en cuanto al crecimiento en el tiempo”.
Adicionalmente a la mayor velocidad o agilidad que imprime a los negocios, la tecnología Cloud genera ahorros importantes.
“Tradicionalmente, cuando una empresa realizaba adquisiciones de infraestructura para comprar servidores, junto con efectuar una alta inversión por un periodo de cinco a seis años, realizaba una proyección de crecimiento para ese lapso de tiempo. Entonces esa compra se hacía sobredimensionada, lo que llevaba a la empresa a pagar más por una plataforma que iba a estar ociosa una buena parte de su vida útil. Cumplido ese periodo, la organización debía hacer nuevamente una compra para renovar sus servidores y el proceso se hacía de la misma forma. La Nube, a diferencia del modelo On Premise, permite comprar a la medida. Es decir, si una empresa necesita hoy 10 servidores, usa 10 y paga por los 10, y así sucesivamente”.
Todo esto, destaca, se traduce en un ahorro de largo plazo, el cual debiera ser invertido en nuevos productos y/o servicios o en Investigación y Desarrollo para potenciar el negocio de la empresa.
Otro aspecto positivo de la Nube radica en que en ella se pueden consumir soluciones de hardware y software, tal como sucede, por ejemplo, con Microsoft 365. En este último caso, la empresa deja de necesitar un servidor de correo en sus instalaciones y sólo consume el servicio.
“A la vez, la Nube añade una resiliencia que es bienvenida para las operaciones de las empresas. Es decir, actúa fuertemente como un sistema distribuido. Entonces si falla alguno de sus elementos o componentes, los demás lo reemplazan y asumen esa carga, y para los usuarios muchas veces esto no se percibe”.
Frente a una catástrofe, asevera que el tiempo para volver a contar con los servicios puede ser muy rápido. “La Nube tiene zonas geográficas que están distribuidas estratégicamente en el mundo, entonces una empresa puede tener parte de sus operaciones en Chile y el resto en Estados Unidos. Entonces, puede suceder un gran terremoto en Chile y la plataforma en Estados Unidos va a estar sana hasta que se recupere y normalice la operación local”.