La computación en la nube ha emergido como un elemento fundamental para la digitalización en América Latina, brindando mucho más que simple espacio para datos. Su capacidad para mejorar procedimientos, facilitar modelos de negocio creativos y fortalecer la capacidad de respuesta de las organizaciones la convierte en un componente esencial en un entorno económico en continua evolución. Mediante el uso de la nube, las empresas pueden adaptarse con mayor celeridad a los retos tecnológicos y capitalizar nuevas posibilidades de expansión.
Según indica Jesús López, Gerente de Consultoría y especialista en Cloud de TIVIT, los sectores financieros, potenciando la banca digital y las pasarelas de pago; el retail, que ha agilizado su transformación hacia el comercio electrónico; el sector salud, los medios y entretenimiento, ya han migrado muchas de sus operaciones a la nube, beneficiándose de su rápido crecimiento y capacidades a demanda.
A pesar de las muchas posibilidades, la implementación de la computación en la nube en América Latina enfrenta varios obstáculos. La protección de la información y el cumplimiento de las normativas continúan siendo aspectos cruciales, particularmente en industrias que están sujetas a rigurosas regulaciones. Asimismo, la escasez de competencias digitales y la oposición al cambio dentro de las empresas constituyen barreras significativas.
Para López, “la transformación digital requiere no solo de tecnología, sino de un cambio cultural en las organizaciones. En TIVIT, trabajamos de la mano con nuestros clientes para guiarlos en este viaje, ayudándolos a superar barreras y a maximizar el valor de sus inversiones en la nube”.
Entre las tendencias cloud clave para este 2025 destacan:
1. IA y la Nube: La inteligencia artificial colaborará estrechamente con la nube para asistir a las compañías en la rápida evaluación de datos. Esto resultará en operaciones más efectivas y facilitará la toma de decisiones más acertadas. Asimismo, se automatizarán numerosas tareas, brindando a los consumidores experiencias más adaptadas a sus necesidades.
2. Arquitecturas Serverless (sin servidores): Las tecnologías emergentes facilitarán a los programadores de software el enfoque en el desarrollo de aplicaciones, sin necesidad de preocuparse por la infraestructura técnica y los servidores. Esto permitirá que las aplicaciones se ajusten de forma automática a los requerimientos del negocio y contribuirá a disminuir los gastos.
3. Computación en el Borde (Edge Computing): En vez de transferir toda la información a la nube, la computación en el borde maneja los datos cerca de su origen (como en un sensor o dispositivo), lo que permite obtener respuestas más ágiles.
4. Estrategias multicloud e híbridas: Las empresas pueden usar varias nubes al mismo tiempo en lugar de depender de un solo proveedor de servicios en la nube, lo que brinda mayor flexibilidad y seguridad, y permite elegir la mejor alternativa para cada necesidad.
5. Seguridad y cumplimiento normativo: Ante el incremento de las ciberamenazas, las empresas fortalecerán la seguridad de sus datos en la nube, adoptando mejores medidas de protección y garantizando el cumplimiento de las normativas, tanto locales como internacionales.
Jesús López entrega consejos fundamentales para optimizar los beneficios de la computación en la nube:
● Evaluar los requerimientos de la empresa y establecer con precisión cuáles procedimientos y programas se verán realmente favorecidos por la nube.
● Aplicar un método progresivo, comenzando con iniciativas piloto que faciliten la adquisición de conocimientos, la modificación de tácticas y la expansión de manera confiable.
● Asegurar el resguardo y el acatamiento de las leyes locales e internacionales.
● Imprimir en los equipos una cultura de adopción tecnológica.
● Escoger un partner tecnológico adecuado que ofrezca soporte y asesoría personalizada.