Entendido como un conjunto de servicios tecnológicos (aplicaciones, cómputo y almacenamiento) que se entregan a organizaciones y personas a través de Internet, el Cloud Computing es una tendencia que, sin duda, llegó para quedarse y que seguirá sumando adeptos en el tiempo.
Así lo afirma Cristián Cáceres, Gerente de Consultoría, Diseño y Marketing de Acanto – Teknos, quien sostiene que, de acuerdo a cifras de IDC, para este año la nube será una industria de US$ 107 mil millones, versus los US$ 47,4 millones en que fue estimada en 2013.
Lo anterior- según Cáceres- obedece a varias razones. Entre ellas, menciona la necesidad de las empresas e instituciones de reducir sus costos operacionales y elevar su competitividad; la alta adopción de los dispositivos móviles; la mayor penetración de Internet; y el aumento de las capacidades de banda ancha, por mencionar algunas.
El ejecutivo, sin embargo, aclara que no todas las aplicaciones y servicios TI son apropiados para estar radicadas en la Nube, pues aquello dependerá del tipo de organización que se trate (pequeña, mediana o grande) y de los aspectos que resultan críticos para el éxito de cada negocio. Asimismo, distingue entre la Nube Pública y la Nube Privada.
“Por ejemplo, para aquellas grandes compañías o corporaciones que requieren resguardar su información y datos en un lugar muy bien identificado y administrado por ellos mismos, como el caso de un banco, lo recomendable es implementar una Nube Privada”, afirma el experto.
Cáceres resalta que los servicios Cloud entregan una serie de beneficios a las organizaciones, tales como:
Disminución de los costos operativos, dado que Cloud Computing permite generar ahorros en materia de hardware, software, administración, mantención, etc. En vez de gastos en bienes de capital (CAPEX), las organizaciones incurren con la Nube en gastos operacionales (OPEX).
Eleva la competitividad. Confiar los servicios a la Nube posibilita que las compañías sean más productivas y competitivas en el tiempo, pues aquello permite que se centren en el CORE de su negocio.
La capacidad de cómputo y almacenamiento se adapta a las constantes necesidades en el tiempo.
La Nube entrega más flexibilidad, sobre todo en la cantidad y tipo de servicios que se requieren en un momento dado. Todo esto es transparente, siendo ideal para las Pymes, pues sólo pagan por lo que requieren.
Mayor celeridad de despliegue. Los servicios de la Nube son mucho más rápidos de implementar y, por ende, de acceder a ellos, a diferencia de lo que ocurriría si el proyecto lo tuviera que desarrollar directamente la organización interesada.
Actualizaciones automáticas. Permite a una organización contar con las últimas versiones sin que ello implique mayores gastos.
“En Acanto – Teknos podemos ayudar a una empresa a decidir qué servicios contratar en la Nube y qué cosas no, lo que asegurará una buena experiencia de usuario y una continuidad de su negocio en el largo plazo”, destaca Cristián Cáceres.