“Todo converge para que la Factura Electrónica se masifique”

Acasi ocho meses de la puesta en marcha oficial por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII) del sistema de Factura Electrónica, un total de 46 empresas se han incorporado a este modelo que valida tributariamente las operaciones comerciales respaldadas por documentos digitales. Este, junto con evitar los tradicionales trámites de timbraje y el almacenamiento de estos documentos en papel, promete un ahorro de aproximadamente US$300 millones en gastos de facturación y, más que eso, principalmente un sinnúmero de beneficios, algunos de los cuales recién están empezando a visualizarse.

Publicado el 30 Abr 2004

Acasi ocho meses de la puesta en marcha oficial por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII) del sistema de Factura Electrónica, un total de 46 empresas se han incorporado a este modelo que valida tributariamente las operaciones comerciales respaldadas por documentos digitales. Este, junto con evitar los tradicionales trámites de timbraje y el almacenamiento de estos documentos en papel, promete un ahorro de aproximadamente US$300 millones en gastos de facturación y, más que eso, principalmente un sinnúmero de beneficios, algunos de los cuales recién están empezando a visualizarse.

¿Cómo evalúa el SII el nivel de masificación de este sistema desde su lanzamiento?
Desde el punto de vista del número de empresas, la adopción del sistema de Factura Electrónica no ha sido todo lo rápido que nosotros quisiéramos. Hoy, existen 46 empresas ya integradas, pero más que esta cifra lo interesante y destacable es que el volumen que estas compañías están facturando en conjunto está alcanzando mensualmente un millón de documentos. Sin embargo, según las empresas de mayor experiencia en TI, el número de compañías que se han adherido representa todo un éxito si se compara con los procesos normales de adopción de soluciones tecnológicas. Además, 100 empresas más están en pleno proceso de incorporación.

Ahora, independientemente de los resultados que se han obtenido en cuanto a cifras, el proyecto ha sido todo un éxito, principalmente, porque en la práctica y a través de las experiencias de las empresas que ya participan, se ha comprobado que es un sistema muy poderoso en términos de los beneficios que genera, incluso muchos más de los que al principio visualizábamos.

¿Cuáles son los motivos por los que aún no se logra una mayor participación?
No hay razones para que las empresas no se sumen al sistema, al contrario sólo motivos para integrarse. Ya ni siquiera podemos hablar de dificultad tecnológica, pues actualmente hay 15 proveedores de soluciones de Factura Electrónica, por ende lo que al inicio parecía un obstáculo, hoy ha desaparecido. Quizás sí lo enfrentaron las ocho empresas que participaron del plan piloto, pues la tecnología aún no se había desarrollado, pero el mercado reaccionó y en estos momentos existe una variada oferta de soluciones; sólo falta que las compañías evalúen opciones y elijan.

Por otro lado, si se hace una evaluación seria del proyecto, todas las empresas que participan han constatado que hay una disminución de costos y es raro que otras compañías no decidan implementar un proyecto cuya rentabilidad es tan clara. Tal vez la única dificultad existente sea una cierta reticencia a enfrentar los cambios que implica un proyecto que probablemente impactará sus actuales procedimientos administrativos y tal vez eso es lo que está retardando su adopción.

Más allá de menores costos, ¿existe conciencia real de los alcances del sistema?
No creo que aún exista conciencia, pero si hay experiencias concretas de empresas que ya están participando y han corroborado los beneficios. Por ejemplo, una compañía logró mejorar el clima laboral de sus vendedores, quienes ya no pierden tiempo teniendo que volver a la oficina, luego de su ruta, para hacer un reporte del día, porque hoy facturan digitalmente con handhelds, algo que antes era impensable, pues aunque existían los dispositivos móviles no había un sistema válido. Como éste hay muchos otros ejemplos de los beneficios que se han constatado en la marcha, como una mayor productividad en empresas que hoy pueden vender y facturar de inmediato, agilizando el ciclo de cobranzas. A medida que el sistema se masifica, los beneficios se imponen y las compañías se van dando cuenta de que es importante integrarse para poder competir mejor.

¿El fortalecimiento del comercio electrónico es una de sus grandes ventajas?
No cabe duda de que el mayor éxito de la Factura Electrónica radica precisamente en que se ha convertido y posicionado como la plataforma del comercio electrónico en Chile, lo que al principio quizás no visualizá-bamos en forma tan clara. Ello, porque define un estándar para transacciones electrónicas que antes no existía y que hoy las empresas están adoptando al sumarse al sistema. Además, hay un sincronismo entre el comercio digital y el cumplimiento tributario, pues tanto la operación como la factura de ésta se canalizan por el mismo medio.

Por otra parte, cabe destacar que recientemente se sumó un agente de aduana, lo que abre un nuevo mundo más allá de las fronteras. Hoy, un exportador puede vender sus productos en el extranjero y el importador verificar que esa factura está respaldada por la autoridad tributaria nacional, lo que como país nos da un potencial enorme en términos de seriedad y confianza.

¿Qué rol le cabe a los proveedores en una mayor adopción del modelo?
El hecho de contar con proveedores de soluciones de Factura Electrónica es uno de los factores importantes que van a incidir en este sentido, ya que permite una oferta más variada para enfrentar una mayor cantidad de formas de operar de las empresas, algo fundamental porque no hay una única manera de gestionar negocios. A la vez, esto nos da mejores proyecciones de la masificación del sistema en los próximos meses.

Ahora, otro aspecto que sin duda influirá en su adopción es que algunas empresas participantes ya se han atrevido a anunciar a sus proveedores que desde cierta fecha sólo van a recibir facturas digitales. Esto es un elemento catalizador importante, pues para esas compañías incorporarse al modelo, finalmente, va a ser un requisito indispensable.

¿Las soluciones en modalidad ASP facilitarán la integración de las Pymes?
Es un gran impulso porque probablemente este segmento no va a hacer la inversión en tecnología, dado que como emite muy pocas facturas, el proyecto puede no resultarle atractivo en términos de economías de escala. Sin embargo, poder sumarse a los beneficios de la Factura Electrónica a través de esta modalidad, que representa un costo menor, favorecerá bastante su ingreso.

Finalmente, ¿el SII mantiene las proyecciones planteadas hace ocho meses?
Todavía creemos que en tres años veremos una masificación sustantiva del sistema y, seguramente, las empresas que aún no se incorporen van a tener problemas para relacionarse con otras compañías en el mercado, para las cuales será una molestia recibir facturas en papel. Además, a partir de este mes el SII junto a ChileCompra ofrecerá al sector público, que es un importante receptor de facturas por todas las compras que realiza, una solución para que pueda recibir documentos digitales de sus proveedores. En un mediano plazo, para este segmento también será una dificultad aceptar facturas en papel, lo que obligará al gran número de proveedores estatales a integrarse a la Factura Electrónica si quieren seguir relacionándose con el Estado. Tanto por ésta como por otras razones, las condiciones van siendo mucho más propicias y todo converge para que el sistema se masifique.

Mayo de 2004

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Redacción

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