Marcelo Aracena,
Director Comercial de Octopuss.
¿Cómo aportan las aplicaciones de video al concepto smart cities?
Hace más de seis años estamos trabajando en video en alta definición, lo que junto al video megapixel permite hacer análisis más efectivos y eficientes cuando se requiere integrar inteligencia al video. Antiguamente, las resoluciones eran más básicas, por lo que las detecciones y alarmas no eran muy precisas. En cambio hoy, al tener mejor resolución y calidad de video, las empresas que trabajan en este rubro (analítica sobre el video) pueden aplicar detecciones o inteligencia optimizada para entregarla como recurso a un sistema de control o de gestión de tráfico. En este caso, orientamos el video con la analítica a la gestión de tráfico para dar inteligencia a los sistemas de integración de una ciudad inteligente.
¿Con qué propuesta Octopuss aborda esta área?
Buscamos entregar herramientas tecnológicas para el mejoramiento de la calidad de vida en la ciudad. Para ello, contamos con productos con desarrollo y tecnología francesa de la marca Citilog, presente en Chile en las autopistas urbanas e interurbanas. Estos sistemas pueden ser utilizados en el control de túneles para la detección de visibilidad, de humo, de personas caminando, sentido de los vehículos, conteo, clasificación y velocidades promedio de flujo, entre otras acciones, lo que es posible gracias a la tecnología IP. Gracias a la alta definición esta compañía lanzó un producto mejorado que permite ejecutar estas funciones no solo en los túneles, sino que también en la ciudad. Esta línea es especialista en tomar la data de las cámaras y entregarla a sistemas terceros, de semaforización, de gestión de sala de control, etc., permitiendo automatizar todos los elementos.
Además, ofrecemos cámaras panorámicas en alta definición con visión en 360° a las que también se les puede aplicar analítica.
¿Qué experiencia tiene Octopuss – Citilog en proyectos de smart cities?
Hemos sido un aporte para las entidades y empresas con sistemas de control en la ciudad, demostrando que con una mejor cobertura se optimiza la gestión frente a incidentes y accidentes, además de la medición de los flujos. En Santiago estamos haciendo las gestiones para aplicar esta tecnología, que ya hemos implementado en autopistas interurbanas.
¿Cómo se proyecta esta tendencia en el mercado local?
La ventaja de todo esto es que como la tecnología ha ido evolucionando y ha ido cambiando significativamente, el concepto smart cities irá creciendo en el tiempo. En ese sentido, los clientes están entendiendo que deben aplicar la tecnología y que si bien se trata de soluciones de costos más elevados, a final de cuentas son inversiones que tienen un retorno importante. Son conscientes del concepto de “lo barato cuesta caro”, ya que por no querer realizar inversiones en un inicio -y ese es el problema en todas las verticales- no tienen las herramientas para mejorar realmente la calidad de vida de las personas. En otros países las políticas están orientadas y pensadas para el beneficio común de las personas. Allá hay tanto o más flujo vehicular que en nuestras ciudades, pero no ocurre lo que pasa en Chile. Tratamos de rescatar esas experiencias y traspasarlas a las personas que corresponda.
