Las compañías se enfrentan a la necesidad de organizar un continuo y elevado volumen de información, que antiguamente solía estar estancado, mal almacenado e incluso en ocasiones inaccesible.
En este escenario, comenzaron a descubrir el valor diferencial y económico que les daba el construir una cultura interna orientada en la toma de decisiones basada en los datos, más conocida como la cultura Data Driven.
Un estudio del McKinsey Global Institute indica que las organizaciones basadas en datos tienen 23 veces más probabilidades de adquirir clientes, 6 veces más probabilidades de retenerlos y 19 más probabilidades de ser rentables.
Julián González, Head de Pre-Sales y Customer Success Experian Spanish LATAM, explica cuáles son los beneficios de operar una cultura de datos:
Tomar decisiones ágiles y con mayor nivel confianza en base a lo medible y cuantificable sustentados en los datos.
Volverse más proactivo, porque los datos me permiten generar modelos predictivos, lo que me da la posibilidad tomar decisiones anticipadas.
Aumentar la probabilidad de permanencia y éxito de la organización basadas en el uso de los datos e información de manera segura y ética.
Actuar con conciencia y transparencia de la toma de decisiones que estoy teniendo gracias a los datos e información disponible.
Responder los “por qué” de la organización, por ejemplo, por qué es bueno lanzar este producto, cobrar de esta manera, entre otras, basados en los datos.
Identificar nuevas líneas de negocio como consecuencia de todo lo anterior, es decir, de la toma de decisiones anticipadas, ágiles y confiables en base al uso de datos de forma segura y ética.
González también revela siete pasos para alcanzar una cultura Data Driven, advirtiendo que “si bien cada compañía es un mundo distinto, porque tienen necesidades, capacidades y recursos diferentes, existe un camino común que se puede resumir en lo siguiente”:
Liderazgo desde la cima: Se trata de que el compromiso con la incorporación la cultura de Data Driven debe partir de un cambio desde las altas jefaturas para que permee en los demás estamentos de la organización, es decir, tiene que haber un convencimiento de los responsables del negocio.
Cuantificar la incertidumbre: Se trata de ser conscientes de que muchas veces la data no está 100% completa, pero de tener la capacidad de cuantificar el nivel incertidumbre y usar todas formas los datos disponibles para la toma de decisiones, considerando la probabilidad de error y/o riesgos.
Fail fast, learn faster: Se trata de abrazar la cultura del error. En otras palabras, entender que de los errores se aprende, comprendiendo que el proceso de aprendizaje es continuo y dinámico.
Disponer de tecnología y herramientas: Se trata de tener y utilizar la tecnología y herramientas acordes para acelerar el proceso de aprendizaje. Entender que aprender es estar todo el tiempo buscando nuevas maneras de resolver problemas con las tecnologías y herramientas que se disponen.
Plan de entrenamiento respecto a la toma de decisiones en base a datos para todos los diversos miembros y áreas de la organización: Se trata de estar constantemente entrenando con metas establecidas al respecto.
Tener un lenguaje común: Se trata de no hablar en base a percepciones individuales, sino que basados en datos, lo que implica tender a cuantificar y a fundamentar decisiones en base a esta información, dato y/o cuantificación.
Data scientist: Se trata de que aquellos colaboradores que trabajan como “científicos de los datos” de sean fundamentales dentro de la compañía, es decir, que puedan entender el negocio. Esto implica que la compañía pueda democratizar el acceso de la información de toda la organización. Asimismo, el “científico de los datos” debe tener acceso a todas las áreas y que el Departamento de Analítica no quede apartado de otros departamentos.
