Claude Puech.
Antes era BI, ¿desde cuándo hablamos de analítica?
Para mí no es muy distinto uno de otro, sino más bien es una evolución en el tiempo. Hace mucho tiempo que se usan datos para hacer sondeos; se hablaba de Business Intelligence y ahora de Big Data porque el volumen y el valor de los datos es mayor. Sin embargo, lo que se hace con estos sigue siendo BI, porque pueden ser más o distintos, pero el uso o la finalidad sigue siendo tomar decisiones, por eso para mí es una continuidad. La Internet de las Cosas hace que exista una mayor diversidad de fuentes y cantidad de datos para hacer esta inteligencia de negocios pero, insisto, la meta final es la misma: usarlos para entender lo que pasa y para mejorar las decisiones en relación a las empresas, las ciudades, la salud de las personas, etc.
En esta transición natural, ¿hay una tecnología particular que propicie el Analytics?
Detrás del concepto Big Data hay cosas muy diversas; implica poner el énfasis sobre los datos, pero además hoy conlleva data muy diversa que está ubicada en varias partes y, en este sentido, una tecnología muy relevante es el cloud. Es decir, el hecho de poder, de una manera muy fácil, tener acceso a estos datos a través de la nube, los que pueden estar en diferentes países, en data centers alejados, etc. La nube permite contratar espacio y recursos para realizar Analytics.,
Por eso, cuando se habla de Big Data no solo se habla de los datos, sino de la posibilidad de usar la flexibilidad de la nube.
También hace referencia a un conjunto de datos que son muy diferentes, que puede ser de redes sociales, permitiendo clasificar grupos sociales que tienen similitudes, lo que muy útil para entender y predecir cosas, y se usa mucho en publicidad, por ejemplo.
¿Qué tan real es Analytics en las empresas?
Pienso que es más bien una tendencia, porque este nuevo uso de Big Data a través de la nube significa un acceso a la información mucho más compartido que en el pasado. Esto hace que cambie la manera de trabajar en las empresas y para que eso se logre se requiere tiempo. Antes solo era un grupo de personas, principalmente informáticos o del departamento de BI, quienes tenían los datos que almacenaban en sus planillas o computadores. Hoy, como el acceso es compartido, implica consecuencias también en la organización de las empresas.
¿Analytics es solo para grandes empresas?
Al contrario, al haber mucha información que se comparte, también hay muchas oportunidades. Por ejemplo, datos con un potencial enorme son los que poseen las empresas de comunicaciones: a partir de la información de dónde está ubicado un usuario con su dispositivo móvil, hay mucho que se puede deducir del movimiento de las personas en las ciudades, lo que genera muchas oportunidades para nuevos negocios, ya sea en el uso inteligente de los recursos, ciudades sustentables, etc. Cuando los datos son abiertos y compartidos hay muchas oportunidades para las pequeñas empresas, porque no requieren un gran centro informático o de procesamiento para poder aprovecharlos.
El hecho también de que Google, Amazon y Microsoft ofrezcan acceso que es realmente modular y se puede comprar, accediendo a un espacio en la nube, implica que la inversión inicial no es excesiva. Eso también da mayores oportunidades a las Pymes de hacer Analytics. Ahora, todo esto no significa que es fácil desarrollar actividades en Big Data, porque hay que entender este potencial, buscar conexiones entre datos diversos para aprovecharlos en pro de entender mejor ciertas situaciones, hacer previsiones y mejoras.
Por ejemplo, cuando el volumen de datos no es tan grande es mucho más fácil comprender o detectar la diferencia entre correlación y causalidad. Es decir, que dos cosas evolucionen de la misma manera no significa que una es causa de la otra, sino que puede ser simplemente correlación. Cuando hay montones de datos es mucho más difícil entender estas diferencias.
¿En qué tipo de mercado se ve un mayor potencial para la analítica?
Hay un mercado nuevo que ha surgido y es, en sí mismo, el mercado de los datos, porque la información tiene un valor. Una muestra: las telco que tienen data sobre la ubicación de las personas, la que tiene un valor no solo para las telecomunicaciones, también podría ser para el transporte, por ejemplo, conociendo por cuáles calles se mueven principalmente los ciclistas para situar en ese camino tiendas de servicios o productos asociados para ese nicho. Las posibilidades son infinitas.
¿Qué tendencias se esperan en el mercado de Big Data & Analytics?
Sin duda se necesitará profesionales que puedan entender cómo analizar los datos; la tecnología no hace milagros. Los algoritmos extraen información y conocimiento, pero es fácil sacar conclusiones que no son correctas en base a esto; tomar decisiones requiere trabar mucho en dilucidar los datos y comprender las relaciones entre estos. Y para eso se necesitan y necesitarán especialistas en análisis de datos.
La capacidad humana se mantiene como necesaria entonces…
Es más vital que antes porque es muy fácil llegar a conclusiones que no son correctas. Se deben emitir varias hipótesis, ver lo que pasa y así ir evolucionando, confrontando con opiniones diferentes; eso va a permitir oportunidades interesantes.
¿Y qué pasa con la privacidad de los datos?
En Europa es un tema muy en boga en la conversación, que tiene consecuencias sociales y personales, y en el fondo se debe buscar la fórmula para lograr un equilibrio entre el flujo y uso de la información y la privacidad. Hay maneras eficientes de tener la información y” “anonimizar” (convertirlos en anónimos) los datos; existe todo un reto aquí en el que hay que trabajar.