El uso de robots está transformando la manera en que gestionan sus estantes los grandes supermercados. Según comenta Andrés Musalem, académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile e investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), este paso hacia el futuro marca un hito en cuanto al uso de tecnología en el retail para mejorar la eficiencia y aumentar las ventas.
A diario, los robots y aplicaciones recogen datos sobre la disponibilidad de productos en las góndolas de supermercados. Estos datos se utilizan principalmente para identificar productos sin stock y alertar a los retailers para que los repongan con celeridad y evitar pérdidas en las ventas. Sin embargo, esta nueva tecnología ofrece otras oportunidades para el retail, toda vez que captura información de la posición de cada producto, detallando el pasillo, altura y distancia desde el inicio del pasillo. La combinación de estos datos con información de ventas “nos ha permitido medir el impacto de la posición de los productos en las ventas de una manera que antes no era posible”, explica Musalem.
Los resultados de un estudio sobre el retail, en el que también participan Sofía Pontigo y Ariel Schilkrut de Zippedi, han sido reveladores. Musalem asegura que la intuición hace pensar que la mejor ubicación para un producto es aquella que coincide con el nivel de la vista de los consumidores. No obstante, según los resultados de esta investigación, los productos que se ubican un tanto por debajo del nivel de los ojos logran un aumento en sus ventas. Esto se explica por la forma en que las personas orientan usualmente su mirada, dirigiendo su mirada levemente (15 grados) hacia abajo, en lugar de directamente al frente de los productos en exhibición. Gracias a esta información, los retailers pueden optimizar estratégicamente la organización de sus estantes.
El reporte también destaca que los productos ubicados cerca de los pasillos más transitados tienen una mayor tasa de ventas, lo que confirma la importancia que tiene la disposición dentro de la tienda. “Esta información permite a los minoristas mejorar el uso de su espacio, dirigiendo los productos más prioritarios a las ubicaciones con mayor visibilidad y tráfico”, señala Musalem.
“La tecnología nos permite obtener datos que antes eran imposibles de recolectar, a menos que se dedicaran muchas horas hombre a esta tarea. Ahora, los minoristas tienen una herramienta nueva que no solo mejora la eficiencia, sino que también tiene el potencial de impulsar sus ventas”, concluye el experto.