A medida que las empresas tratan de ampliar sus operaciones, la necesidad de procesos sólidos y robustos de due diligence se ha vuelto aún más primordial.
La importancia del due diligence en la actualidad
La proliferación de las tecnologías digitales y el crecimiento exponencial de los datos han dado paso a una nueva era de preocupación por la privacidad y de escrutinio normativo. Con la promulgación de leyes como el GDPR en Europa y la CCPA en California, así como la inminente nueva normativa de protección de datos personales en Chile, las empresas se enfrentan a una presión cada vez mayor para salvaguardar los datos personales y garantizar el cumplimiento de las estrictas normas de privacidad.
Llevar a cabo un due diligence exhaustivo en materia de privacidad de datos es esencial para identificar los riesgos asociados con la recopilación, el almacenamiento y el procesamiento de la data. Esto incluye la evaluación de las prácticas de gobierno de datos, de los acuerdos de intercambio de data con terceros y la realización de evaluaciones de impacto sobre la privacidad para nuevos proyectos o iniciativas.
Además, las potenciales violaciones de datos y los ciberataques de gran repercusión pueden representar importantes riesgos para la reputación de las compañías. Ante esto, generar confianza entre los clientes y las partes interesadas requiere de un enfoque proactivo de la protección de datos y transparencia en el tratamiento de los mismos.
Por otra parte, en una época de mayor supervisión normativa, los incumplimientos pueden tener graves consecuencias tanto para las personas naturales como para las empresas, que van desde sanciones económicas hasta penales. Desde las leyes contra el soborno y la corrupción hasta las sanciones comerciales y los controles a la exportación, el panorama normativo es vasto y está en constante cambio.
Mirando al futuro
En ese contexto, un due diligence eficaz en materia de cumplimiento implica no sólo identificar los riesgos existentes, sino también anticiparse a la evolución futura de la normativa. Esto requiere un seguimiento continuo de los cambios legislativos, las tendencias del sector y los acontecimientos geopolíticos que podrían afectar a las operaciones empresariales. Al adelantarse a los acontecimientos, las empresas pueden adaptar sus programas de cumplimiento de forma proactiva y mitigar los riesgos potenciales antes de que se agraven.
Por ejemplo, las normas antimonopolio están diseñadas para promover la competencia leal y evitar prácticas monopolísticas que podrían perjudicar a los consumidores o frenar la innovación. En el contexto de las fusiones y adquisiciones, es esencial llevar a cabo un due diligence antimonopolio exhaustivo para identificar cualquier problema potencial que pudiera atraer el escrutinio regulador. No hacerlo puede acarrear costosas batallas legales, multas y daños a la reputación.
Además, como los mercados mundiales están cada vez más interconectados, las empresas deben navegar por las complejidades de las leyes antimonopolio en múltiples jurisdicciones. Lo que puede ser aceptable en una región puede levantar sospechas en otra. Por lo tanto, un conocimiento exhaustivo de la normativa local y de la dinámica del mercado es crucial para garantizar el cumplimiento y mitigar los riesgos.
El due diligence es fundamental para que las compañías puedan hoy identificar y gestionar los riesgos y garantizar el cumplimiento de la normativa. De esa forma, las empresas pueden generar confianza entre las partes interesadas en un mundo cada vez más regulado e interconectado.