Las tecnologías inteligentes están cambiando la forma en que las compañías conciben sus negocios. Sin embargo, todavía no se observa un consenso y plan de acción respecto a la necesidad de capacitar a la fuerza laboral que tendrá que adaptarse a los desafíos que conllevarán estas nuevas tecnologías. Es decir, las nuevas habilidades requeridas por los trabajadores para trabajar codo a codo con máquinas y aprovechar las oportunidades económicas derivadas de la Inteligencia Artificial (IA). Según un nuevo estudio de Accenture, y a pesar de que los líderes de los principales bancos están conscientes de que las tecnologías inteligentes están cambiando sus procesos y transformando la experiencia de sus clientes, un número reducido de actores planea aumentar la capacitación de su fuerza laboral en el corto plazo.
“Desde Accenture, proyectamos que los bancos que inviertan en IA y en las habilidades necesarias para mejorar la colaboración entre humanos y máquinas, al mismo nivel que lo están haciendo las mejores empresas del mundo, podrían incrementar sus ganancias en un 34% y aumentar sus niveles de empleabilidad en hasta un 14% de aquí al año 2022”, destaca Agustín Alcaide, Director Ejecutivo para la Industria Financiera de Accenture Chile.
Pilar de diferenciación e innovación
Otros resultados que llaman la atención del reporte, es el hecho de que el 76% de los altos ejecutivos entrevistados afirma que las tecnologías inteligentes serán parte fundamental de la diferenciación de su organización en el mercado; mientras que el 39% cree que la IA será el pilar fundamental de cada innovación que implemente su compañía en los próximos tres años.
Es innegable constatar que los bancos reconocen la importancia de crear una mayor colaboración entre humanos y máquinas. Sin embargo, los mismos ejecutivos encuestados concluyen que solo 1 de cada 4 trabajadores en promedio está listo para trabajar con IA. Por si esto fuera poco, Accenture detectó que solo el 3% de los ejecutivos bancarios cree que su organización planea incrementar significativamente los niveles de inversión en capacitar a los trabajadores de aquí al año 2022.
“La falta de liderazgo de los bancos, en nivelar las habilidades y capacitar a sus empleados con el fin de que aprendan a colaborar con tecnologías inteligentes, lamentablemente dificultará su habilidad para liberar el valor atrapado de sus empresas y beneficiarse de las oportunidades de crecimiento y empleabilidad que vemos en la IA. Por ende, la única manera de que los bancos se beneficien de la inteligencia aplicada es asegurándose de que la información y los sistemas sean administrados por personas competentes para garantizar que sean justos, transparentes y responsables. Y en este contexto, los trabajadores son esenciales para entrenar a las máquinas, con el objetivo asegurar una IA responsable”, complementa el profesional de Accenture.
Un motor que impulsará la capacidad humana
Si analizamos los resultados de la misma encuesta, pero aplicada a 1.300 empleados bancarios, más del 28% contesta que actualmente trabaja con tecnologías inteligentes la mayor parte del día. Un dato que sorprende es que en general los trabajadores son optimistas con el impacto que puede significar la IA para sus labores: el 67% cree que estas nuevas tecnologías mejorarán su trabajo y vida, y más del 57% espera que, al estar preparado para los requerimientos del futuro, expandirá sus perspectivas de carrera.
“A medida que la IA vaya evolucionando, su rol en los bancos inevitablemente pasará de ser una simple automatización a ser un motor que impulsará la capacidad de los seres humanos en sus puestos de trabajo. Para beneficiarse del potencial de la IA, los bancos deben desarrollar una inteligencia aplicada, la cual apunta a combinar la tecnología con lo mejor del ingenio humano a lo largo de todas las áreas del negocio. Por ende, si la banca quiere alcanzar estos resultados, tendrán que congregar a los más altos liderazgos de su organización y entender que esta evolución requerirá un cambio dramático en su fuerza laboral”, concluye Agustín Alcaide.