“Sin tecnología, una empresa sencillamente muere”

Centroacero es un intermediario entre la siderurgia y el mercado industrial y de la distribución. Entre sus objetivos se encuentra mejorar la competencia y las habilidades del personal en el uso de tecnología más avanzada, transfiriendo al cliente los resultados finales. Para este ejecutivo, las empresas que carecen de tecnología hoy, mañana sencillamente perecerán. ?El problema radica en la falta de conocimiento y en el temor de abordar algo que puede ser desconocido?.

Publicado el 31 Ago 2003

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Centroacero es un intermediario entre la siderurgia y el mercado industrial y de la distribución. Entre sus objetivos se encuentra mejorar la competencia y las habilidades del personal en el uso de tecnología más avanzada, transfiriendo al cliente los resultados finales. Para este ejecutivo, las empresas que carecen de tecnología hoy, mañana sencillamente perecerán. “El problema radica en la falta de conocimiento y en el temor de abordar algo que puede ser desconocido”.

¿Qué tipo de tecnología ha incorporado Centroacero?
Nuestro proceso industrial tiene una tecnología más desarrollada que el de otras compañías del mismo sector. Más allá del sistema informático, hemos añadido nuevas tecnologías como el código de barra incorporado en la gestión de la empresa, que permite actuar en línea y en tiempo real; dos beneficios de enorme importancia. El objetivo de aplicar estos sistemas es que, finalmente, sea el mismo operario quien utilice y transmita la información en línea para que el gerente pueda leerla. La idea es que a través de la capacitación, la empresa sea capaz de imbuir a toda la organización del uso de las nuevas tecnologías. También utilizamos sistemas de ubicación satelital GPS en nuestros vehículos, los que resultan fundamentales para mover las 300 toneladas diarias que debemos entregar a los clientes de manera oportuna y eficiente, informándoles en línea y paso a paso, del recorrido de sus productos.

¿Qué importancia real tiene la tecnología dentro de la gestión de su empresa?
Nuestro producto final, las planchas, incorporan en sí mismas poca tecno-logía, la cual está, más bien, al interior del proceso de control. Contamos con un área de informática -que depende del Departamento de Administración y Finanzas- encargada de que los sistemas funcionen, y tenemos además un ingeniero civil preocupado del desarrollo de sistemas, que puede estar al lado de varias áreas gerenciales, es decir, no tiene un carácter de departamento estático. La finalidad de incorporarlo fue contar con un mayor nivel de profesionalismo y lograr de esta forma un mejor contacto con las últimas tecnologías, sobre todo en materia de investigación y desarrollo.

¿Contemplan algún tipo de inversión específica en el ámbito tecnológico?
Dentro de nuestro plan de operaciones utilizamos un porcentaje de las ventas, utilidad o depreciación para asignarlo al ítem de inversión tecnológica. En los últimos años hemos invertido cerca de US$ 200 mil anuales en esta materia, lo que equivale más o menos a un 1% de nuestras ventas. A mi juicio, este es un porcentaje bastante adecuado para satisfacer nuestras necesidades en este tema. Uno de los grandes beneficios de la tecnología es que permite entregar a la organización mayor tiempo para pensar, lo que significa contar con una gran ventaja competitiva. Esto nos ha llevado a establecer un plan de prioridades, concentrado en avances tecnológicos de manufacturación, donde cada proceso incorpora importantes adelantos.

¿Cuáles son las principales problemáticas que enfrentan en este ámbito con los proveedores?
Hay mucho camino por recorrer en todo lo que tiene directa relación con el abastecimiento. Aproximadamente el 60% de nuestras necesidades es satisfecho por la Siderúrgica de Huachipato y el 40% restante está cubierto por proveedores extranjeros, representados por terceros en Chile. Lamentablemente, estos representantes no cuentan con la capacidad necesaria para estar en contacto permanente con el proveedor y manejar en tiempo real y en línea los pedidos. Por el contrario, en el caso de proveedores nacionales, el proceso fun-ciona muy bien, debido al uso de tecnología. Sin embargo, aún falta un par de años para entrar de lleno en la utilización del comercio electrónico, carencia que esperamos subsanar pronto. Creo que nuestro gremio debería aumentar el valor y hacer más competitivo el negocio del acero. En general, todo lo que falta en la relación con el proveedor, hemos tratado de implementarlo por nuestra propia cuenta hacia los clientes.

¿Cómo se ha adaptado su personal al uso de la tecnología?
Muy bien. Hay que ser muy cuidadoso al incorporar y adoptar tecnologías, ya que la empresa debe ser capaz de abordarlas de manera precisa y bien estudiada. Nuestro éxito particular se basó en que cada uno de los usuarios internos encontró un beneficio específico. Fue una buena elección y el personal respondió de manera formidable. Muy pronto vamos a ser certificados con sistema de gestión de calidad ISO 9000, proceso que cumpliremos en un plazo inferior a los seis meses, lo que para una empresa de este tamaño constituye todo un récord. Ese es otro desafío en materia tecnológica y para ello hay que embarcar a toda la organización.

Septiembre de 2003

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Redacción

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