La vital gestión de activos en el Transantiago

Tras la puesta en marcha del plan Transantiago, proyecto de modernización del transporte público impulsado por el Gobierno para mejorar la calidad de vida de la gente y potenciar la transformación de Santiago en una ciudad de clase mundial, surge la incertidumbre sobre el éxito de un plan de tal envergadura y complejidad. Clave en este sentido, según comentan los ejecutivos de Datastream Systems, Pablo Zanardo, Director de Operaciones, y Claudio Umaschi, Director Regional, será una adecuada planificación, control y mantenimiento de los activos, combinada, por supuesto, con el apoyo de las tecnologías de última generación para la gestión de éstos.

Publicado el 30 Nov 2005

Tras la puesta en marcha del plan Transantiago, proyecto de modernización del transporte público impulsado por el Gobierno para mejorar la calidad de vida de la gente y potenciar la transformación de Santiago en una ciudad de clase mundial, surge la incertidumbre sobre el éxito de un plan de tal envergadura y complejidad. Clave en este sentido, según comentan los ejecutivos de Datastream Systems, Pablo Zanardo, Director de Operaciones, y Claudio Umaschi, Director Regional, será una adecuada planificación, control y mantenimiento de los activos, combinada, por supuesto, con el apoyo de las tecnologías de última generación para la gestión de éstos.

Aunque no cabe duda de que el mantenimiento industrial nació en las plantas, en los últimos años es una tema que se ha ido extendiendo a otros sectores. Graficando esta afirmación, Umaschi comenta que “muchos de los proyectos que estamos cerrando en toda Latinoamérica y en Chile son aplicados en áreas no tan tradicionales, desde parques de diversiones, hospitales, hoteles, hasta retailers, sectores que no siempre habían considerado al mantenimiento como un elemento crítico”. El ejecutivo agrega que “hoy sí lo están haciendo por tres factores fundamentales: continuidad operativa, pues la pérdida económica al no realizar sus procesos es muy grande; seguridad, por ejemplo, en los parques de diversiones, donde la falta de ésta implica hasta el cierre del negocio; y el cumplimiento de normas o regulaciones contractuales, que se aplica en este caso al Transantiago”.

De esta forma, el concepto de mantenimiento limitado al ámbito industrial está cambiando. Si bien, anteriormente, el gran porcentaje de los activos físicos estaba dentro de la industria, ahora es más común que sean externos. “Esto trae varios desafíos, porque es un ambiente mucho menos controlado, por ejemplo, un bus que transita por toda la ciudad, como en el Transantiago, es menos regulable que una máquina que está instalada dentro de la planta”, precisa Zanardo.

Los activos del Transantiago

Este plan que promete modernizar la ‘cara’ del transporte público de la capital, contempla entre sus iniciativas, la implementación de un nuevo sistema con una mayor red de metro y de una malla de recorridos, el pago de la tarifa a través de una tarjeta inteligente, la renovación continua de la flota de buses, un nuevo sistema de gestión empresarial y laboral en el sector, e inversiones en infraestructura.

En su primera etapa se incorporaron más de 1.000 buses nuevos con piso bajo, articulados y de 12 mt, y salieron de circulación alrededor de 500 buses antiguos. “La gestión de todos estos activos pasa a ser estratégica y fundamental e implica los buses -con sus repuestos y componentes-; los dispositivos de soporte para la cobranza, como los torniquetes; además de cámaras de seguridad en cada vehículo, entre otros elementos”, explica Zanardo. Agrega que es vital llevar un control de los activos, y saber por ejemplo, “qué problemas tienen y cuáles son los tiempos de respuesta desde que se reporta una falla hasta que es reparada”.

El rol de la tecnología

“Sin una gestión adecuada de los activos un proyecto de este tipo simplemente no es viable. Se debe administrar y controlar éstos, para hacer el seguimiento de las garantías, por ejemplo. Ese es un desafío pendiente en lo que respecta a la ejecución de este proyecto”, indica Umaschi. Con esta afirmación coincide el Director de Operaciones de la compañía, quien expresa que “de por medio, hay una condición de permanencia en el mercado , pues si no se gestionan correctamente los activos, existe el riesgo de quedar fuera del negocio”. También resultará fundamental para cumplir con las expectativas y estándares de servicio que la iniciativa se ha planteado.

La combinación de un correcto enfoque de mantenimiento con el apoyo que brindan las nuevas tecnologías, que permiten contar con información en cualquier lugar, momento y dispositivo, sin duda serán claves. Para esta labor, los ejecutivos proponen una solución con acceso vía web, porque la administración debería estar distribuida. Por otro lado, tecnología móvil, como Datastream 7i, que permita hacer revisiones de los buses en distintos puntos, sin necesidad de que pasen por un taller central.

Otro aspecto a considerar son los insumos, que muchas veces representan los costos operativos más altos de la flota y su gasto depende en gran medida de una buena gestión de mantenimiento de los buses.

En cifras concretas, un modelo de planificación y control de activos apoyado por los sistemas de software EAM (Enter-prise Assets Management) podría significar para un proyecto como Transantiago ahorros de hasta un 4% en la reducción del consumo de materiales, así como beneficios directos de entre un 2% y 3% derivados de la disponibilidad de máquinas, entre otras ventajas.

Resulta claro, entonces, que el mantenimiento y la gestión de activos es una actividad estratégica, que será vital en la capacidad y futuro éxito del Transantiago.

Diciembre de 2005

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Redacción

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