Conciencia, colaboración, análisis y evolución: Claves para la agilidad en organizaciones

Publicado el 06 Oct 2022

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La evolución digital no se detiene y el desafío está en no quedar fuera de un proceso cada vez más vertiginoso, complejo y necesario para mantenerse en un entorno competitivo. Es en este contexto que la agilidad, o la habilidad de una organización para reaccionar y responder de una manera innovadora y creativa ante los cambios, son fundamentales para la operación y el devenir de las empresas.

Por ello, un grupo de expertos congregados por la empresa Kibernum, abordaron los principales alcances y desafíos de esta metodología.

En el primer encuentro del ciclo online “KiberTalks, Hablemos de Evolución Digital”, participaron Rubén Altamirano, Director de Agilidad & IT Consulting de Kibernum; Paulina Valenzuela, Coordinadora de HoA Chile y Chief of Staff de Tecnología de Walmart Chile; y Miguel Ángel Maldonado, Líder de Agilidad de Itaú Chile.

Para Rubén Altamirano, la hipótesis del futuro de la agilidad tiene que ver con un cambio de paradigma en cómo se pone en práctica en el día a día: “Es lograr que las organizaciones tomen la agilidad y puedan utilizarla de manera mucho más orgánica e intuitiva. Es como cuando manejamos un auto manual, sin pensar en cuándo hacemos los cambios de velocidad o usamos los pedales”.

Similar postura tiene Miguel Ángel Maldonado, quien señaló que cuando hablamos de agilidad organizacional, debemos desafiar la forma en cómo pensamos, actuamos y decidimos y que más importante que reflexionar sobre el futuro de la agilidad como medio, es enfocarnos en el futuro de nuestros clientes y colaboradores como fin.

El ejecutivo de Itaú Chile también añadió: “Entender, acercarnos y descubrir la forma de impactar la vida de las personas nos dará una idea clara de cómo podemos avanzar en la cultura y la práctica ágil. Sumando a esta idea, una hipótesis es que la agilidad como forma de trabajo debe dar un siguiente paso, pasando de proyecto a producto y de producto a jornada del cliente, lo que sugiere profundizar en el conocimiento de este como principio organizacional”.

En tanto, Paulina Valenzuela, luego de caracterizar la agilidad y su evolución, hizo hincapié en la necesidad de detectar aquellos elementos que permitirán aprender y hacer modificaciones para mejorar: “Siempre debemos tener en mente que tenemos que cerrar resultados y no hay duda de que estos son importantes porque nuestra razón de ser es entregar valor al cliente y por consiguiente, al mercado”.

La colaboración es otra de las claves para fortalecer la agilidad en las organizaciones. El corazón de la agilidad plantea este factor como fundamental. Según explicó Paulina Valenzuela, “para poder colaborar, uno tiene que entregar lo mejor de sí y esto ayuda al ecosistema. Tenemos que estimular a otros para que exista colaboración, confiar en nosotros, como líderes mostrarnos vulnerables para crear un clima de confianza, y ver el error como un elemento que favorece una cultura de aprendizaje constante”.

Finalmente, los expertos reflexionaron sobre cómo las formas de trabajo en las organizaciones tienen que evolucionar para adaptarse al entorno complejo y ambiguo en que vivimos. La agilidad es el futuro, útil para entender al cliente, a colaboradores y para acompañar la vida de las personas.

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Redacción

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