Allan Jarry, cofundador de Dadneo.
Dadneo anunció su tercer fondo de inversiones denominado Vulcano, por un monto superior a US$ 18 millones, que buscará invertir en startups de alto impacto que estén en proceso de escalamiento e internacionalización, con tickets que van desde los US$ 300 mil, hasta un máximo de US$ 1,6 millones por inversión. Con ello, la administradora de capital de riesgo dirigida por Allan Jarry apunta a participar en al menos 15 nuevas empresas de base tecnológica, en los próximos tres años de gestión.
“A través de nuestros inversionistas ángeles, sumado al apalancamiento (3:1) que Corfo nos otorgó, hemos conseguido crear un fondo importante a nivel nacional, para llevar a empresas digitales a una etapa de consolidación en otros mercados”, comenta Jarry, cofundador de Dadneo.
Más de 20 aportantes, además de Corfo, completaron las 400 mil UF del fondo Vulcano, con los que buscarán invertir en emprendimientos dinámicos en etapa de escalamiento e internacionalización y que apunten a solucionar problemáticas reales mediante el uso innovador de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
Este nuevo instrumento de inversiones considera una exhaustiva estrategia de seguimiento de los proyectos implementada por Dadneo para mitigar el riesgo de las inversiones. “Vulcano tiene un elemento diferenciador respecto a otros fondos de inversión y es que gracias a los siete años de experiencia real que tenemos, identificamos cinco áreas clave que explican cerca del 80% de las fallas recurrentes observadas en este tipo de inversiones, que detectadas tempranamente y resueltas, hacen disminuir en un 50% la tasa de mortandad de las empresas crecientes; dichas áreas, son legal + IP, control de gestión, marketing, programación y finanzas. Se trata de una estrategia de company builder, donde mediante el apoyo de profesionales tercerizados y previamente validados en las áreas clave, se apoya a las compañías del portafolio y se mejora sustancialmente el retorno y performance de este.”, dice Sebastián Ibáñez, Socio y Director de Inversiones de Vulcano.
Por otro lado, la administradora implementó también una figura inédita en su organización para acompañar a las empresas de su portafolio y apoyarlas en los distintos ámbitos en los que se desenvuelven sus negocios. “Creemos que debemos entregarles valor agregado a nuestras empresas invertidas y por ello creamos la División ‘X’, dirigida por nuestro ‘CXO’, Chief ‘X’ Officer, que se dedica única y exclusivamente al monitoreo, control de gestión y apoyo a las empresas de nuestro portafolio, reuniéndose con cada una de las empresas semana tras semana, en busca de poder entregar todo el ‘smartness’ que como Fondo podemos ofrecer”, comenta Ibáñez. Por su parte, Allan Jarry señala que “Somos el primer fondo en crear un cargo tremendamente innovador como el de ‘CXO”’, que ayuda a nuestras startups periódicamente a ordenar sus prioridades, gestionar sus problemas y eliminar el riesgos ‘no core’ que van enfrentando, dejando que ellos se concentren en empujar en todo aquello que ellos son talentos. Esto es una tremenda ventaja tanto para nuestros emprendedores, como para nuestros inversionistas”.
“Con Vulcano queremos atraer más startups de clase mundial, en las que nos enfocaremos para hacer crecer su valorización y también en las posibilidades que generemos para concretar exits no solo en Chile, sino que también en mercados internacionales incluyendo otros países de Latinoamérica, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y España”, agrega Sebastián Ibáñez.
La administradora, que tiene presencia nacional en Santiago y regiones, cuenta además con oficinas en Miami y próximamente en Londres o Berlín, goza además de una estrecha relación a nivel internacional, con entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Alianza del Pacífico y además en Chile es participante activo de los directorios de la ACAFI y de la Asociación Chilena de Venture Capital –ACVC-.
El fondo Vulcano proyecta una duración de ocho años y entró en vigencia en febrero de 2018, enfocándose en aquellas empresas que tengan soluciones tecnológicas que apunten a resolver problemas reales a través de un modelo de negocios validado y que, según Allan Jarry, sus emprendedores puedan jugar en las ligas mundiales del emprendimiento.
