Es bien sabido que los emprendedores arriesgan todo por perseguir sus metas, pero uno de los obstáculos más grandes a sortear es cómo financiar el desarrollo del proyecto. En esta línea, es importante que los emprendedores entiendan qué aspectos tienen en cuenta las grandes empresas al momento de decidir si una startup tiene potencial de inversión. Saber en qué se fijan, pero por sobre todo cómo valoran el aporte de las pequeñas empresas hacia el desarrollo de tecnologías innovadoras dentro del contexto de aceleración digital que vive actualmente el mercado nacional.
“La idea no es lo que hace a la startup rentable, sino un modelo de negocios claro, capacidad de escalar y posible mercado. Si este modelo en su conjunto no es factible para el inversionista, la presentación de un proyecto de años podría terminar sin siquiera haber empezado”, explicó Juan Pablo Sánchez, COO y Co-Fundador de Bluebox.
Producto de la pandemia, las startups se han transformado en pioneras del proceso de digitalización y modernización de las empresas, siendo las líderes al entregar la aceleración tecnológica necesaria para el mercado. Es decir, entregando una solución ante una realidad en constante cambio y que avanza a pasos agigantados.
En esta línea, el primer aspecto que consideran las corporaciones al decidir invertir en una startup es si esta cuenta con un posible mercado, al resolver con su idea una necesidad imperante en la sociedad. En esta línea, las empresas van a buscar siempre que la startup presente la solución disruptiva a un determinado problema. La innovación no está necesariamente ligada a la tecnología en sí, sino a cómo es utilizada para resolver problemas. La recomendación es siempre presentar una investigación de mercado que aterrice la solución de forma real y que además muestre su proyección en el mercado con números e información verídica.
El fondo de inversión o empresa invertirá en una startup teniendo siempre en cuenta una mirada estratégica tras su decisión. Hay que tener claro desde un principio que el proyecto está siendo vendido a un inversionista que está llevando a cabo una estrategia de negocios, y esta directriz tendrá siempre mayor peso que el tema financiero.
Al momento de presentar un proyecto, se debe tener clara la rentabilidad del modelo de negocios, entendiendo bien la escalabilidad del proyecto – y la etapa en la que se encuentra – para no hacer una propuesta elevada y por sobre el precio del mercado. Una de las razones por la cual invertir en startups es complicado es justamente debido a la dificultosa evaluación del potencial de escalabilidad de la empresa y, desde el otro lado, ver al inversionista como un socio estratégico más que como un banco de dinero.
Es importante reflejar de forma cuantitativa el esfuerzo del equipo de trabajo y su compromiso con el proyecto. Las grandes empresas ven como un factor importante la medición de las horas de trabajo invertidas, compromiso e historia. El nivel de riesgo que tomará el inversionista debe ser proporcional al trabajo realizado, todo proyecto tiene sus sacrificios y el inversionista es el medio que te permitirá llevarlo adelante.
El fracaso en Chile es castigado por el mercado tradicional, que no valora los aprendizajes obtenidos tras las caídas. En el caso de las startups, su capacidad de recuperación es un punto importante a considerar por los empresarios, ya que la mayor parte de las ideas no logra salir adelante. Mostrar la capacidad de anteponerse ante el fracaso es útil, considerando siempre que las startups son proyectos de alto riesgo.
Por último, el emprendedor no debe olvidar que el inversionista pondrá todas sus fichas y capital en la persona detrás del proyecto, no en la startup.