José Aravena, Director Ejecutivo de EuroChile: “Las Pymes se caracterizan por su baja capacidad de innovación, porque su principal preocupación es sobrevivir”

Los tratados de libre comercio firmados por Chile, sumados al mejoramiento de las comunicaciones, han creado el escenario propicio para el nacimiento de nuevos negocios, especialmente con Europa, con múltiples posibilidades que las grandes empresas han aprovechado, pero donde las Pymes han mostrado limitaciones. EuroChile, organización privada sin fines de lucro, trabaja para promover los vínculos económicos, comerciales y tecnológicos entre empresarios de la Unión Europea y sus símiles chilenos, acercando los beneficios de la innovación y globalización a las pequeñas y medianas empresas.

Publicado el 31 Oct 2007

Los tratados de libre comercio firmados por Chile, sumados al mejoramiento de las comunicaciones, han creado el escenario propicio para el nacimiento de nuevos negocios, especialmente con Europa, con múltiples posibilidades que las grandes empresas han aprovechado, pero donde las Pymes han mostrado limitaciones. EuroChile, organización privada sin fines de lucro, trabaja para promover los vínculos económicos, comerciales y tecnológicos entre empresarios de la Unión Europea y sus símiles chilenos, acercando los beneficios de la innovación y globalización a las pequeñas y medianas empresas.

¿Cuál son los objetivos que persigue EuroChile?
Somos una fundación privada, creada en 1992 por el Estado de Chile y la Unión Europea, que persigue el bien público, desarrollando al país a través de sus pequeñas y medianas empresas. De esta forma, nos enfocamos a tres grandes familias de actividades que son la movilización de negocios desde Chile a la Unión Europea y viceversa; el mejoramiento del entorno de las empresas para que puedan desarrollar mejor su labor; y la transferencia tecnológica, área en que el objetivo es poner a disposición de las firmas chilenas la capacidad tecnológica y expertise europea, tanto a nivel comercial, buscando concretar negocios tecnológicos; como también, a través de un trabajo más sistemático, procurando respuestas tecnológicas a problemas de negocios.

Operamos a través del Centro de Enlace para la Innovación (IRC), la rueda formal más importante del mundo en el ámbito de la transferencia de tecnología, creada en 1995. A través de 243 instituciones, interactúan los 27 países de la Unión Europea, además de Noruega, Suiza, Israel y Chile, la única nación de Latinoamérica que participa en la red, a través de EuroChile.

¿Cuáles son los beneficios de participar en esta red?
Se trata de una importante ventana que nos permite acceder a un conocimiento fundado y a una expertise enorme para buscar soluciones innovadoras a los problemas tecnológicos de las empresas; además de la posibilidad de publicar ofertas de tecnología desde cualquier país miembro de la red.

¿Cómo se destaca esta red respecto de otras iniciativas similares?
Cada país participa a través de un consorcio en el cual generalmente interviene más de una institución, como en el caso de Chile, donde trabajamos conjuntamente con la Universidad Adolfo Ibáñez e IGT, empresa de consultoría en gestión. En Europa, funcionan importantes consorcios que permiten que los nodos a los que llega la información sean muy confiables, sobre todo si consideramos que el problema que muchas veces se plantea no es muy claro. Lo más destacado de esta red es que es cerrada y que los consorcios que participan están certificados y reconocidos por la Unión Europea, por lo que la seriedad está garantizada, ya que los consorcios respaldan a las empresas con las que están trabajando. Todo esto permite procesos de búsqueda de soluciones innovadoras más rápidos y confiables.

¿Cómo responden las Pymes chilenas a las posibilidades de innovación?
En muchos casos, éstas no saben lo que necesitan, ni siquiera conocen que tienen un problema y llegan acá porque están interesadas en posicionar sus productos en Europa. Entonces EuroChile actúa transmitiéndoles toda la información que necesitan manejar para cumplir con los estándares que les permitan ingresar a este mercado, que es muy exigente en términos de normas de seguridad y cuidado del medioambiente. De esta forma, la incorporación de tecnología es siempre la respuesta para mejorar sus estándares y ésa es la primera búsqueda que hacemos a través del Centro de Enlace para la Innovación. Si bien éste puede ser un proceso absolutamente natural y obvio para las grandes empresas, no lo es para las Pymes, que no cuentan ni con los recursos ni con la experiencia para instalarse en el exigente mercado europeo o innovar para crear nuevos negocios.

¿Cuál es el nivel de innovación de las Pymes chilenas y cómo afecta esto su llegada a Europa?
EuroChile cuenta con dos instrumentos que le proveen de información muy importante: una encuesta semestral que ejecuta la Universidad de Chile, con la cual hemos intentado conocer mejor a las Pymes; y una serie de estudios para caracterizarlas a nivel nacional. Con esto, hemos podido determinar que son un mundo muy heterogéneo, que se caracteriza por su poca participación en el comercio internacional (las que son capaces de exportar apenas superan un 5% del total) y por su baja capacidad de innovación, porque su principal preocupación es sobrevivir.

Otro problema es la falta de conexión con el mundo y las falencias en el manejo de idiomas, que para insertarse en el comercio mundial es fundamental. A nivel de desarrollo tecnológico, en la práctica, la gran demanda que tenemos desde Chile es la búsqueda de tecnología y no la oferta de desarrollo tecnológico, aunque esto poco a poco está empezando a cambiar y se están comenzando a ver pequeños proyectos de desarrollo, pero es un camino largo.

Sumando todos estos elementos, el resultado es que la internacionalización ha llegado poco a las Pymes chilenas, porque no sólo se trata de exportar, sino de abrirse al mundo para buscar tecnología y para desarrollar tecnología local en sintonía con lo que pasa a nivel internacional.

¿Cuál es la misión del Estado en este proceso?
Yo creo que el Estado está haciendo bastante más que antes, sobre todo a través de la Corfo y de otros instrumentos como el Programa Innova, que nos ha permitido sacar adelante proyectos, como la operatoria de este Centro de Enlace para la Innovación.

Además, organizamos misiones tecnológicas al extranjero donde los empresarios son subsidiados por el Estado para poder asistir, una experiencia que es fundamental.

Ahora, el problema va más allá de los fondos que puedan estar disponibles en los organismos públicos, porque lo que se requiere son programas masivos que nos permitan pasar de las 5.000 Pymes que hoy participan en el comercio mundial a 15 mil al menos.

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Redacción

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