Como es tradición, una vez más se dieron cita en Las Vegas las principales marcas electrónicas para dar a conocer los dispositivos que marcarán tendencia en esta industria. Nuevamente, la Internet de las Cosas (IoT por su sigla en inglés) aplicada a una infinidad de aparatos fue eje en esta edición del Consumer Electronics Show (CES). Se trata de prototipos con una mirada futurista, que quizás nunca se comercialicen, pero también equipos que saldrán al mercado en el transcurso del año.
Lo mismo sucede con los “vestibles”, que también fueron protagonistas obligados este año, con lo cual podría hablarse de una era de objetos inteligentes en general.
La apuesta de los fabricantes por el 4K, los drones y la escasa presencia de los smartphones, cuyas novedades sin duda quedaron reservadas para el MWC 2015, también marcaron esta edición del CES.
IoT y “usables”
El concepto más fuerte del CES 2015 fue la interconexión digital de objetos de la vida cotidiana a Internet, es decir, la capacidad de toda “cosa” de nuestro hogar, desde refrigeradores, a luces, cocinas, puertas, cafeteras, lavadoras, etc., de conectarse a la web y de comunicarse, esencialmente, con nuestro teléfono inteligente, lo que nos permitirá administrar y controlar no solo nuestra vida en el mundo virtual o digital, sino también la vida real y cotidiana.
De hecho, las estimaciones señalan en 2020 habrá cerca de 17.000 millones de objetos conectados entre sí. Por lo mismo, las marcas apuestan fuerte por esta tendencia: Samsung, por ejemplo, prometió, en palabras de Boo-Keun Yoon, su Presidente, que para 2017 cerca del 90% de los dispositivos creados por la marca estarán basados en IoT, llegando a un 100% en cinco años más.
Dentro de esta tendencia, llamaron la atención la muestra de autos que se conducen solos, ya que más de 16 marcas estuvieron presentes exhibiendo sus avances para interactuar mediante la voz y el rostro con vehículos conectados a Internet, capaces de ‘tomar decisiones’ sobre rutas y opciones para el confort del conductor.
En materia de wearables, primaron los modelos que se orientan a las muñecas, aunque cada vez nacen otros que pueden ponerse en distintas partes del cuerpo. Es así como pudo verse no solo relojes inteligentes o lentes para realidad virtual, sino que dispositivos sobre los cuales se cierne la duda de si tendrán o no una aplicación real. Algunos ejemplos: los calcetines inteligentes Sensoria, que corrigen la forma de andar, junto con calcular la distancia recorrida; Teddy the Guardian, un oso de peluche que dispone de sensores en las manos, de forma que cuando un bebé lo toma, mide su pulso y temperatura, y envía los datos al smartphone de los padres; o Ring, un anillo de la marca Logbar, que permite utilizar gestos para controlar las funciones del teléfono, tomar una foto, cambiar la canción, aumentar el volumen de la música, etc.
Se vio también una gran cantidad de relojes inteligentes que buscan o no competir con el prometedor y pronto a ser estrenado Apple Watch. Por ejemplo, el Alcatel OneTouch Watch, que mantiene funciones básicas como las notificaciones o el envío de mensajes, pero suma la posibilidad de medir el pulso, calcular las calorías gastadas o la distancia recorrida; el smartwatch LG que presentó Audi, el cual funciona con el nuevo sistema operativo WebOS, que busca quizás reemplazar al poco exitoso Android Wear; o el Sony Smartwatch 3, con carcasa de acero, entre numerosos modelos de Withings y Garmin.
Pese a todas las dudas, la Consumer Electronics Association (CEA) señaló que 9 de cada 100 personas adquirirán uno de estos relojes en los próximos 12 meses.
Drones
Este año, el CES estuvo plagado de drones. En concreto, fue posible ver un área especialmente dedicada a sistemas no tripulados y productos similares comandados mediante control remoto, un reflejo de cómo ha ido incrementándose el interés por estos aparatos que tienen “una amplia variedad de aplicaciones, desde la cobertura aérea de eventos deportivos a la ayuda en misiones de búsqueda y rescate”, según Karen Chupka, Vicepresidenta de CEA.
Esta suerte de pequeños robots (vehículos aéreos no tripulados) se ha vuelto cada vez más accesible. La mayoría viene equipada con cámara, es fácil de controlar y algunos modelos incluso pueden operarse a través de una app. Y si bien su mercado de consumo aún es pequeño, a lo que se suma que todavía no hay claridad sobre sus aplicaciones, los fabricantes apuestan a que los usuarios aportarán nuevos usos que elevarán sus proyecciones.
En CES 2015, se pudo ver, entre muchos otros ejemplos, el AirDog, dron orientado a capturar la intensidad de los deportes de aventura, difíciles de registrar como surf, esquí, ciclismo de carretera y actividades afines; Nixie, un dron pulsera patrocinado por Intel en su concurso Intel Make It Wearable, que fue pensado con el objetivo de tomar fotografías en lugares en los que el usuario está solo y es difícil sacar una selfie; y Bionic Bird, que vuela como un pájaro (moviendo las alas) y se controla mediante una aplicación. Según la CEA, los ingresos globales por drones alcanzarán los US$130 millones este año, 50% más de lo que generaron el año pasado. Un mercado que tiene temas pendientes como el marco que regula los vuelos y la legislación vinculada a la violación de la privacidad.
TV en 4K
Tras el CES 2015, quedó claro que los fabricantes dijeron adiós al 3D, por lo menos, en el hogar, por el bajo resultado de mercado que este tuvo. En este sentido, la resolución Ultra HD o 4K, que ofrece 4 veces la de los televisores actuales y, paralelamente, imágenes más nítidas y de mejor calidad, demostró ser la apuesta definitiva de los fabricantes de televisores, junto a las pantallas curvas.
Los fabricantes coincidieron en modelos basados en la tecnología quantum dots o similar, que si bien ha estado presente por buen tiempo, por primera vez lo está en nuestros televisores. Esta utiliza cristales de nanómetros para ampliar la gama de colores, permitiendo una mayor precisión de colores (hasta en un 30%) y 64 veces mejor gradación de color para cada pixel. Además, casi todas las marcas ya disponen de paneles curvos y LG, además de evolucionar en este sentido, sigue manteniendo el OLED. Pese a que su resolución es espectacular y han bajado de precio, los TV 4K siembran dudas por su aún escaso soporte de contenido y porque no es algo que hoy demanden los consumidores.
demanden los consumidores. Otro punto a destacar son los sistemas operativos que están integrando estos equipos. Samsung implementó “Tizen”, sistema operativo propio que ha usado en relojes inteligentes. Sony, por otro lado, eligió Android TV; y LG integrará la segunda versión de WebOS en los TV de 2015. En tanto, Panasonic junto a Mozilla, anunció modelos con Firefox OS en el transcurso de año.