Para 2020, 50 billones de cosas estarán conectadas a Internet y el mercado de maquinaria industrial enlazada a la red aportará entre US$ 10 y US$ 15 billones de dólares al PIB mundial en los próximos 20 años; sin embargo, actualmente menos del 5% de los datos capturados por sensores se utilizan para analíticas de optimización.
En este contexto, la empresa especializada en el desarrollo de soluciones de Internet de las Cosas (IoT), Telemática, Telemetría y Telecontrol de activos, Redd, realizó un sondeo a más de 150 ejecutivos nacionales para conocer su percepción sobre esta tendencia que no para de crecer en el mundo, y Chile no es la excepción. Más aún cuando conceptos como Industrias 4.0 y Cuarta Revolución Industrial son cada vez más recurrentes en los círculos tecnológicos y entre los expertos de la industria, no obstante, hay un segmento importante de empresas y rubros que aún desconocen qué es el IoT y para qué sirve.
Así lo reflejó el estudio, en el cual 34% de los encuestados señaló que su empresa no conoce este término, a pesar de que 75% cree que las soluciones basadas en la conexión de activos a Internet generan beneficios para su negocio. En relación al desconocimiento del concepto por tamaño de empresa, del total de las grandes firmas que participaron en la investigación la cifra llega a 35%, en las medianas a 47% y en las pequeñas a 26%, lo que de acuerdo a Rodrigo Martínez, Gerente General de Redd, no es extraño, puesto que “actualmente son las Pymes las que están más familiarizados con este tipo de tecnología, incluso existe un número no menor de emprendedores que las están adoptando en sus operaciones, básicamente porque son compañías mucho más jóvenes, con mayor apertura a la innovación y en las cuales la gestión del cambio es menos compleja que en organizaciones con estructuras demasiado grandes. De hecho, según demuestra la investigación, del 75% que ve beneficios en las soluciones de IoT, 48% corresponde a empresa de menos de 50 trabajadores”.
El experto recalca la importancia de no subestimar este fenómeno, puesto que su implementación será imprescindible para sobrevivir en un nuevo ecosistema, en el que la digitalización y los nuevos sistemas de información vendrán a transformar y a hacer más eficientes los procesos productivos, representando un incalculable salto tecnológico en la historia de la humanidad. “Las industrias nacionales no pueden dejar pasar la oportunidad de añadir servicios a los productos físicos, de aumentar la capacidad de adaptación a la demanda, de entregar un servicio al cliente más personalizado, de diseñar, producir y vender en menos tiempo, de crear series de producción más cortas y rentables y de analizar en tiempo real los datos entregados por múltiples canales. Esto sobre todo considerando la caída de entre 0,5% y 1% que tuvo la productividad chilena en 2016 y que el país anotó la mayor baja en América Latina en este indicador entre 2009 y 2016, de acuerdo a cifras del banco de inversión Nomura”, dice.
En cuanto a los principales beneficios del IoT observados por los encuestados, 28% menciona la posibilidad de disponer de información de manera rápida y en línea, opción que es transversal a todos los tamaños de empresa; seguida por la eficiencia y el incremento de la productividad, con 18%; y luego por la posibilidad de realizar monitoreo y control, con 15%; mientras que conocer las preferencias de los consumidores de servicios commodity, aumentar la eficiencia energética y generar nuevos modelos de negocio por medio de interconexiones parecen no ser percibidos como ventajas tan relevantes, ya que cada uno de ellos obtiene un 1% de las preferencias.
En una posición intermedia se encuentran optimización del tiempo, con 12% (aunque para las compañías medianas esta opción se ubica en el segundo lugar, con 22%); reducción de costos, con 6%; mantenimiento preventivo, con 3%; y un 14% dice que no sabe cuáles son los méritos de este tipo de tecnología.
Al respecto, Rodrigo Martínez señala que efectivamente uno de los mayores beneficios de las soluciones IoT es que al conectar activos a Internet se puede recopilar la data que éstos entregan transformándola en información de valor para la empresa, posibilitando la toma de decisiones rápida y oportuna, lo que trae, como consecuencia, otras ventajas. Por ejemplo, “un sensor conectado a una máquina o vehículo permite tener visibilidad de extremo a extremo, hacer análisis predictivo de fallas, disminuir el consumo de combustible, gestionar el stock y monitorear los KPI´s de productividad, aumentando el rendimiento, ahorrando costos, optimizando el tiempo y mejorando considerablemente los procesos. La clave está en que se genera un registro histórico de los datos, por lo que las compañías tienen disponible gran cantidad de información para analizar, aplicar inteligencia de negocios y tomar las resoluciones más adecuadas, utilizando el big data a su favor; pero hay que tener claro que esto exige un cambio de mentalidad relevante, no solo en el empresariado, sino que en la sociedad en su conjunto”, asegura.
La investigación también indagó en la proyección que tienen las compañías en realizar inversiones en IoT. A nivel general, un 39% de los ejecutivos respondió que su empresa no tiene prevista inversión, 24% no sabe, 14% dice que en dos años, 13% en un año y 10% en 6 meses. Del total de las grandes firmas que participaron en el estudio, 40% planea invertir en el mediano y corto plazo, es decir, entre 6 meses y dos años más, 39% de las pequeñas tiene pensado hacer lo mismo, mientras que las medianas se quedan atrás con 27%, predominando la opción de no tener prevista ninguna inversión de este tipo.
“Esto reafirma que las compañías de 1 a 50 trabajadores están a la vanguardia en temas tecnológicos y que a pesar de que muchas veces las organizaciones tienen la percepción de que el Internet de las Cosas es una herramienta lejana y costosa, eso está lejos de ser así, sobre todo considerando los beneficios que genera, los que aumentan la rentabilidad del negocio”, finaliza el Gerente General de Redd.