Peter Ffoulkes, Director de Investigación Cloud Computing de 451 Research:
“El cloud es un punto sin retorno”
Chile, pese a ser un país avanzado, todavía ofrece muchas oportunidades nuevas; hay menos maneras ya establecidas de hacer las cosas, por lo que la masificación del cloud se debiera producir más rápido que en Estados Unidos o Europa, explica el ejecutivo, para quien el futuro estará en gran medida en la nube, tema que abordó también en el último Entel Summit, realizado en julio en Espacio Riesco.
¿En qué estado de avance se encuentra la nube?
Estamos en el medio de una larga transición. La forma en que hemos hecho la computación en los últimos 20 años, cambiará en los próximos 20 o 30 años y el futuro, en gran medida, será algún tipo de cloud computing, representando todo esto como un servicio. Las empresas verán la oportunidad hacer un “match” entre la capacidad de computación y la dimensión que necesitan.
Hoy las compañías están sobre aprovisionadas, y cuando avancemos hacia el futuro tendrán la posibilidad de elegir algunos proveedores externos, por ejemplo, para sus demandas estacionales o para un proyecto nuevo o necesidad puntual.
¿Y las empresas ya están asumiendo esta tendencia?
La mayoría se está desplazando para llegar a la nube privada, especialmente las más grandes. Y hoy, la mayor parte de las actividades está centrada en virtualizar las aplicaciones; según hemos sondeado, un 61% está centrado en eso. El paso que viene es automatizar procesos, ya hay un 26% que está en esa fase, lo cual puede producir grandes ahorros para las empresas.
La última etapa es la orquestación y hay aproximadamente un 10% que está enfocado en eso hoy.
Las compañías primero deben pasar por todas estas etapas internas, antes de empezar a moverse a un proveedor de cloud externo. De hecho, un 60% aproximadamente está trabajando ahora en la nube interna, incluyendo todos los pasos previos que describimos, pero también realizando a la vez planificación y evaluación de sus proveedores para saber cómo prepararse para esta modalidad. Se espera que en los próximos dos o tres años se produzca un cambio muy rápido. Hay muy pocas compañías en América hoy que tienen una nube interna realmente sólida, pues demora varios años implementar todos los pasos, especialmente cuando son empresas grandes.
¿Hay compañías que ya hayan culminado todos estos pasos?
Una empresa que llegó hasta el final de este viaje es Revlon, especialista en cosméticos y también en cloud computing. Su CIO es una persona que mira mucho hacia el futuro y su filosofía es “hacerlo”. Esta firma está siete años adelantada en comparación con la mayoría de las empresas y ha podido lograr un ahorro de US$70 millones en los últimos dos años, a través del cloud.
La mayoría está empezando o está entre un 40% y 80% del camino para poder llegar a la nube. Gran parte de los problemas no son tecnológicos, sino que temas humanos de transformación de la organización para afrontar una nueva forma de hacer las cosas, lo que reduce la velocidad en la capacidad de llegar a cloud.
¿Cuáles son esos temas?
Muchos de los obstáculos tienen que ver con la confianza. Cuando las empresas están usando una nube quieren saber dónde están sus datos, medir calidad de servicios o desempeño, pero lo más importante es que deben cumplir con normativas. Por ejemplo, en la industria médica existen estándares de la regulación gubernamental que hay que cumplir, y un proveedor de cloud debe ser capaz de cumplir con esas normas y soportar una auditoría sobre eso, lo que no es común en este tipo de compañías. Esos aspectos: visibilidad, transparencia y auditabilidad se pueden usar para acelerar la adopción de la nube. El cloud computing es como un iceberg, hay un 10% que se ve, que está sobre la superficie, y el 90%, que es la parte peligrosa, no se ve. La confianza se construye haciendo visible esa parte que está bajo el agua.
Otra cosa que pueden hacer los proveedores de nube es demostrar su expertise y conocimiento del negocio del cliente y su sector. Teniendo una compresión y expertise común es posible tener la confianza y actuar, e ir a cloud.
Si bien la principal dificultad no es tecnológica, ¿las redes están preparadas para este flujo?
No todas, pero muchas sí. Muchas empresas usan proveedores externos gestionados (hosting), lo que implica sólo una forma diferente de presentar y cobrar el servicio respecto de cloud. Cuando un cliente quiere comprar un servicio en la nube, lo quiere ahora, es decir, una gratificación instantánea, y desde el punto de vista del proveedor, éste no quiere invertir en redes antes de necesitarlas. Por eso es clave encontrar un proveedor con las capacidades correctas y en que el timing y la sincronización con las necesidades del cliente sean esenciales; debe estar preparado.
¿Esta tendencia de la nube va a beneficiar a las Pymes?
Sí, de muchas formas es más fácil para las Pymes, porque normalmente tienen menor demanda y no operan con diferentes normativas, simpleza que ayuda. El invertir en sus propios equipos o centros de datos es una tremenda valla por superar, por eso poder invertir en la empresa misma y no en la capacidad, y tomar ésta desde fuera, les permite funcionar mejor.
¿El cloud computing es un punto sin retorno?
Sí, es un punto sin retorno, porque no es una idea nueva, es una evolución de muchas cosas, de 20 o 30 años de desarrollos que, en este momento, se unen en un punto en que son suficientemente buenos. La computación como un servicio hace que sean posibles muchas ventajas, especialmente para las empresas pequeñas; permite avanzar más rápido y ser más eficiente. Normalmente cualquier cosa nueva que sea mejor, más rápida y económica, tendrá éxito.
¿Llegarán todos los rubros a un modelo híbrido o algunos nunca lo harán?
La mayoría de las organizaciones llegará a un modelo híbrido, pero depende de cada empresa: las grandes generalmente tienen una mejor relación costo-experiencia, porque cuentan con la gente y la expertise y son suficientemente grandes para que los vendors les den buenos descuentos; pero siempre habrá áreas donde es necesario hacer algo externo, por ejemplo ante peaks estacionales.
Construir un data center propio puede demorar tres años, mientras que con un proveedor externo se puede tomar la decisión y tener algo ya establecido en menos de un mes. La nube híbrida será la norma para muchas empresas, pero llegar hasta allá tardará un poco, pues implica que las firmas estén listas y tengan ya su cloud interno, y que exista una mezcla correcta de proveedores externos para poder elegir la mejor oferta, precio y estándar. Esto definitivamente va a ocurrir.