Por Adrián Durán, Vicepresidente Senior de Aplicaciones e Industrias para Oracle América Latina.
En este mundo pospandemia, los clientes esperan más y exigen productos y servicios rápidos, convenientes y personalizados. Los colaboradores también; buscan empleadores que compartan sus valores, ofrezcan opciones de trabajo flexibles y equipen al personal con tecnología moderna. Y nosotros, como organizaciones, debemos asegurarnos de cumplir con estas expectativas cambiantes.
Lo bueno es que muchas ya están a la altura de las circunstancias y han hecho de este cambio una oportunidad, revelando así el secreto: no solo hay que adaptarse, sino que además adelantarse al cambio y crear una cultura de innovación continua, que identifique y resuelva problemas rápidamente.
Hay cuatro cosas que siempre han sido relevantes, pero que ahora deben ser prioritarias para que los líderes puedan sacar provecho de este escenario de cambio constante. La primera es involucrar e inspirar a sus colaboradores, ya que son la base de la organización; por eso es necesario que las empresas prioricen satisfacer las diferentes necesidades de su gente, poniendo especial foco en la flexibilidad, diversidad y sustentabilidad. Así ganarán la guerra por talento, ya que en una encuesta de International Data Corporation (ID), el 85% dijo que mejorar la experiencia de los trabajadores asegura trasladar una mejor experiencia al cliente y mayores ingresos.
El segundo punto importante a tener en cuenta es gestionar el negocio en forma responsable y sostenible. IDC predice que para 2024, dos tercios de las organizaciones mundiales harán un seguimiento a su desempeño utilizando las métricas ESG. En ese sentido, la tecnología se ha convertido en una gran aliada al proporcionar ‘insights’ predictivos en tiempo real, dando una visión amplia de las acciones que se pueden tomar para seguir mejorando las métricas de ESG, especialmente en el ámbito de la cadena de suministro y la reducción de la huella de carbono.
Anticiparse y responder a las interrupciones de la cadena de suministro es el tercer punto, el cual ha ganado protagonismo en los últimos años, pero solo el 70% de las empresas se está enfocando en mejorar la visibilidad de esta cadena. La incorporación de las herramientas tecnológicas adecuadas puede ayudar a las compañías a anticipar las interrupciones inevitables o cambiar rápidamente cuando ocurre lo inesperado, contribuyendo a minimizar los costos y priorizar las entregas a sus clientes, por lo que es vital su uso en las organizaciones.
Por último, como organizaciones tenemos que superar las expectativas de los clientes, que cada vez son más exigentes. No solo ahora requieren un margen de error más pequeño y menos retrasos, sino que tienen mayores expectativas en relación a la experiencia en sí, como puede ser el seguimiento de la compra en tiempo real. Para apoyar esta labor, la tecnología nuevamente está en el centro de este cambio de hábitos, y las aplicaciones de cadenas de suministro, finanzas, experiencia del cliente y análisis basadas en la nube, ofrecen capacidades avanzadas para ayudar a las compañías a agilizar el contacto con el cliente, haciéndolo de una manera más humana, agilizando la gestión de productos y enviando actualizaciones de pedidos en todas las etapas de compra.
Las organizaciones a la vanguardia de esta transformación están rompiendo con lo que hasta ahora entendíamos como “mejores prácticas”, potenciándose gracias a tecnologías avanzadas para trazar nuevos caminos. Están, en esencia, redefiniendo lo que entendemos como “lo mejor”.