Eduardo Robledo.
¿Cómo observas el estado de avance de la digitalización de la educación en Latinoamérica?
La pandemia ha dejado en evidencia las principales brechas digitales, principalmente en los sectores más vulnerables. Hemos visto lo poco preparado que estamos: los centros educativos han tratado de resolver la asistencia a clases por medio de videoconferencias, lo cual ha generado mayor estrés, demanda de tiempo y aprendizaje nulo, ya que ni siquiera se está evaluando este.
Bajo este modelo, las personas pasan entre 3 y 5 horas frente al computador (incluyendo jóvenes y niños). Es muy preocupante, ya que genera una desafección con el conocimiento y con el uso de tecnologías, producto de que hoy se está entendiendo mal el concepto de formación digital. Y se torna más complejo pensando en el futuro de la automatización, lo que está implicando cambios en el mundo del trabajo y la educación, en donde el manejo de tecnologías facilitará procesos de reconversión laboral. Si no somos capaces de aprender de esta experiencia, lo que se puede venir a futuro será mucho más complejo; todo indica que el mundo avanza en esa dirección.
¿Qué rol les cabe en esto a los proveedores EdTech?
Necesariamente somos responsables de instalar de buena manera estos temas en la agenda pública con el fin de aunar fuerzas con los distintos sectores de la sociedad, armando planes y programas que permitan que millones de personas puedan acceder a una formación de calidad, a un bajo costo, permitiéndoles mejorar sus condiciones de vida.
Hay mucho por hacer. Los colegios se han visto desbordados por la situación actual: no cuentan con la tecnología necesaria para impartir clases virtuales; sus programas educativos no están digitalizados; y sus profesores no tiene la formación en habilidades necesaria para impartir educación a distancia. En cierta medida ocurre lo mismo en el sector universitario: la mayoría de las universidades solo tiene programas blended para sus postgrados, pero no para las carreras.
Es necesario reducir la brecha digital. Si bien la tecnología brinda acceso a una educación de mayor calidad y a una mejor experiencia de aprendizaje, si una persona no cuenta con los medios para acceder a ella puede verse relegada.
¿Qué efectos generan las tecnologías de vanguardia en un aprendizaje más efectivo?
La enseñanza mediada por la tecnología permite optimizar los procesos de retención de contenidos. Por lo general, vemos que la educación digital permite aumentar los niveles de comprensión y retención de conocimiento. Por otro lado, baja hasta en un 60% los costos v/s la educación tradicional, y hasta en un 50% el tiempo necesario para aprender el mismo contenido.
Al ser una experiencia más amena, la disposición del alumno es mucho mayor, ya que la experiencia de aprendizaje es más entretenida y efectiva en cuanto a su proceso formativo, bajo la premisa que, al ser mediada por tecnología, nos acerca mucho más a las particularidades de las personas, adaptándonos a sus tiempos y estilos de aprendizajes, y desarrollando distintos tipos de recursos como simuladores virtuales, videos decisionales, infografías interactivas y gamificación.
Uds. abordan el concepto de aprender haciendo, ¿cómo se integra la tecnología aquí?
El concepto fue desarrollado por John Dewey, aunque no fue acuñado hasta un siglo después por Roger Schank. Este método supone sumergir al alumno en un ambiente que simule una experiencia real, para que experimente y reflexione sobre lo hecho, sin miedo a equivocarse y que pueda aprender de sus errores. La metodología consta de cuatro pasos: la experiencia concreta, la observación reflexiva, la conceptualización abstracta y la experimentación activa.
En Smartraining seguimos la teoría de la experiencia de aprendizaje de Edgar Dale, que afirma que tras 2 semanas recordamos el 10% de lo que leemos, 20% de lo que oímos, 30% de lo que vemos, 50% de lo que vemos y oímos, 70% de lo que decimos y 90% de lo que enseñamos y hacemos. Usamos el recurso de simuladores de Realidad Virtual en sectores como el sanitario, donde los profesionales deben aprender protocolos y procedimientos, y resulta muy riesgoso practicar con pacientes.
Lo mismo ocurre con otros sectores como el industrial, minero, de energía o transportes.
¿Cuáles son las claves de la propuesta de Smartraining?
Usamos tecnologías para capacitar bajo el concepto “aprender haciendo” y ya hemos trabajado en la formación de empresas de prácticamente todos los sectores, liderando en la utilización de tecnologías como Realidad Virtual y Aumentada, gamificación, microlearning, etc. Combinamos el uso de alta tecnología y la mediación de contenidos, por medio del diseño instruccional, el cual nos permite adaptar contenidos y metodologías presenciales a espacios virtuales. Gracias a este proceso, aseguramos el éxito de la experiencia educativa. También trabajamos muy de la mano con el sector gubernamental, principalmente en Chile y México; y académico, con universidades de Chile, México, Colombia o España. Ayudamos a digitalizar sus programas formativos, especialmente ahora en tiempos de pandemia.