Para conocer de primera mano las tendencias más novedosas en el terreno del mercadeo y las más recientes soluciones tecnológicas que aumentan la efectividad y la productividad de las actividades del sector financiero, se dieron cita en Ciudad de México más de 800 banqueros y ejecutivos latinoamericanos provenientes de 30 países, así como cerca de 70 proveedores, en torno a la sexta versión del Congreso Estratégico de Tecnología y Mercadeo Financiero (CLAB), organizada por la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), entre los días 23 y 25 de Agosto pasado. Con una vasta experiencia como profesional de la banca, y actual Consultor de esta asociación, Paul Jiménez nos revela los desafíos del sector respecto a la incorporación de Tecnologías de Información.
¿Cuál es el rol de las aplicaciones de seguridad informática en la banca?
La seguridad informática cada día tiene mayor trascendencia, por un lado debido a que la banca electrónica está perfectamente implemen-tada en América Latina y, obviamente, se han visto los resultados de esto: los medios tradicionales de pago empiezan a perder protagonismo y a los bancos les interesa que el concepto de e-banking se masifique. En este contexto, la preocupación del sector es cómo asegurar quién hizo la transacción y que dicha persona no ‘repudie’ la operación, además de poder demostrar quién la realizó y que terceros no intervengan en el proceso o cometan acciones fraudulentas o de robo.
Dado tal escenario, todo lo relacionado con software, principalmente, y también con hardware de seguridad, toma una importancia muy particular para la banca, que es garan- tizar a los clientes la confiabilidad de sus transacciones. Eso se observa en todas las nuevas soluciones que se van implementando, donde el componente de seguridad siempre está presente.
¿Normativas como Basilea II, qué tipo de aplicaciones han obligado al sector a priorizar?
La implicancia que tiene Basilea II en el negocio de la banca genera importantes desafíos en la administración de riesgos. Para el sector hoy lo básico es conocer al cliente, pues ya no se trata de que cualquier persona pueda abrir una cuenta. Hoy existe un mayor control, lo que es parte de la seguridad del sistema financiero, tendiente a evitar por ejemplo, el lavado de activos y estar seguro de que el cliente es quién dice ser: autentificar su identidad.
Basilea II está cambiando radicalmente las exigencias, lo que se puede observar en lo sucedido en el ámbito americano que hoy busca- ser ‘compliance’ con todas las normas del mercado. Si actualmente no se realizan este tipo de previsiones de seguridad un actor puede quedar fuera del sistema financiero mundial, y eso no es factible en una economía globalizada como la actual.
¿Qué otras aplicaciones han sido incorporadas en forma creciente al sector?
Aquéllas de ‘core bancario’, que corresponden a los dispositivos centrales que manejan toda la parte de cuentas de los clientes. Estas, que vienen funcionando durante años con upgrades realizados por los proveedores de software, han llegado a un momento en el cual, para poder cumplir con normas y autenticar las transacciones en detalle -es decir, quién, cuándo, dónde, por cuál canal y qué terminal realizó la operación-, han debido comenzar a cambiar. Todo lo que tiene relación con aspectos de seguridad alrededor del ‘core ban-king’ ha evolucionado, al incorporar nuevas funcionalidades a través de software o bien optar por hacer una reingeniería de éste y montar un aplicativo que ya contemple todos los elementos para no tener problemas desde el punto de vista de segu-ridad.
Cabe mencionar que el aspecto riesgo debe incorporarse a la banca para estar seguros de que se cumple con las exigencias de cada país, bajo el paraguas de Basilea y otras normativas.
A nivel de la banca latinoamericana, cada vez son más estrictas todas estas medidas a fin de ofrecer seguridad a sus propios clientes, a sus partners y a las autoridades del mismo país.
En esta versión del CLAB ¿qué tendencias analizadas sobresalieron?
En la sexta versión de este encuentro analizamos las innovaciones en el sector; desde el punto de vista de mercadeo financiero, por un lado; y de tecnología, por otra parte. Hoy en día no se puede concebir lo primero sin lo segundo.
Actualmente, ya es una realidad el hecho de poder realizar transacciones en forma no física y eso cambia radicalmente la manera en que son concebidos los productos bancarios. Si como actores de este sector no nos movemos, entes ‘parabancarios’, terminarán asumiendo esas funciones y la banca quedará por fuera de la intermediación. Entonces analizamos la importancia de ‘movernos’ rápido ante las demandas de los clientes en aspectos como las formas de pago, por ejemplo, a través del celular, para que los clientes tengan un acceso ubicuo a las transacciones o también cómo lograr la banca-rización a nivel regional.
Afortunadamente, la banca siempre ha sido innovadora en la incorporación de TI y muchas veces ha actuado como ‘early adopter’, experimentando los desarrollos de los proveedores, pues tiene el capital para ser vanguardista y eso ayuda mucho a la generación de productos y soluciones. Entonces, uno de los puntos centrales de esta versión fue el debate en torno a cómo hacemos para mantener la innovación y productividad, donde observamos experiencias de otras regiones para aprender de éstas.